Luego de reclamos, movilizaciones y presentaciones judiciales, los vecinos de Colegiales consiguieron su objetivo: el gobierno porteño dio marcha atrás con el proyecto de instalar un shopping a cielo abierto en el predio delimitado por las calles Enrique Martínez, Conde, la avenida Dorrego y Concepción Arenal.
Ante la férrea oposición de los vecinos a que se construya un shopping en el lugar que por ley debía haber una plaza, el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, declaró que los vecinos necesitan un espacio para ir a tomar mate o llevar a sus nietos y no más comercios.
Los vecinos hace casi tres meses que estaban luchando para que no avanzaran las obras para instalar un centro comercial a cielo abierto y dejar de lado la plaza que se llamará Clemente en honor al dibujante Caloi, un vecino de la zona.
La construcción de la plaza está aprobada por la Ley 2.567 de la Ciudad desde hace diez años, en la que se cataloga el predio como Urbanización Parque (UP), pero nunca llegó a construirse.
En un primer momento, el predio, que se erige como la continuación natural de la plaza Mafalda y se encuentra lindero al Mercado de Pulgas, fue ocupado por el Canal 9, y luego de desocuparlo quedó como un terreno baldío.
Entre los vecinos que más se opusieron a la construcción del shopping a cielo abierto está Tute, el hijo del dibujante Caloi, famoso por su personaje Clemente.
Si no ocurre nada fuera de lo normal y de la ley, los vecinos tendrán por fin, su Plaza Clemente, tan necesaria en una zona donde el espacio verde brilla por su ausencia y podrán homenajear a uno de los vecinos que sobresalió con la creación de un personaje de historieta adoptado por todo el pueblo argentino como una referencia propia, sobre todo en épocas de mundiales de futbol, donde ne la época de los militares, donde se habìa prohibido tirar papeles para recibir a los equipos, Clemente abogaba en su tira diaria la famosa frase “tiremos papelitos” para recibir al seleccionado del año 78, a la postre campeón del mundo.