Apuntes sobre gurúes y otras cuestiones de Macri

Por Ricardo Guaglianone

Macri, el actual primer mandatario, tiene un discurso que muchos analistas comparan con las arengas evangelistas en la modalidad más motivadora y marketinera, donde siempre se habla del futuro, los buenos tiempos por venir, la esperanza y de todos aquellos valores arraigados por educación o por una cuestión de aspiración individual de tipo espiritual, que producen en la mayoría de las personas una mirada positiva hacia esos valores, siempre difusos, inconsistentes,  pero que cuentan con buena prensa.

Para llevar adelante estas predicas seudo religiosas, seudo políticas, que conllevan una fuerte y estudiada impronta psicologista, el presidente tuvo y tiene el apoyo de varios gurúes que lo apuntalan, no solo en lo discursivo, sino en la parte de sustento emocional e ideológico para llevar adelante su gobierno.

Uno de los primeros gurús que tuvo Macri fue el periodista Ari Paluch, amigo y guía espiritual cuando era jefe de gobierno en la ciudad, al punto que hacia que Paluch adiestrara a sus funcionarios sobre filosofía de trabajo: “ustedes tienen que hacer las cosas bien, porque si salen bien se quedan contentos, y si salen mal no se aflijan porque eso significa que no era el momento de hacerlas”, era una de sus predicas centrales.

Tiempo antes de comenzar su campaña para presidente en 2015, se sumaron dos nuevos gurúes, más políticos y filosóficos. Uno es  Alejandro Rozitchner, filósofo adscripto a la idea del Darwinismo Social, filosofía que propugna la lucha por la sobrevivencia entre los más aptos y los menos aptos socialmente: «los miembros débiles de las sociedad  degeneran la especie humana”…”la lucha por la sobrevivencia es un proceso donde el estado no debe intervenir para no influir en un acontecer que es natural. Los aptos triunfan, los débiles desaparecen”.

Rozitchner actualmente le escribe los discursos a Macri y tiene una oficina a escasos 20 metros del despacho presidencial.

El otro gran gurú del ala política es Duran Barba, el conductor de las campañas electorales del PRO, que en su libro  “El arte de ganar” afirma:

“El electorado está compuesto por simios con sueños racionales que se movilizan emocionalmente. Las elecciones se ganan polarizando al electorado, sembrando el odio hacia el candidato ajeno… Es clave estudiar al votante común, poco informado, ese que dice “no me interesa la política”… El papel de los medios es fundamental, no hay que educar a la gente, el reality show vence a la realidad…”.

 El apoyo de “brujas” y masones  

En la actualidad, el presidente tiene como mínimo, aparte de los gurús políticos, tres apoyos emocionales –  energéticos al margen de su pertenencia a la masonería inglesa comandada por la Reina de Inglaterra.

La primer “bruja” del mandatario fue Ángeles Ezcurra, que se hizo conocida cuando limpió la Bombonera en el año 1997 cuando era presidente de Boca.

Macri reconoció en una nota en radio Mitre que en 2015 visitó a una bruja para ser «limpiado» porque el consultor ecuatoriano Duran Barba aseguraba que «a Mauricio le habían hecho un trabajo de brujería».

La existencia de la segunda “bruja” la revelo el  diario Crónica cuando informó que el líder del PRO tenía “sesiones a distancia”  de espiritismo, también a fines de 2015, con la astróloga  ecuatoriana Shirley Barahona para eliminar malas energías y trabajos de brujería. Según Crónica y Perfil, Barahona realizó la sesión con elementos personales del jefe de gobierno, que se encargó de enviarle personalmente Duran Barba.

 A la tercera gurú, Macri, la define en una entrevista con Ruiz Guiñazú, como “una guía espiritual”,” una “armonizadora budista” que lo ayuda “a cultivar la paz y  protegerse del sufrimiento”. Las sesiones incluyen el uso de los cuencos tibetanos, los gongs y conversaciones privadas.

 El cuarto gurú del mandatario, la estrella más conocida sin dudas, es Ravi Shankar. En el 2008, Macri firmó convenios millonarios para que la fundación de Ravi, “El Arte de Vivir”,  instruyera “espiritualmente” a los integrantes de la Policía Metropolitana y  enseñara ejercicios de meditación en escuelas, con aulas iluminadas con velas y aromatizadas con sahumerios.

Shankar desarrolló cursos de respiración anti estrés y es un gurú muy requerido por grandes empresas porque promueve la meditación con fines de vivir sin culpa el enriquecimiento material y busca mejorar los estados de ánimo dentro de las empresas.

Todo lo complementa con venta de discos, libros y productos como cremas bronceadoras, champú y medicinas que lo convierte en uno de los gurúes que funciona como una industria, con ganancias multimillonarias.

A Ravi Shankar el ícono universal de la meditación y los ejercicios de respiración, en la India lo vinculan con una organización paramilitar de ultraderecha señalada como la autora del asesinato de Mahatma Gandhi en 1948.

Según el sociólogo Gabriel Puricelli, Mahatma Gandhi fue asesinado sólo un año después de obtenida la independencia por un fanático religioso hindú llamado Nathuram Godse, cuya familia pertenecía a la organización nacional de voluntarios, la más importante organización religiosa hindú de la India, con la cual está vinculado Sri Sri Ravi Shankar.

Macri fiel a sus “guías espirituales y políticos” y profundiza cada vez más un discurso evangelizador que apuntala su programa político basado en el Darwinismo Social, filosofía que explica la realidad económica y social que se vive en el país.

Pero lo más lanzado que tuvo como actitud, debido a su pertenencia a la masonería inglesa, fue cuando ordeno que la banda de la Fuerza Aérea Argentina participara en abril de este año, del cumpleaños de la reina Isabel II.

La banda militar luego de entonar el Himno Nacional,  interpretó «God save the Queen», (Dios salve a la Reina), el himno británico, la principal canción patria del Reino Unido que normalmente se usa como himno de las islas británicas y sus colonias.

Este acontecimiento, que no tuvo gran difusión a pesar de lo escandaloso, ocurrió en la residencia del embajador Mark Kent, ubicada en el barrio de la Recoleta.

El hecho de que la policía de la ciudad, antes de fusionarse con la federal, portara las mismas gorras con el cuadriculado blanco y negro que la policía londinense (representa los pisos de los templos masones) y que las puertas de los patrulleros expusieran símbolos masones, como la escuadra y el compás, no fue una mera casualidad o un simple error involuntario o una cuestión solo de diseño.

En la realidad concreta, ninguna de las políticas de Macri es un error involuntario.

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