De “Bella Vista” a Donato Álvarez.

Los nombres de las calles

Donato Álvarez es una arteria que corre de Sur a Norte. Inicialmente se llamó “De las Tropas”, debido a que era una antigua vía de comunicación entre el partido de San José de Flores y el pueblo de Belgrano. De modo inverso, también fue ruta obligada para dirigirse desde los cuarteles del gobernador Rosas en Palermo (Avenidas. Sarmiento y del Libertador) hasta las poblaciones de San Justo, Guardia del Monte y otros lugares del sudoeste. Luego pasó a llamarse “Bella Vista”, que era un camino que corría entre dos barreras: la del entonces FC Oeste y la del que se conocía como Pacífico. Imaginemos que en esas épocas, pasando diez cuadras de Rivadavia y “Bella Vista” era todo campo salvaje.

Sin embargo, con el posterior avance de la urbanización, más allá de La Paternal, el nombre de “Bella Vista” resultaba desconocido. Oficialmente subsistió esta denominación hasta que se dictó la Ordenanza municipal nº 107 del 4 de Julio de 1916, en que esta calle recibió su nombre actual.

Podemos decir que Donato Álvarez es una arteria que tiene antigüedad y antecedentes suficientes para hacerse respetable por su historia en la vida de la ciudad. Actualmente se extiende desde Flores hasta Villa Urquiza.

En su encuentro con la calle Bogotá estaba el sanatorio psiquiátrico del doctor Gonzalo Bosch que cubría una manzana rodeada de verjas. En ese sanatorio murió el gran Pablo Podestá, en 1923. Hoy en dicho terreno se encuentra la plaza que se llamó, hasta el 24 de septiembre de 2009, Tte. Gral. Pedro Eugenio Aramburu, militar golpista, responsable de los fusilamientos de 1956 sucedidos luego de la caída de Perón por el golpe militar de 1955. Esta referencia y homenaje al golpista militar siempre fue rechazada en el barrio de Flores y la plaza pasó a llamarse, a partir del 2009, por una iniciativa de la legislatura porteña, “Del Ángel Gris”, personaje creado por el escritor Alejandro Dolina para contar sus historias situadas, precisamente, en ese barrio porteño.

Más adelante, en su trayecto hacia el norte, Donato Álvarez bordea la Plaza Irlanda que antiguamente era un inmenso potrero con yuyales que se extendía hasta el Norte de la ciudad.

Actualmente, ese antiguo camino de tropas, es una avenida que al encontrarse con Triunvirato a la altura del parque Chas, en su cruce con Gándara, produce un corte en su trayecto, hasta que después de ese trance renace a la altura del 3400 para cumplir con su destino final. Nace en Av. Rivadavia 6199 y termina en Av. Olazábal 4602.

Cabe recordar que en 1905, desde septiembre hasta diciembre de ese año, el club Independiente tuvo su cancha en la calle “Bella Vista” (hoy Donato Álvarez) al 2000, en la intersección con el Camino a San Martín (hoy Avenida San Martín),  a solo cinco cuadras de donde estaba inicialmente, en  Boyacá y Camarones, aunque algunas crónicas dicen que el club rojo nació en Donato Álvarez y Gaona.

¿Quién fue Donato Álvarez?

Como muchas de las arterias de Buenos Aires y de varias regiones de nuestro país, los nombres de las calles están ligados a la guerra por la independencia o a la lucha entre unitarios y federales que son el núcleo del desarrollo de la historia argentina.

El caso de Donato Álvarez no es la excepción, ya que fue militar y participó activamente en muchos sucesos importantes de la historia nacional.

Nació en Esquina, provincia de Corrientes, el 17 de Febrero de 1825, en el seno de una familia que se definían como unitarios. Estudió en el colegio de San Ignacio de Buenos Aires y siendo adolescente y en ese marco de la Guerra entre Unitarios y Federales, Rosas lo mandó a arrestar a la salida del establecimiento escolar, junto con otros doce compañeros por el solo hecho de ser hijos de unitarios. Algunos historiadores no dan fe a esta versión del secuestro, relatada por el mismo Donato Álvarez.

