Sabrina Ortíz, sus hijxs y esposo, sobreviven con glifosato en sangre. Varios estudios probaron daño genético en toda la familia, que vive en una zona de cultivo de soja transgénica. Sabrina y otras madres de barrios de Pergamino reclaman por el cumplimiento efectivo de la prohibición de uso de plaguicidas junto a esa ciudad y pide a las autoridades locales y nacionales que prohíban el fumigado de los pueblos con glifosato, que ya causo innumerables problemas de salud en las poblaciones cercanas, desde problemas respiratorios hasta cáncer.
