El gobierno bonaerense y el porteño contemplan la posibilidad en un futuro cercano, de la incineración como forma de tratamiento final para la basura.

El gobierno bonaerense y el porteño contemplan la posibilidad en un futuro cercano de la incineración como forma de tratamiento final para la basura. La ciudad y el área metropolitana de Buenos Aires generan 15.000 toneladas de residuos diarios y  desde hace más de una década sólo se dispone en el relleno sanitario Norte III, en el partido bonaerense de San Martín.

La ciudad de Buenos Aires  no tiene para el destino final de su basura  terrenos propios y desde mediados de los 70 con la creación de Ceamse se utiliza el relleno sanitario con enterramiento como último paso para los residuos porteños.

En 2005 el distrito votó la denominada ley de Basura Cero que propone la disminución de lo que se entierra hasta reducirla a su mínima expresión por medio del reciclado, compostaje u otras técnicas amigables con el ambiente. Los plazos de esa ley están vencidos. En 2012 el distrito debía disminuir el 50% de los residuos que se enterraban, sin embargo, actualmente la reducción del enterramiento alcanzó el 36% gracias a una planta de tratamiento de áridos (restos de construcción) que trata 2000 tn por día. Mientras que el sistema de recolección diferenciada apenas alcanza el 6 por ciento, siempre según cifras oficiales.

La gran dificultad que presenta aquella norma, votada por unanimidad por el macrismo, es que prohíbe la incineración. Es decir, para volver a incinerar basura en la ciudad,  el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, deberá reformar esa norma.

Las ONG ambientalistas  creen que optar por la incineración es la última opción y que implicaría un cambio de 180 grados en la política de residuos que se lleva a cabo actualmente en la ciudad.  Más allá del marketing del PRO,  no hay nada avanzado en compostaje ni en reciclaje que puedan palias este problema en forma seria y eficiente.

Los hornos incineradores funcionaron en Buenos Aires hasta los 70. La gran contaminación que generaba la quema los prohibió. La tecnología nueva es diferente. Es más moderna y se utiliza en países europeos y en algunas ciudades estadounidenses.

Los hornos incineradores utilizan un combustible que puede ser gas, gasoil o fueloil, para quemar la basura. La basura incinerada genera energía que se usa para el mismo horno y también puede utilizarse para el sistema eléctrico. Sin embargo, el gran problema son los contaminantes que emanan de esa quema, así como también las cenizas que quedan como residuos.

Para los ambientalistas no sólo tiene que ver con los costos: en las ciudades europeas y, especialmente en Estados Unidos, son complementarias de otros sistemas.

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