“Buscamos nuestra verdadera identidad biológica, somos víctimas del tráfico de niños y nadie nos da respuestas”

Charlamos con Graciela Palma, titular de la Agrupación ¿Quiénes Somos? para abordar el negado derecho a la identidad biológica garantizada en el articulo 12 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, que afecta a cientos de miles de ciudadanos.

Graciela es una luchadora incansable que tomó esta causa como eje de su vida. Ella se presenta como una ciudadana sin identidad biológica, una más de las cientos de miles de personas que no saben acerca de su origen biológico y buscan reconstruir sus historias reales.
Graciela, desde muy chica, sospechó que sus padres de crianza no eran su familia biológica y desde esa duda inició un largo peregrinaje para encontrar ese origen que le restituya la identidad.
Con otras personas creó la agrupación “¿Quiénes Somos? para ayudar, dar información y contención a otros que tienen las mismas dudas sobre su origen biológico, pero no tienen ayuda ni de los políticos, ni de las iglesias, ni de los medios de comunicación, ni de los organismos de derechos humanos.
Están solos, “porque este problema está ligado al tráfico de bebés, relacionado con la prostitución infantil y la venta de órganos y hay responsabilidades cruzadas de entidades estatales”, nos dice Graciela al contarnos su historia personal y de donde surge este problema tan extendido en nuestro país.

El Adán:¿Cómo surge, dónde se origina esta situación de tantos ciudadanos sin identidad biológica?

Graciela: La falta de identidad biológica está ligada, básicamente, al tráfico de bebés y hay casos que van desde la sustracción directa hasta la venta pactada con anterioridad. Cuando se habla en nuestros casos de adopción ilegal, está mal dicho, porque si es adopción no es ilegal.
Nosotros somos bebés apropiados y forma parte del negocio del tráfico de órganos y de la prostitución infantil. Como bebés del tráfico no tenemos expedientes y de víctimas pasamos a ser victimarios porque al buscar nuestros orígenes, se nos acusa de ser destructores de familias. En lo personal, tuve suerte de que caí donde caí, más allá de todos los problemas que me trajo la familia que me crió, porque muchos apropiados tienen situaciones trágicas”.
¿Cómo se producen las apropiaciones?

R: Por ejemplo, la partera o el médico le dicen a los padres que el bebé murió y no les muestran el cuerpo. En algunos casos luego de varios días les dan un cajón cerrado. El año pasado hubo un caso en Mendoza que salió por los medios, donde una chica no creyó lo que le decían en el hospital, que el bebe había muerto y que le estaban haciendo estudios para saber de qué. Estuvo 15 días reclamando que le dieran a su hijo y como este caso se hizo público, las autoridades dijeron que había sido un error y le restituyeron a la criatura. Nadie investigó nada. En general los padres, entre el dolor de la noticia y que no saben como es el procedimiento, aceptan la situación y después empiezan a atar cabos y a darse cuenta de que hay algo raro, porque por ahí no les dieron una partida de defunción, o está la partida de defunción pero no aparece la partida de nacimiento y se dan cuenta que hay un montón de irregularidades, a veces reaccionan y otras se quedan con las dudas de por vida.
Otro caso son las madres menores de edad donde es la propia familia quien dispone de la criatura y se la vende a la partera que ya tiene comprador del bebé. Está el caso de las mujeres que son del interior, que están solas o las mujeres que trabajaban en casa de familia y el patrón o el hijo del patrón la embarazó. En las provincias, con esta situación, casi siempre desaparece el bebé.

¿Cómo fue tu caso?

