Aunque parezca algo inverosímil, hoy numerosos vecinos de Villa del Parque que viven dentro del área comprendida por las vías del Ferrocarril San Martín, Av. Nazca, Terrada y General Rivas incluyendo las transversales, se despertaron y para su asombro se habían robado medidores de AYSA, al menos dos o tres por cuadra.
Esta situación provocó que el agua saliera a borbotones en la vereda sin que el suministro llegue a los domicilios, con lo cual muchos se quedaron sin servicio. Ante el incidente intervino la Policía de la Ciudad para tomarles declaración a los damnificados.
Luego de la denuncia de los vecinos, AYSA comenzó a reponer los equipos faltantes y ya tienen nuevamente agua los frentistas de Nazca y Marcos Sastre.
También hay algunas quejas por baja presión. Por ejemplo, en Arregui y Condarco ayer no subía agua a los tanques pero el servicio se normalizó hacia la madrugada. AySA declaró que no tenía problemas en esa zona. En Campana y José Pedro Varela algunos residentes manifiestan que ya llevan varios días con poca entrada de agua, algo similar sucede en San Blas y Nazca.
Cabe aclarar que hoy en día no es fácil que los vecinos perciban mermas en la presión ya que son pocas las casas que tienen entrada de agua directa desde la calle a una canilla. La mayoría se provee de tanques y cisternas que acumulan agua y recién se dan cuenta que hay un problema cuando no les queda una gota de agua.
Mucho más generalizada y extensiva es la queja por el olor “fuerte” y gusto “raro” con el que está “viniendo el agua corriente los últimos días”. Vecinos de Tinogasta al 3000 y de Nogoyá al 3200 nos comunicaron exactamente eso y agregaron que tiene «olor ácido» o a «podrido». Otros que viven sobre Av. Nazca también dicen que el agua tiene “gusto feo”, y un poquito más allá, en el barrio de Santa Rita parece que sufren el mismo inconveniente.
Con respecto a este último punto, dados los reiterados reclamos y comentarios que se generalizaron hasta en las redes sociales por lo que está pasando en varios barrios de la ciudad, la empresa decidió emitir un comunicado en el que aclaró que esas características del agua «no afectan su potabilidad ni presentan peligro alguno para la salud», y que pueden deberse «a variaciones en el Río de la Plata», agregando que «esta situación no presenta peligro alguno para la salud.»
Para finalizar Aysa resaltó que el agua «es monitoreada las 24 horas, los 365 días del año y sometida a rigurosos análisis de laboratorio, lo que asegura el control permanente en todas las etapas de producción, desde la captación en el río hasta la distribución domiciliaria».
Fuente: Aquivilladelparque
