Ludopatía: la droga online del juego está presente en las escuelas  

Hoy en día hay un gran culto a la plata fácil. La opulencia, el mostrar estatus, el vivir por y para el dinero exacerban además un problema que se está tornando grave para los adolescentes: la ludopatía o adicción al juego.

Las apuestas en línea u online se alimentan de dos cosas: el exceso de publicidad y la ludopatía.

Casino portátil

Esta nueva epidemia parece que tiene que ver con una anterior: Durante los meses de cuarentena por la pandemia de COVID-19, los casinos y bingos estuvieron cerrados, así que los ludópatas tuvieron una abstinencia forzada.

Pero con las apuestas online, ese “problema” se “soluciono”. Internet permite a los jugadores apostar desde cualquier dispositivo capaz de conectarse a la nube y tiene pocos o nulos controles.

Es por eso que a pesar de que uno tiene que ser mayor de 18 años para poder apostar, las escuelas están siendo inundadas con adolescentes desatándose a la timba.

¿Cómo puede ser esto posible? Es fácil, intentan una vez y si pasan, pasan. Otros van más allá y fraguan documentos.

Y no es que estemos hablando de los últimos años de secundario, el tema de las apuestas se observa desde chicos de 12 años. Este es un problema muy grave ya que la adolescencia es un momento complejo de la vida y de vulnerabilidad.

Con sólo un par de clicks, los menores pueden apostar desde sus celulares.

La ludopatía y la escuela

No es raro ver adolescentes en los recreo (e incluso en clase) usando sus celulares para apostar. Es más, son los mismos maestros y profesores quienes advierten del terrible hábito que se está desarrollando en las aulas.

Antes de los celulares, si un menor tenía algún tipo de interés en el azar tenía que visitar un casino y rogar que nadie descubra su travesura. Hoy en día es más simple, basta con cambiar la pestaña.

Si bien no tenemos indicadores concretos de la Argentina, esto es una tendencia global y por ejemplo: el Ministerio de Consumo de España destaca el crecimiento de los jugadores en línea menores de 25 años, que pasaron del 28% al 48% entre 2016 y 2021.  

Por otra parte, la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados observa un descenso en la edad promedio de inicio del juego a 15 años de edad y detalla que las apuestas en línea pasaron a ser la principal causa de ludopatía en menores de 26 años entre la población a la que asiste.

En el juego presencial, la adicción se desarrolla en un promedio de 8 años, pero en el juego on line, solo en 2 años.  Además, en el juego on line es más fácil ocultar el problema porque se juega desde el mismo celular con lo que hacemos todo. Es mucho más difícil para las familias detectar que el adolescente está apostando.

Las cifras del juego

El informe Global Online Gambling Market ilustra un fenómeno que es mundial y crece a pasos agigantados: en 2020 los juegos de azar online recaudaron $65.316.000 de dólares y se proyectan cerca de 130.000.000 para 2027.

Esto no es casual, es un negocio enorme que llegó para quedarse. Las casas de apuestas online publicitan en los lugares más atractivos, desde los recitales de música hasta el soporte publicitario más caro de todos: las camisetas de fútbol. 

Boca Juniors con el logo de Betsson.

En la camiseta de River Plate está Codere. En las de Vélez y Estudiantes de La Plata, el auspiciante es Bplay. Betsson se luce en el pecho de las camisetas de Boca y Racing y City Center aparece en las de Newell’s Old Boys y Rosario Central.  Incluso la Selección Nacional se aseguró el auspicio de Betwarrior.

El rol de las familias

El tema con las apuestas en línea es que han entendido perfectamente el mundo de internet y los juegos de azar son muy similares a videojuegos similares a los que todos conocemos.

Muchos son incluso similares en su jugabilidad, con un sistema de puntos y recompensas y para un niño o un adolescente es difícil distinguirlo de un videojuego corriente.

Según la Encuesta Nacional sobre la Salud de los Niños del Hospital Pediátrico C.S. Mott. realizada en Estados Unidos “Sólo 1 de cada 4 padres que participaron en la encuesta dijeron que habían hablado con su hijo adolescente sobre las apuestas virtuales.”

Sólo 1 de cada 4 padres que participaron en la encuesta dijeron que habían hablado con su hijo adolescente sobre las apuestas virtuales.

Además “1 de cada 6 dijo que probablemente no sabrían si sus hijos estaban apostando en línea.”

A esto hay que agregarle no sólo la poca regulación sino también la poca conversación en torno al tema: si bien hay muchos padres que saben de las apuestas, los asusta mucho más que el adolescente consuma alcohol o marihuana.

Consejos para las familias

Los especialistas sugieren las siguientes recomendaciones ante esta problemática:

  1. Habilitar otras prácticas o ámbitos de reconocimiento, de pertenencia y de entornos saludables, como los deportivos, culturales y los creativos.
  2. Ampliar canales de comunicación con los adolescentes respetando los intereses individuales.
  3. Acercarse para conocerlos y compartir, no para juzgar lo que hacen o lo que les gusta.
  4. Mostrarse dispuestos a entender su mundo.
  5. No dejar a disposición del adolescente tarjetas de crédito y/o claves personales.
  6. Promover un uso limitado y responsable de tecnologías con acceso a otras actividades que favorezcan lazos sociales, actividad deportiva y motivar el autocuidado.
  7. Conversar sobre los riesgos y anticipar consecuencia
  8. Buscar reemplazar por otras actividades y compartir los momentos de juegos.
  9. Evitar el “todo o nada” con los castigos y construir un balance.

Esta tendencia es global y los números internacionales nos están marcando el futuro de Argentina. Es importante la charla y el saber de estos casos para frenar la avanzada del monstruo de la ludopatía en los más jóvenes.

Fuente: Redacción  NEA HOY

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