Los votantes porteños deberán cumplir con dos cronogramas electorales obligatorios, el local y el nacional, y se vota hasta 6 veces.
Las PASO en la Ciudad serán el 26 de Abril. La primera vuelta de las elecciones para jefe de Gobierno el 5 de Julio y una hipotética segunda vuelta se celebraría el 19 de Julio. Además de las PASO, la primera vuelta y el balotaje en la Ciudad, habrá también PASO nacionales el 8 de Agosto, primera vuelta el 25 de Octubre y la segunda posible segunda vuelta a nivel nacional, el 24 de Noviembre.
De esta manera, los porteños podrían concurrir a las urnas hasta en seis oportunidades. La elección 2015 es para elegir jefe y vicejefe de Gobierno, 30 legisladores y cargos en las Comunas.
El Gobierno de la Ciudad, implementará en las PASO el sistema de voto electrónico. El votante deberá interactuar con una pantalla para elegir a sus candidatos de cada categoría y después de cargar el voto, la máquina imprimirá una boleta papel que va a una urna.
Democracia representativa vs democracia participativa
Votar es una forma de participar en el proceso democrático y en este 2015, con tantas excursiones al cuarto oscuro, muchos porteños sentirán que están participando más que nunca, pero ¿es cierta esta afirmación? En la democracia representativa el pueblo delega la soberanía en autoridades elegidas de forma periódica mediante elecciones libres.
Estas autoridades en teoría deben actuar en representación de los intereses de la ciudadanía que los elige para representarlos, en cambio la democracia participativa conlleva el activismo ciudadano, es un modelo político que facilita a los ciudadanos su capacidad de asociarse y organizarse de tal modo que puedan ejercer una influencia directa en las decisiones públicas. ¿Estamos preparados los vecinos para participar ó preferimos confiar en el “Soberano electo”? ¿Están los políticos preparados para gestionar con la participación ciudadana?
La democracia participativa en la Ciudad de Buenos Aires
La Ciudad de Buenos Aires se encuentra organizada en 15 Comunas que se rigen bajo la Ley 1.777 sancionada en 2005. Se trata de unidades descentralizadas de gestión política y administrativa que, en algunos casos, abarcan a más de un barrio porteño, en nuestro caso la Comuna 13 abarca Colegiales, Nuñez y Belgrano.
Las Comunas tienen competencias exclusivas y concurrentes con el Gobierno de la Ciudad. Entre las primeras, se encuentran el mantenimiento de las vías secundarias y los espacios verdes, la administración de su patrimonio, la iniciativa legislativa y la elaboración de su presupuesto y programa de Gobierno. Cada una tiene un órgano de Gobierno compuesto por la Junta Comunal y su Presidente.
Los 7 miembros que componen a la Junta son elegidos por los vecinos en las elecciones y se mantienen en sus cargos por cuatro años (En este 2015 hay que volver a elegirlos). El Presidente de la Junta es aquel que obtiene la mayor cantidad de votos en los comicios. Además, cada Comuna cuenta con un Consejo Consultivo integrado por representantes de entidades vecinales no gubernamentales, partidos políticos, redes y otras formas de organización con intereses o actuación en el ámbito territorial de la Comuna.
Este Consejo asesora a la Junta Comunal y también puede, entre otras cuestiones, canalizar las demandas, presentar propuestas y definir las prioridades. En la actualidad, y a partir del proceso de descentralización impulsado por la Secretaría de Gestión Comunal y Atención Ciudadana, las Comunas tienen injerencia en el arbolado, los espacios verdes y el mantenimiento de las veredas y el asfalto.
Asimismo, dentro de las competencias concurrentes, las Comunas ya ejercen el poder de policía a la hora de fiscalizar el uso del espacio público. La descentralización comenzó a discutirse a partir del establecimiento de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con la Reforma de la Constitución Nacional en 1994. La iniciativa se inscribe dentro de una tendencia mundial que incluye a las más importantes ciudades del mundo.
Una participación que es solo discurso
No cabe ninguna duda que una ciudad descentralizada debería funcionar mejor, pero en esta experiencia porteña que viene desde el año 2011 no se logró cambiar gran cosa en la gestión pública y en la influencia ciudadana. Se trabó y se distorsionó el espíritu de las comunas por las dirigencias políticas y los militantes partidarios para que los vecinos participen activamente en los problemas de su propia comunidad.
El porcentaje de vecinos que participan en los concejos consultivos comunales es mínimo o nulo y los representantes comunales que son surgidos de las estructuras partidarias no son representativos, no son referentes barriales que trabajen por la comunidad con trayectorias de reconocimiento por sus propios vecinos.
La verdad de toda esta puesta en escena de las comunas, donde se habla de gobiernos autónomos, presupuestos, funciones exclusivas y concurrentes, son un fiasco en la práctica gracias a que al poder polìtico no le interesa la participación activa de la población. Por esto las Comunas no tiene suficientes recursos económicos para funcionar y depende del estado central hasta para sus atribuciones exclusivas más elementales.
