Nuestro instituto fue creado por la Madre Cabrini, fundadora del Instituto de las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús (hoy Santa Francisca Javier Cabrini), en 1901, durante su segundo viaje a nuestro país.
En aquellos tiempos Italia –recientemente unificada en los político- pero con situaciones aún no resueltas, se había convertido en expulsora de una gran masa de población cuya principal meta era América.
La difícil inserción de estos inmigrantes en los países de destino y su alejamiento de la vida sacramental convertían en prioritario el trabajo pastoral de la Iglesia entre estos grupos.
A comienzos de 1901 Madre Cabrini, visitando a las hermanas que habían asumido la dirección del Orfanato Irlandés dijo, proféticamente, mirando a lo lejos: “allá iremos, donde está aquel monte de eucaliptos y palmeras”
El padre Darío Broggi era conocedor de madre Cabrini desde 1893, tiempo de la primera fundación en Génova, y se había reencontrado con él al llegar a nuestro país en 1895 y también en este segundo viaje.
Lo encuentra siendo teniente cura de la “Merced” en la Capital Federal y Capellán de San Irineo e Caballito; y le pidió que por favor atendiera a los pobladores de “Villa Mitre”, en general inmigrantes italianos que apenas sobrevivían cultivando sus “quintas” y cuidando sus gallineros, pero que estaban totalmente abandonados en la vida espiritual e incluso cultural.
El 2 de Marzo de 1901 Madre Cabrini compra los terrenos de Villa Mitre –Flores- tres manzanas desde el arroyo Maldonado a San Matías, al señor Adriano Suchón.
Las memorias de la comunidad religiosa relatan: “era un chalet abandonado, rodeado de árboles y un gran campo. En las casas, casi todas aisladas en la campiña, a grandes distancias de la iglesia…vive una población de inmigrantes atraído por la esperanza de la fortuna, todos inmersos en un trabajo afanoso”.
De estos testimonios surgen claramente el principal motivo que indujo a Madre Cabrini a instalar una misión en este barrio: la necesidad de asistir espiritual y materialmente a la gran legión de inmigrantes italianos que vivían en estado de marginalidad social.
Allí fueron a vivir cuatro hermanas: Jesuina Enrico, Giuseppina Moggio, Bernardina Dagral, y Jesuina Marinoni; y el 27 de Junio de 1901 se inauguró el orfanato y oratorio “Regina Coeli”.
En los primeros tiempo, la necesidades de la zona hicieron que este centro enfocara su acción a extender la sacramentalización a la comunidad (niñas internas, y fieles de la zona), a la asistencia social y a la preparación de las jóvenes en tareas artesanales. Madre Cabrini sostuvo que uno de los principales medios para conducir a los hombres a Cristo era la educación de la juventud. Por ello aquel camino iniciado fue con el correr del tiempo la actividad principal que sirvió para prolongar la misión.
Contribuyó a esto el proceso de cambios económicos y sociales de nuestro barrio a lo largo del siglo, motivando acciones diferentes de las que inspiraron su fundación.
Hna. Carmen Pantano M.S.C.
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