Hogar Curapaligüe: denuncia por graves deficiencias edilicias y alimentos en mal estado

El Juzgado N° 20 a cargo de Guadalupe Tagliaferri  avaló en la ciudad  una grave denuncia acerca de las condiciones de un hogar para niños dependiente del gobierno porteño, que se repite en varias de estas instituciones en la ciudad.

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El estado de los hogares porteños para niños se encuentra en una situación de emergencia. El caso del Hogar Curapaligüe es la punta del iceberg de un escenario desolador, a punto tal que el Juzgado N° 20 concedió una medida cautelar solicitada por la Asesoría Tutelar Nº 1 por las pésimas condiciones estructurales del edificio, a causa del hacinamiento poblacional, la caída de mampostería del techo,  conexiones eléctricas  abiertas, instalación ilegal de gas y los pocos trabajadores a cargo de los niños y niñas están precarizados.

La función de estos hogares es dar protección a niños y niñas que sufren  violencia intrafamiliar. Una vez que la Defensoría de niños identifica un problema familiar, dicta una medida de abrigo y los niños quedan bajo guarda judicial y al cuidado de la Ciudad.

Lejos de cumplir su función el hogar expone a peligros permanentes tanto a los chicos y chicas alojados como a los trabajadores.  No solo la infraestructura no es adecuada, sino que las deficiencias pueden provocar situaciones trágicas, como una fuga de gas que hubo este año y se hizo un arreglo clandestino sin intervención de Metrogras, según denuncian los propios trabajadores..

El fallo obliga a los responsables de estos centros asistenciales, la ministra de Desarrollo Guadalupe Tagliaferri; la subsecretaria de Promoción Social Itatí Canido y la directora de Niñez y Adolescencia, Gabriela Francinelli a intervenir pero no se ocuparon de nada de lo denunciado aduciendo  que la justicia está encaprichada y  que los denunciantes hacen política.  Sin embargo, es para pensar que  un hogar no se te cae de un día para otro y como no es el único, hay una grave desidia de parte de los funcionarios.

Los delegados y trabajadores del hogar hablan de una situación desesperante.” Ante estas denuncias, la Asesoría Tutelar, que es un órgano de la justicia, intervino con una cautelar muy precisa, en la que se le exige al gobierno de la ciudad,  un plan de obras y establece un escalonamiento de fechas en la que los arreglos deben ser cumplidos”.

“El hogar está excedido en 20 chicos y hay apenas 40 trabajadores divididos en cinco turnos para trabajar con ellos. La combinación entre sobrepoblación y falta de personal hace imposible establecer un vínculo significativo para ayudar a construir un espacio que sirva para afirmar una subjetivación apropiada y que el hogar deje de ser un aguantadero.”

El problema del gas ha traído consecuencias directas sobre los chicos y chicas que se bañan  calentando el agua con jarras eléctricas y como no pueden cocinar, el gobierno manda viandas, muchas veces en mal estado. Hay fotografías que documentan todo esto.

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Denuncia por falta de personal

Existe un documento elaborado por la Junta Interna de Delegados de  Desarrollo Social porteño de ATE-CTA junto a los trabajadores de los hogares, fue presentado tras una conferencia de prensa en la que también participaron los legisladores María Elena Naddeo y Alejandro Bodart y la Defensora Adjunta del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Graciela Muñiz.

El primer punto marcado en el informe tiene que ver con la precariedad edilicia: «En varios de los dispositivos convivenciales, tales como el Hogar Curapaligüe y Eva Duarte, las condiciones de higiene, seguridad y equipamiento violan las disposiciones”.

Parte de esta infracción tiene que ver con el hacinamiento ya que, según el informe, «la totalidad de hogares dependientes de la Subsecretaría de Promoción Social se encuentran excedidos con respecto al número máximo de convivientes estipulado».

A modo de ejemplo, se detalla que en el Hogar Vallecito (de 0 a 3 años) deberían vivir 13 niños y viven 16, en tanto en el Hogar Curapaligüe (de 3 a 12 años) y en el Hogar del Valle (3 a 12 años) tendrían que haber 30 niños y hay 40 respectivamente.

El tercer punto es la falta de personal y aquí los ejemplos vuelven a ser contundentes: donde tendría que haber un operador cada tres niños, hay uno cada cuatro o cinco según el turno (Hogar Vallecito) o donde debería haber uno cada seis, hay uno cada ocho o diez (hogares Curapaligüe y Del Valle).

Pero más allá de los operadores, es decir, de las personas que trabajan dentro las casas, el informe describió que también existe falta de personal en los equipos profesionales.

«En este caso, la ley 2881 inc. 9.5.3.3. b estipula que cada equipo se conforme mínimamente por un/a licenciado/a en Trabajo Social, un/a licenciado/a en Psicología o Psicopedagogía y un profesional o profesor en el área educativa, previendo un máximo de 12 casos por equipo», precisa el documento.

“Actualmente, ninguno de los Equipos Profesionales (…) cumple con estas disposiciones y la mayoría de ellos se componen de dos profesionales, generando una sobrecarga de tarea, lo cual impacta directamente en la posibilidad de desarrollar las estrategias pertinentes, en pos de lograr restituir aquellos derechos que se encuentren vulnerados».

La justicia ha intervenido aceptando una cautelar de los trabajadores, pero  el gobierno no está actuando con la celeridad que estos casos ameritan y denuncia operaciones políticas que la realidad de los hogares desmienten.

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(Fuente: Télam y Tiempo Argentino)

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