El 17 de mayo de 2009 falleció el poeta, dramaturgo y periodista uruguayo Mario Benedetti
A un siglo del natalicio del escritor uruguayo, compartimos cinco de sus poemas más conocidos para celebrar el legado literario de uno de los autores más importantes de la región.
Mario Benedetti nació en Paso de los Toros, Uruguay, el 14 de septiembre de 1920. Desde muy joven ejerció distintos oficios, hasta que poco a poco se introdujo en los círculos literarios de la época, con una producción prolífica. Su primer libro de poesías fue La víspera indeleble (1945).
Escribió novelas, cuentos, ensayos, críticas y una obra de teatro. En el género lírico es donde más se lo recuerda.
Comenzó a formarse como periodista en el semanario Marcha, dirigiendo el suplemento literario. Trabajó en El Diario y La Mañana, en los que abordó la crítica de cine y teatro. En 1949 publicó su primer libro de cuentos, Esta mañana, y en 1953, su primera novela, Quién de nosotros.
En 1971 participó en la fundación del Movimiento de Independientes 26 de Marzo, agrupación que formó parte de la coalición de izquierdas Frente Amplio desde sus orígenes.
Luego del Golpe de Estado de 1973 en Uruguay, se exilió en Buenos Aires, en Perú, posteriormente en Cuba y, desde el año 1977, se instaló en Madrid.
Su obra ganó reconocimiento, a lo largo de los años, tanto en Uruguay como en el resto del mundo hispanohablante. Al surgir del mundo real y cotidiano, la poesía de Benedetti muestra al Uruguay en crisis, los años de exilio, la injusticia, la pobreza y el abuso de poder.Sus poesías también llegaron al mundo de la música, interpretadas por él o musicalizadas por Joan Manuel Serrat, Daniel Viglietti o Nacha Guevara, entre otros grandes artistas: Hagamos un trato, Una mujer desnuda y en lo oscuro, Por qué cantamos, De árbol a árbol, Táctica y estrategia resuenan en nuestros oídos.
En cine se han hecho importantes adaptaciones de sus obras: Su cuento El olvido (1974) fue uno de los relatos en que se basó el film Dale nomás de Osías Wilenski. Su novela La tregua (1974) llegó al cine dirigida por Sergio Renán y protagonizada por Héctor Alterio y Ana María Picchio, y fue nominada al Premio Oscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos. Su novela Gracias por el fuego (1984) tuvo su adaptación cinematográfica bajo la dirección de Sergio Renán.
Su testamento quedó asentado en la Fundación Mario Benedetti, con el objeto de preservar su obra, apoyar la literatura y trabajar por los derechos humanos:
No te salves
No te salves
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
