Mi paz os dejo

                                                                                                       Por Jonatan David.Aguilar*

Este mes Francisco fue una de las voces más lúcidas a la hora del pedido de paz en Medio Oriente, donde se está desarrollando uno de los capítulos más sangrientos del conflicto entre el estado de Israel y Palestina situado en la Franja de Gaza y Cirsjordanja.

Un ataque de Hamas de forma indiscriminada termino con la vida de 1300 personas y hay más 200 personas secuestradas. La respuesta de Israel no se hizo esperar con bombardeos que ya supera los 5000 muertos en Gaza sitiando y dejando sin luz, agua y gas a todo un pueblo en un verdadero acto inhumano.

 Es sabido las numerosas implicaciones religiosas que contiene el conflicto. Una guerra que profana «Tierra Santa» como la llama Francisco y como la entiende el Pueblo Cristiano. Fue llamativo como muchos pastores evangélicos tomaron este hecho como una manifestación de «los últimos días»:  «se están cumpliendo las profecías» exclamaban en un acto irresponsable de una lectura literal y hasta mal intencionada de la Biblia con implicancias geopolíticas

Francisco, el profeta de la paz

En el primer mensaje que publico en su cuenta @Pontifex_es (extraído de sus homilías) Francisco condenó al terrorismo como forma de resolución de problemas.

«El terrorismo y los extremismos no resuelven el conflicto entre israelíes y palestinos, sino que alimentan el odio, la violencia, la venganza: tan solo hacen sufrir a todos. Oriente Medio necesita una paz construida sobre la justicia, el diálogo y la valentía de la fraternidad»

En su siguiente manifestación el Papa reclamó por los rehenes y enfatizó en la protección de la vida de los más vulnerables, como indican los Santos Evangelios.

«Sigo con mucho dolor lo que sucede en Israel y Palestina. Renuevo el llamado para la liberación de los rehenes y pido con fuerza que los niños, los enfermos, los ancianos, las mujeres y todos los civiles no sean víctimas del conflicto”, y pidió enfaticamente por el fin de la guerra también en Ucrania:

«Que se respete el derecho humanitario, especialmente en Gaza. Por favor, ¡que no se derrame más sangre inocente, ni en Tierra Santa, ni en Ucrania, ni en ningún otro lugar! ¡Basta ya! ¡Las guerras son siempre una derrota, siempre!»

Como reflexionaron otros líderes sociales, entre ellos Grabois » Desde nuestra humildad, desde la impotencia y el dolor, como pueblos y personas débiles, sin influencia en las decisiones de los poderosos de este mundo, no nos queda más que rezar a los que tenemos fe y predicar la paz a todos los hombres y mujeres de buena voluntad» 

Francisco enfatizo además que «La oración es la fuerza suave y santa para oponerse a la fuerza diabólica del odio, del terrorismo y de la guerra» e Invitó a la oración y al ayuno. 

«El hecho de que tantas personas no puedan acceder a los alimentos, el agua y otros recursos básicos es una afrenta a su dignidad, otorgada por Dios, un insulto que debería sonrojar a toda la humanidad y movilizar a la comunidad internacional».

Anexamos tantos textuales del Santo Padre porque Francisco es claro y conciso, sus palabras muestran su posición la cual debería adoptarse para evitar que se vierta tanta sangre inocente.

Desde este lugar y en el mismo espíritu de Francisco, nos unimos en oración entendiendo que toda vida es sagrada y vale por igual.

*jonatandavid.aguilar@gmail.com

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