Nuestra mirada es que existió una perspectiva nunca hablada ni aportada como hipótesis en este conflicto: que los militares genocidas lanzaron una guerra pensada y organizada junto a los supuestos enemigos, para que estos tuviera la excusa perfecta para quedarse con las islas y crear la mayor base militar de la OTAN en el mundo para controlar el sur del planeta.
Sin considerar esta perspectiva de la traición perfecta, de un juego de poder real de alta política y de las evidencias elocuentes que las islas, en una alta probabilidad, nunca se recuperen, se conmemora año tras año el 2 de abril, aniversario de la gesta de Malvinas, en esta oportunidad, con la noticia que se incrementará drásticamente el poder militar inglés en esos territorios.
Las razones geopolíticas
Según un informe reservado de Cancillería revelado por fuentes periodísticas, la base militar de Monte Agradable (Mount Pleasant, para Gran Bretaña) tiene dos pistas de aterrizaje, una de 2.590 metros y otra de 1.525 metros, que permiten operar a 80 aviones de combate de última generación.
Además, los británicos tienen cuatro aviones Eurofighter Typhoon, el caza bombardeo más moderno del mundo. Sólo los ejércitos de Alemana, Italia, España y Austria cuentan con este tipo de aeronaves.
Por el lado del mar, alternan buques de ataque con el destructor HMS Edimburg, además de poseer buques de patrullaje, cañones de artillería de 105 milímetros y sistemas integrados de misiles y radares Rappier FSC/Dagger. Y aunque lo niegan, cuentan con un submarino de propulsión de energía atómica y misiles crucero Tomahawk.
Cristina Fernández ha denunciado la militarización del Atlántico Sur, asegurando que las Malvinas se han convertido en una base con un poderío militar irracional.
De todas formas, si había alguna duda de si el poder militar de las islas está relacionado con los recursos económicos, la respuesta estuvo, a principios de marzo, en la Bolsa de Valores de Londres, donde la empresa Rockhopper, apenas se conoció pùblicamente, el incremento de la presencia militar en las islas, anunció cuatro proyectos de exploración de hidrocarburos en aguas del Atlántico Sur.
Ademàs, entre las razones geopolíticas esta el hecho que desde Malvinas se puede controlar tanto el pasaje interoceánico, incluìdas las costas africanas y permite el reclamo de dominio por proyección territorial sobre la Antártida. Por estas razones los ingleses no quieren negociar nada.
El petróleo
Una de las razones para que los ingleses refuercen la presencia militar y se nieguen a cualquier negociación, es el petróleo. La plataforma petrolera de Malvinas se extiende hasta California y es la más rica del mundo en cantidad y calidad del hidrocarburo.
En 1974 buques oceanográficos ingleses y chilenos detectaron luego de varios años de trabajo, esta enorme concentración de este recurso.
Es la misma cuenca que los brasileros han descubierto hace apenas tres años en altamar y que están explotando con plataformas marítimas de última generación.
La zona que se está perforando en las islas es la cuenca norte y comenzaría a producir petróleo a fines de 2018. Esperan sacar unos 293 millones de barriles en 25 años y hay otras tres cuencas con similares características.
También la petrolera Falkland Oil and Gas (FOGL) anuncio a principios de marzo, que finalizó tareas de relevamiento sísmico en la zona de Malvinas para empezar trabajos de perforación en la búsqueda de hidrocarburos.
El operativo estuvo a cargo de la empresa norteamericana Noble Energy en una joint venture (unión de empresas) que incluye también a la empresa italiana Edison.
La empresas Noble, Edison y FOGL ya cuentan con 12.000 kilómetros cuadrados de datos sísmicos 3D de alta calidad y están optimistas por los resultados de los dos primeros relevamientos.
La petrolera británica Rockhopper Exploration, a su vez, descubrió reservas en 2010 en el yacimiento Sea Lion. La firma sostuvo que en los próximos años podrían comenzar a extraer miles de barriles de crudo de la región.
El yacimiento Sea Lion contendría alrededor de 300 millones de barriles de crudo y las extracciones comenzarán en el tercer trimestre de 2017.
Cristina Fernández amenazó con iniciar juicios e impedirles realizar actividades en Argentina a los ejecutivos de las empresas que participen en estas explotaciones, pero del dicho al hecho hay un gigantesco océano de distancia, porque los capitales y la trama de negocios que unen a estas empresas en el mosaico internacional son sutiles, pero reales. Argentina quiere explotar Vaca Muerta y está haciendo arreglos de contratos idénticos a los que los ingleses hacen con empresas extranjeras relacionadas en el mundo.
