Por la pésima política económica nacional, la empresa gráfica Anselmo Morvillo anunció el cese de sus actividades en su planta de Avellaneda. La decisión fue comunicada a través de un mensaje en el que la patronal argumentó que la caída del 63% en el volumen de producción, la pérdida de clientes estratégicos, el aumento de los costos de insumos y las nuevas exigencias de pago anticipado del papel hicieron insostenible la continuidad de la firma.
El cierre deja desamparados a los trabajadores, las principales víctimas de la crisis. Para defender sus puestos de trabajo, resolvieron una permanencia indefinida en la planta con el objetivo de defender sus derechos laborales y la continuidad de la empresa.
La crisis en la industria gráfica se ha profundizado en el último año, por las políticas recesivas del gobierno que multiplicó los despidos y el cierre de empresas del sector.
Morvillo, que durante casi medio siglo se mantuvo como una de las principales firmas del rubro, destino similar al otras editoriales que en los últimos años dejaron de operar.
Si bien surgieron versiones sobre inversores interesados en la empresa estas propuestas estarían condicionadas a despidos masivos, reducción salarial y pérdida de derechos laborales. Frente a este escenario, convocan al movimiento obrero y, en particular, al gremio gráfico a plantear una lucha para recuperar la empresa.
El conflicto en Morvillo se enmarca en un contexto de ajuste y caída de la actividad industrial, donde la defensa del empleo y los derechos laborales es una política aceptada y promocionada por el gobierno de Milei.