¿Qué es el Papanicolaou y la Colposcopía?

El pap y la colpo son dos exámenes utilizados para la detección de enfermedades benignas y para prevenir principalmente las enfermedades malignas (cáncer) del cuello del útero. 

El papanicolaou (pap), consiste en tomar las células que caen espontáneamente del cuello uterino, por fuera con un instrumento de madera llamado espátula (espátula de Ayre) y por dentro con un cepillo (cepillo endocervical o citobrush).

Estas células se colocan sobre un vidrio (portaobjetos), el cual se envía a un especialista (citólogo), que nos dará un informe; antiguamente se clasificaba este informe en I, II, III, IV, V, en la actualidad cambió a un sistema de clasificación diferente (Sistema Beteshda) donde se informa la calidad de la muestra, si hay alguna infección, si hay enfermedades benignas (SIL), si hay cáncer y por último el estado hormonal de las células.  

Con respecto a la colposcopía (colpo), es un método por el que el ginecólogo observa el cuello del útero con un aparato llamado colposcopio, que tiene luz y aumento. Con este equipo se tratarán de encontrar distintos tipos de imágenes como ser: ectopia (llaguita), leucoplasias, mosaicos, puntillados (manchitas), las cuales según el aspecto, tendrán que ser biopsiadas cuando el médico sospeche que éstas no sean normales. 

¿Quiénes y cuando deben realizarse el pap y la colpo? 

Debe hacerlo toda mujer que haya iniciado sus relaciones sexuales, y mantener los examenes hasta aproximadamente los 70 años, siempre y cuando, los controles anteriores no hayan presentado patología, o según prescripción médica.

Esta rutina debe realizarse una vez por año, excepto que por algún motivo el médico le indique realizárselo con más frecuencia.

En el caso de mujeres que no tengan útero, por haber tenido una enfermedad maligna en este órgano, deberán también realizárselo con la misma frecuencia, y si es por enfermedades benignas, bastará con un examen ginecológico anual (sin papanicolaou ni colposcopía).  No hay que esperar a tener algún síntoma o molestia para realizarse estos dos exámenes, porque la única forma de curar el cáncer de cuello uterino es detectándolo cuando todavía no empezó.

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