La pesca
Otra de las razones económicas que tiene Inglaterra para no negociar nada de nada, es la riqueza ictícola que guardan las aguas que rodean las islas.
El informe oficial de los isleños indica que la explotación de la pesca fue mejorando a lo largo de la última década hasta conformar un negocio exorbitante. La captura en 2014 fue de 264.600 toneladas de pescado y el promedio de la década fue de 213.500 toneladas anuales. El total anual de la pesca en Argentina no pasa de las 900 mil toneladas.
Los kelpers y los ingleses están explotando ese recurso desde hace una década, otorgando licencias a flotas extranjeras para que se lleve la merluza negra, el krill y otras abundantes variedades de pescados hacia los países de Europa y Asia.
Actualmente hay unos 105 barcos pesqueros trabajando en la zona de Malvinas que capturan 142.400 toneladas de Illex squid (Illex argentinus), conocido comúnmente como calamar, que se paga unos 1200 dólares los mil kilos.
Entre el 60 y el 70 por ciento de los ingresos de los isleños provienen de licencias de pesca que según el último informe oficial del Departamento de Pesca del gobierno de las islas, en 2014 ingresaron en materia de licencias unos 40 millones de dólares.
La Antártida
La cercanía de las islas al continente blanco es también un aspecto muy relevante desde el punto de vista geopolítico para dimensionar las posibilidades reales de lograr el control de las islas por parte de Argentina.
Decimos las islas, porque no es el conflicto por las islas Malvinas solamente, es por todas las islas: las Sándwich del Sur y Georgias del Sur más su proyección de 350 millas náuticas que representa un gigantesco territorio marítimo. Su cercanìa con la Antártida se inscribe también en la disputa del nuevo Derecho del Mar que propugna la ONU desde hace unos años.
Inglaterra ya pidió a ese organismo, por proyección de millas marítimas, la propiedad de los mismos territorios antárticos que reclaman Chile y Argentina.
Estas razones económicas, serían suficientes para que en Malvinas este instalada la mayor base mundial de la OTAN.
Pero hay que agregar otra razón, no menos relevante, que tiene que ver con el plan de Estados Unidos para dominar militarmente las zonas donde no tiene mucha relevancia su poderío bèlico.
Esa base de la OTAN forma parte del cerco para Suramérica establecido por el imperio para servir de apoyo a la IV Flota norteamericana que reactivò, hace unos años, con la idea de controlar el Caribe, Atlántico Sur, Pacifico Sur y Antártida en colaboración con Europa.
Este acuerdo está plasmado en lo que se llamò el Pacto de Lisboa. Allì se acordò que las Islas Malvinas, Sandwich y Georgias del Sur son territorios de ultramar de la Unión Europea, por lo tanto, una base de la OTAN en el plan global de dominio territorial que viene ejecutando el imperio americano junto a las principales potencias europeas.
No olvidemos que el principal aliado de Inglaterra en la guerra de Malvinas fue Estados Unidos, que le proveyó información satelital del movimiento de tropas argentinas en las islas.
Recuperar la soberanía en Malvinas, será sin dudas, una misión muy complicada. Por este motivo hay voces que dicen que habría que llegar a un acuerdo con los ingleses para explotar juntos los recursos.
¿Quienes son esas voces? Son las que tienen la idea que en política se hace lo que se puede y no lo que se quiere y que la realidad de poder en la zona puede más que los simbolismos aunque hayan centenares de muertos de este lado.
Esas voces en el área política son de aquellos que giran sus vistas a Washington y realizan reuniones con las grandes empresas para preparar el terreno en caso de ganar en el 2015.
La condena
El general Benjamín Rattenbach, elaboró en 1983 un informe a pedido de la Comisión de Análisis y Evaluación Político Militar de las Responsabilidades del Conflicto del Atlántico Sur. El informe califica la Guerra de Malvinas como una “aventura irresponsable”. Señala que cada arma funcionaba por su cuenta, que carecían de preparación y que la conducción estuvo plagada de errores. Sobre esta base, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas condenó a quienes condujeron la guerra. A Galtieri a 12 años de reclusión con accesoria de destitución; al almirante Jorge Isaac Anaya a 14 años de reclusión con accesoria de destitución y al brigadier Basilio Arturo Lami Dozo a 8 años de reclusión. En 1988, al cabo de la revisión en segunda instancia civil y federal de la condena a Galtieri y demás responsables militares, un tribunal ratificó las condenas por los delitos cometidos unificándolas en 12 años solo para los tres máximos jefes militares. Estos son, junto a otros que compartieron el genocidio y la traiciòn, los responsables de haber entregado las islas a los intereses extranjeros
