“Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre el miedo. Un hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino aquel que lo conquista”.
“Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión. La gente tiene que aprender a odiar, y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar, el amor llega más naturalmente al corazón humano que su contrario”.
“El arma más potente no es la violencia sino hablar con la gente”.
“Tras las rejas, en la cárcel, no hay principio ni final, solo tu propia mente»
“¿Fue un sueño o realmente sucedió?, uno se empieza a cuestionar todo. ¿Tomé la decisión correcta, valió la pena mi sacrificio? En la soledad, no hay nada que te distraiga de esas agobiantes preguntas”.
«Cuando salí en libertad, el cliqueo de las cámaras comenzó a resonar como si se tratara de una manada de bestias metálicas. Levanté el puño derecho y escuché un alarido. No había podido hacer eso en 27 años y me recargó de fuerza y de alegría».