R: Desde chiquita tenía la certeza de que no estaba en mi familia biológica, nunca me sentí parte y en algún momento, saltaba que yo no era igual. La cuestión es que a los 16 años tenía problemas en la escuela y malestares físicos recurrentes. Estaba atendida por el Dr. Grimson, titular de Cedronar y no se, de repente mis padres de crianza decidieron que me iban a decir la verdad.
Se organiza una reunión con un terapeuta, me preguntan qué pensaba yo de mis padres y lo dije con mucha naturalidad “yo soy adoptada”, y la respuesta fue rápida: “bueno si, es verdad, tu madre era una prostituta, te iba a tirar a la basura y nosotros te salvamos”.
La frase terrorífica perfecta para decirle a una adolescente de 16 años, pero a mí me sirvió. El blanqueo de la situación provocó en mí un vuelco total, pasé de ser la peor alumna a la mejor, mis notas eran 9, 10, 9, 10, durante todo el secundario y se me fueron todos los síntomas físicos, aunque tengo a veces ataques de pánico.
Igual, nunca me cerró la historia de la prostituta y seguí mi vida hasta que en el año ‘86 fallece mi padre de crianza y ahí es cuando la familia sin vueltas de nada me dijo “bueno ya lo sabes, el que tenía peso falleció, arreglate” y se fueron todos,… ahí me quedé sin tíos, sin primos… era increíble lo que escuchaba…

¿Y las dudas de tu historia que aún no te cerraban…?

R: Me saqué una buena parte, aunque no sé toda la verdad.
Un día la senté a mi vieja y le dije “yo quiero saber la verdad”. Ahí me contó que ella no podía tener hijos, el médico se lo confirma, le comenta de que puede tener una criatura y le pasa el dato de una partera, la llama por teléfono y empieza toda la cadena.
Me cuenta que esta partera no tenía criaturas disponibles y le pasa datos de otras, hasta que da con una que dijo “si, voy a tener disponible una criatura dentro de poco tiempo”.
Era una chica joven que la familia no quería que se quede con el bebé. Bueno, ahí ya descarté a la prostituta que me iba a tirar a la basura.
Esta partera trabajaba en el Hospital Español de la Capital Federal, dicho por mi madre sustituta.
Me contó que la citaron para que vea de lejos, en la parte de obstetricia, a mi madre verdadera, que se estaba haciendo los controles.
Ve a una mujer pelirroja,- ella dice que de nariz ancha- que la partera siempre se refería a ella como la polaca. Eso significó mucho para mi, en primer lugar, entendí porque cuando terminé el secundario, me propuse estudiar un idioma y elegí el traductorado de ruso que provocó una reacción muy negativa de mis viejos porque sabían que mi madre biológica era polaco-rusa y otra cosa más: cuando nace mi hija, el médico me entrega una bebe rubia y de ojos claros, y lo que menos pensé en mi vida era que iba a tener un hijo rubio y de ojos claros, tengo pelo castaño, ojos marrones, el papa de mi nena también, no hay antecedentes familiares y al verla a ella dije: “ahí está mi historia….”.

¿Cómo empezó la agrupación “Quienes Somos”?

R: Me relacioné con mucha gente que tenía problemas similares y empezamos a ayudarnos.
En una oportunidad fui al Registro Civil y no tenía partida de nacimiento sino un certificado de nacimiento, pedí la partida y no me voy a olvidar nunca el frío que me corrió por todo el cuerpo cuando compruebo que no había ninguna adopción, porque cuando hay una adopción en el margen de la partida de nacimiento hay una leyenda referida al juzgado, expediente número tal, el nombre del juez, no había nada. Allí conocí muchas personas con el mismo problema y decidimos agruparnos en “Quiénes Somos” para exigir nuestro derecho y el de los demás, a tener su verdadera identidad.

¿Cuál es la respuesta de las autoridades?

R: Nadie te da respuestas, los funcionarios nos decían “yo no puedo hacer nada”, nosotros le respondíamos que si, “agarre una birome, una hoja y denuncie ante quien corresponde que en el país hay millones de personas sin identidad biológica”.
Cuando hacés una denuncia, te tienen un año diciendo que no hay datos y se archiva. En mi caso, cuando presento el dato de la partera, ellos piden informes en el Ministerio de Salud y dicen “no, acá no existe la partera”, voy al Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires y en menos de un minuto, en una computadora, saltó todo sobre la partera. No les interesa nuestra situación.