Esa versión de su arresto, cuenta que como castigo, (la otra dice que voluntariamente), fue enviado a la frontera, sirviendo en el regimiento de Coraceros “Escolta Libertad” como trompa de órdenes (trompetista).

Ya más adulto, tomó parte en la campaña al desierto contra las poblaciones originarìas y participó en el combate de Tapalqué, donde resultó herido. Esta batalla fue el 20 de agosto de 1839 cuando unos 1.200 indígenas atacan a las fuerzas del Coronel Nicolás Granada que los derrota en el lugar donde hoy se levanta la localidad de Tapalqué, a unos 270 Km. de Buenos Aires.

Donato Álvarez siguió luchando contra los indios en los años siguientes y en 1840 combatió contra las fuerzas del general unitario Lavalle con el grado de sargento.

De Federal a Unitario

Lavalle era parte de la Coalición del Norte, una  alianza de casi todas las provincias del norte argentino unidas contra el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas y sus aliados.

El general Juan Lavalle ya llevaba más de un año guerreando contra Rosas en Entre Ríos y Corrientes. Se lanza a invadir la provincia de Buenos Aires, pero al fracasar en su invasión, se retiró hacia Córdoba, provincia en la que fue derrotado en la batalla de Quebracho Herrado.

Luego de estos combates contra Lavalle, Donato Álvarez,  en 1849, consigue desertar del ejército de Rosas y se pasa a las tropas del general Juan Madariaga, unitario. Allí pelea con el grado de alférez de caballería y es  ascendido primero a teniente y luego a capitán en 1851.

En su derrotero militar, participó en la histórica batalla de  Caseros, ocurrida el 3 de febrero de 1852 donde el ejército de la Confederación Argentina, al mando de Juan Manuel de Rosas fue derrotado por el Ejército Grande, compuesto por fuerzas del Brasil, el Uruguay y las provincias de Entre Ríos y Corrientes, liderado por el gobernador de Entre Ríos, Justo José de Urquiza, quien se había sublevado contra Rosas el 1º de mayo de 1851 en que lanzó el llamado Pronunciamiento de Urquiza.

En esa batalla trascendental de la historia argentina, Donato Álvarez comandaba un escuadrón al servicio de Urquiza.

La batalla culminó con la victoria del Ejército Grande y la derrota de Rosas, que el mismo día renunció al gobierno de la provincia de Buenos Aires.

Luego de Caseros, Donato Álvarez  pensó separarse del ejército y dedicarse al comercio, cosa que sus jefes y compañeros de armas no le permitieron realizar.

Fue por esto que participó en la guerra del Paraguay donde fue ascendido a coronel en 1868 y en 1870 el presidente lo designó para que marchara a Entre Ríos a sofocar el alzamiento de López Jordán a quien derrotó en varias acciones, con lo que quedó pacificado el país y consolidada la situación del gobierno nacional.

En 1872 fue destinado a la frontera sur de Santa Fe donde combatió nuevamente contra los indios durante muchos años.

 

Contra los radicales

 

Su última participación militar destacada fue cuando venció a los radicales en la Revolución del Parque, también conocida como Revolución del 90, que fue una insurrección cívico-militar producida el 26 de julio de 1890 y dirigida por la recién formada Unión Cívica, liderada por Leandro Alem, Bartolomé Mitre, Aristóbulo del Valle, Bernardo de Irigoyen y Francisco Barroetaveña. La revolución, que luchaba contra el fraude en las elecciones, fue derrotada por el gobierno, pero llevó a la renuncia del presidente Miguel Juárez Celman, y su reemplazo por el vicepresidente Carlos Pellegrini.

Donato Álvarez, que participaba en la Masonería desde hacía varios años, por su intervención en los sucesos de 1890, se lo ascendió a la jerarquía de teniente general, pasando a retiro en 1895.

Falleció en Buenos Aires el 23 de Septiembre de 1913 y sus restos se encuentran en el Cementerio de la Recoleta.

Una localidad de la provincia de Tucumán, también recuerda a Donato Álvarez, aparte de la calle que atraviesa varios barrios porteños.

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