A veces parece que al jefe de gobierno porteño no le interesan los contagios y la situación que genera la pandemia en los barrios populares de la ciudad. La villa 31 estuvo 10 días sin agua ni asistencia de ningún tipo y se multiplicaron los casos a una velocidad impresionante.
Ante la inacción hubo un pedido a la justicia a través de un amparo para que actuara rápidamente, que ahora se sabe nunca cumplió y así lo hace sabe r el juez de la causa.
El juez Reynoso declaró ante una presentación del gobierno porteño justificando sus accionar que “si bien presentó una serie de documentos acerca del COVID-19 (protocolos, dispositivos y planes), en el cotejo de los mismos, según el juez, no surge la existencia de un protocolo específico de acción y prevención en materia de COVID-19 para las villas, asentamientos y barrios vulnerables como es el caso de las comunas 4 y 8”.
El hecho es que Larreta no cumple la orden judicial que lo obliga a crear un protocolo definido de acción en las distintas villas en el marco del coronavirus para los barrios más vulnerables de la Ciudad.
Tampoco cumple con la provisión de elementos sanitarios, de higiene, limpieza y agua potable en esos barrios y protocolo de actuación para situaciones de violencia de género.
A pesar de la cautelar dictada por el Juez, aún el protocolo no ha sido presentado y tampoco se están cumpliendo las medidas provisorias ordenadas. Larreta tuvo intervención en la causa para explicar los protocolos que se aplicaban en los asentamientos y barrios vulnerables de la ciudad, pero la respuesta no convenció al juez.