La ‘Caravana de la Dignidad’ marchó desde la tradicional iglesia de San Cayetano hasta Plaza de Mayo bajo la consigna de Paz, Pan y Trabajo. Desde el sábado a la mañana decenas de fieles ya estaban haciendo fila para pedir y agradecer al patrono del trabajo en los alrededores de la parroquia.
Bajo la idea de visibilizar a los sectores más pobres, postergados y excluidos del sistema de trabajo formal participaron de la marcha, que reunió a unos 80 mil manifestantes, el Partido Justicialista Nacional, el Movimiento Evita, Barrios de Pie, el MTA, la CCC, la Corriente Federal, integrantes de la CGT, las dos CTA, ATE, la Corriente Federal de los Trabajadores, la FULP, la FUBA, y SUTEBA, entre otros.
La jornada comenzó a las 8.30 con la tradicional misa y continuó con una concentración a las 13.30 en Avenida de Mayo y 9 de Julio para marchar hacia la plaza para visibilizar el sector informal que agrupa unas cinco millones de personas en todo el país, que reclaman por despidos y el hambre de centenares de familia.
Esta histórica marcha independientemente de la adhesión política se diferenció de las otras dos iniciativas realizadas el 24 de febrero con el paro nacional de ATE y la del 29 de abril donde las cinco centrales se pronunciaron contra los despidos, ya que en esta oportunidad, por primera vez se pone en agenda el reclamo de los ciudadanos más vulnerables, los desprotegidos que no están incluidos en el sector formal.
Este segmento sufrió un profundo deterioro y creció del 32 por ciento al 40 por ciento en la actualidad, debido a las políticas implementadas por el gobierno nacional, que provoco despidos, perdida de trabajo al estilo de changas y la disparada de los precios de los alimentos. También se suma a esta realidad angustiante, el incremento de las tarifas que provocó el cierre de mercados y locales barriales como las panaderías y carnicerías que son electro dependiente, los clubes de barrio y el faltante de comida en la mesa de la familia que produce un profundo mal social.
Es general la certidumbre que cuando el Estado abandona sus políticas sociales y genera estos desastres económicos, gana espacio el narcotráfico, el delito y los sectores corruptos de las fuerzas de seguridad que estigmatizan a los chicos pobres. En este sentido se está observando una profundización de los casos de violencia institucional.
Segùn monseñor Jorge Lozano la clase media más pobre está en el límite de subsistir porque tiene salarios atrasados y advirtió sobre los altos índices de desocupación.
La ‘Caravana por la Dignidad’ fue encabezada por los ‘Misioneros de Francisco’, una estructura laica que misiona y celebra la palabra del Papa en los barrios más humildes.
La caravana se trasladò desde la avenida Rivadavia y Cuzco y a la altura del barrio de Flores se sumò la comunidad boliviana y grupos de cartoneros. En Plaza Miserere se unieron la Federación Universitaria de Buenos Aires; y en el Congreso, la Unión de Trabajadores por la Tierra, para confluir en Av. de Mayo y 9 de julio. Entraron a la Plaza de Mayo a través de tres columnas: una por Avenida de Mayo, otra por Diagonal Norte; y la tercera, por Diagonal Sur.
En el palco situado delante de la Pirámide de Mayo hizo uso de la palabra Esteban Castro (CTEP); Daniel Menéndez (Barrios de Pie); y Amancay ‘Chiquito’ Ardura (CCC) .
Todos los analistas coinciden en que la situación en los barrios del conurbano principalmente, empeora cada día más por los estragos de la devaluación sumados al aumento de precios de los alimentos básicos. Pasaron de dejar de pelear por un trabajo con derecho a la disgregación social en la pelea contra el hambre.
La canasta básica total actualmente es superior a los 10 mil pesos y el salario de un trabajo formal es de 8.060 pesos, por eso la situación es grave para los trabajadores en blanco, pero mucho más sobre los de la economía popular ya que un sueldo, por ejemplo, de Argentina Trabaja es de 3.600 pesos, y en general no superan los 4.000 pesos.
Estos sectores están integrados por cartoneros, pequeños agricultores, trabajadores de empresas recuperadas, ferias, vendedores ambulantes, cooperativas vinculadas a programas sociales, los que construyen la infraestructura social, ladrilleros y manteros, entre un sinfín de actividades de supervivencia.
Variadas son las interpretaciones a futuro de esta situación angustiante, pero en general coinciden que si continúa la importación indiscriminada de productos importados que destruye industria nacional y el ajuste irracional de tarifas, el panorama en el corto plazo es angustiante y no exento de conflictos sociales que no podrán contenerse solo con promesas a futuro.
