Luego de muchos conflictos por podas mal realizadas, un amparo que suspendió la intervención en el arbolado urbano por varios meses, finalmente el gobierno de la ciudad lanzò la temporada de poda de este año con el objetivo expreso de “mejorar la salud de los ejemplares, impedir que obstaculicen la iluminación por las noches y reducir el riesgo de caída de ramas por tormentas y vientos fuertes”.
Luego de muchas quejs y el amparo parta que los arboles fueran tratados con mas profesionalismo, el gobierno firmó un convenio con la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires y contrató a 90 ingenieros agrónomos especializados en mantenimiento de especies arbóreas que van a fiscalización la poda.
La ley de arbolado urbano, la Nº 3263, establece toda una serie de requisitos y de cuidado de las especies que son patrimonio de la ciudad.
Angélica Di Giacomo del grupo «Basta de mutilar nuestros árboles» denunció que las comunas rtealizan una poda salvaje y no existe el mantenimiento de los árboles.
El amparo derivo en un fallo judicial que exigió al Gobierno de la Ciudad que la ejecución de la poda se ajuste a las obligaciones consignadas en la ley de arbolado urbano. La norma establece que antes de ejecutar cualquier intervención debe realizarse una evaluación técnica de cada uno de los ejemplares afectados y consignarse el tratamiento que se les dispensará.
La Subsecretaría de Gestión Comunal acato la orden judicial y antes de cada poda existe hoy un informe por escrito de un ingeniero que releva cada árbol de cada columna y establece qué tarea específica se le debe realizar. Luego, otro ingeniero del plantel oficial presencia los trabajos.