¿Fueron a los organismos de derechos humanos?

R: Fuimos a ver a Carlotto, de Abuelas, ni ella ni su hijo que es el presidente de la Comisión de Derechos Humanos nos recibió y es porque saben que esto es tráfico de niños. También fuimos a la CONADI, (Comisión Nacional del Derecho a la Identidad) que atiende todos los casos de lesa humanidad de la dictadura militar para pedir que hagan una ampliación para que ellos puedan atender nuestros casos. Bueno, el proyecto se cajoneó.
Fuimos a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y nos dijeron que ya somos viejos para este tema, que no existen archivos, porque necesitamos recurrir a los libros de parto de los hospitales, ahí esta el nombre de nuestra madre, en esos archivos que nos niegan. En los hospitales te dicen que no hay archivo o se inundaron, se quemaron, se los comieron las ratas o que cada 12 años los destruyen, cosa que es mentira. En los libros de parto están las historias clínicas, el libro de entrada, de salida, de enfermería, hay muchas cosas. Pero en realidad, no quieren que salte este problema que los afecta a ellos.

¿En qué lugares tienen detectados más casos?

R: En clínicas clandestinas y hospitales como el Fernández, Rivadavia, Maternidad Sardá, el Durand, el Álvarez, hay casos en todos lados. Muchas criaturas tienen nombres como Norma Irma, Irma como apellido, fijate los casos que hay, Lorenzo Miguel, Espósito, nombres que se colocan por la falta de apellido y el Estado avala este documento donde figura que no tiene ni madre ni padre. Acá tengo una del Hospital Álvarez con el apellido Leonor.
Queremos que haya una comisión, como la CONADI, que atienda este tema, que reciban el pedido de alguien que duda de su identidad biológica y empiecen la búsqueda en el Registro Civil, en los hospitales hasta la ubicación de la familia biológica.

¿Que le dirías a la gente que tiene dudas sobre su identidad?

R: El que tiene dudas sobre su identidad tiene que saber que es una necesidad conocer el origen biológico, no hacerlo deja secuelas. Cuando nos preguntan ¿qué le cuestionás a tu familia de crianza? decimos: la mentira. A la gente que no puede tener hijos y quiere adoptar le decimos que no se tienten, porque cuando se inicia el trámite de adopción legal, enseguida reciben el llamado telefónico con la oferta. Piensen que acá se ve afectada una criatura, un sujeto de derecho y que si el día de mañana esa criatura se enferma va a sufrir toda la familia porque no están los antecedentes del niño y además no tenemos que alimentar el tráfico de bebés, es una aberración. A cualquier mamá o cualquier papá que en algún momento tenga una duda, que tuvieron un hijo que falleció y que no les quedó claro, que no tienen partida de defunción, que se acerquen, que eso se puede investigar y las mamás que por algún motivo tuvieron que entregar a sus propios hijos o que se los sacó la propia familia que no tengan miedo. Todo el trabajo de búsqueda es gratuito, confidencial, se puede hacer y es fundamental, se van a sacar un peso de encima. Si tienen dudas contáctense con nosotros: Agrupación Quiénes Somos.
www.ag-quienessomos.com.ar

Un comentario sobre ““Buscamos nuestra verdadera identidad biológica, somos víctimas del tráfico de niños y nadie nos da respuestas”

  1. Hola Me Llamo Danila Tengo 14 Años
    Y Queria Decir Q Ami Hace 9 Meses me ribaron a mi beba recien nacida del hospital.y hasta el dia de hoy no se nada de su paradero.quisiera pediirles si me ppueden ayudar a encontrarla x que estoy sufriendo mucho su ausencia

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