Las jaulas y edificios históricos del zoológico serán locales gastronómicos

La controversia de trasformar el Zoo porteño en un ecoparque tiene como telón de fondo un negocio con edificios históricos e instalaciones donde habitan los actuales animales.

A fines del año pasado el Gobierno de la Ciudad envió a la Legislatura porteña un proyecto de ley para otorgar a empresas privadas la concesión por 30 años de las antiguas jaulas de los animales del futuro Ecoparque. Son 21 edificios patrimoniales, unos unos 35 mil metros cubiertos que están declarados Monumento Histórico Nacional. La iniciativa prevé convertir esos antiguos espacios en locales gastronómicos sustentables para los visitantes.

Por ley, cuando una concesión dura más de cinco años debe someterse a la aprobación de los diputados, de ahí que Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología, a cargo del paseo, enviò el proyecto a la Legislatura para ser debatido.

«Autorízase al Poder Ejecutivo a concesionar el uso y explotación de nuevos espacios, cubiertos o descubiertos, en el predio del Jardín Zoológico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires «Eduardo Ladislao Holmberg», por un plazo de hasta treinta (30) años».

La iniciativa lleva las firmas del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y del saliente ministro de Modernización Andrés Freire.  Desde agosto de 2017 el predio permanece cerrado al público con el objetivo de que avance la reconversión que es criticada por las asociaciones protectoras de animales dicen que lo transformará en un «shopping-patio de comidas al aire libre»

Ciertamente, las antiguas jaulas tienen un alto valor patrimonial y organizaciones nacionales e internaciones dedicadas a la protección de los animales criticaron la decisión del gobierno porteño de instalar restaurantes dentro de las históricas jaulas del zoológico de Palermo, como parte de su reconversión en ecoparque.

Además, los ambientalistas rechazan la posible transformación del predio en un negocio gastronómico e inmobiliario, en tanto las autoridades afirman que la Ciudad no puede hacerse cargo de la puesta en valor de los edificios en mal estado.

Fuerte rechazo a la iniciativa

«La transformación de una institución con fauna silvestre en un shopping-patio de comidas al aire libre no guarda relación alguna con los estándares internacionales de bienestar animal a los que alude la ley que impulsó el mismo gobierno porteño», señaló en un comunicado la coalición integrada por la Wildlife Conservation Society; las fundaciones Temaikèn, Ambiente y Recursos Naturales, Vida Silvestre, Azara, Veterinaria Argentina, Hábitat y Desarrollo, Biodiversidad Argentina y Aves Argentinas; la Sociedad de Medicina Veterinaria, el Consejo Profesional de Médicos Veterinarios y la Asociación Amigos del Oso Polar Arturo y de los Animales Dependientes de Humanos. Según la ley 5752, durante la reconversión en ecoparque -postulado como un espacio sin animales exóticos- se debe priorizar el bienestar de las especies.

Estas fuertes críticas provienen de las mismas ONG que habían sido convocadas por la Ciudad para asesorar y acompañar el proceso de cambio, pero que ante reiterados incumplimientos oficiales a los lineamientos propuestos optaron por hacer oír su voz en defensa de los animales.

En el predio todavía quedan unos 1300 animales, que convivirán con demoliciones y nuevas obras; hasta el momento se derivaron 350, que en su mayoría habían llegado por confiscaciones de la Dirección Nacional de Fauna Silvestre.

Según la iniciativa, se darán en concesión los 21 edificios y su superficie lindante, lo que implica mas construcciones fuera del estilo histórico del predio y con carácter meramente comercial, porque se autorizaría la concesión de nuevos espacios cubiertos y descubiertos, lo cual significaría que las construcciones ocuparían la cuarta parte del total del predio de 18 hectáreas.

El monto de las licitaciones se definirá de acuerdo a las ofertas recibidas. Asimismo pedirán una tasación oficial al Banco Ciudad, para garantizar un mínimo de base. Las concesiones, se otorgarán por separado, para cada una de las construcciones. La primera etapa abarcará 8 edificios. Entre ellos la Osera, el Acuario, la Felinera, el edificio Bagley y la confitería El Aguila. El privado restaurará los edificios de acuerdo a las especificaciones del ex zoo, con la aprobación de la Comisión Nacional de Monumentos, Sitios y Lugares Históricos, organismo que aseguró no haber recibido ningún proyecto aún.

El histórico edificio de las jirafasEl histórico edificio de las jirafas Fuente: LA NACION – Crédito: Fernando Massobrio

En la segunda etapa se concesionarán el Reptilario, el Pabellón de los Loros, la Fosa de leones, el Templo Hindú de Elefantes, la Choza o ex Congoleña, el Antiguo Monario Azul, la Casa de Ciervos, el Templo Hindú de Cebúes, el Pabellón Ruso, el Pabellón de Camellos, la Casa de las Jirafas, el Chalet de Rinocerontes, la Condorera, el Acuario. la Antigua Caballeriza, el Museo de Arte Infantil, ex Casa de los Pumas y Víboras y la Administración.

Según la Ley 5752 que regula la actividad del Ecoparque, las propuestas de los privados deberán tener por fin «actividades, recreativas y de concientización en materia de conservación y preservación del ambiente, servicios y propuestas complementarias «. En ese sentido, y para atraer visitantes, no descartaron que sean las grandes cadenas gastronómicas a las que se les concesionen los edificios. «Las confiterías serán parte del proyecto de transformación, lo importante es que ofrezcan un consumo sustentable¨, adelantó UPE.

Cómo es el proyecto del Ecoparque 1:8

El inicio de las licitaciones dependerá de distintas variables. «La primera y fundamental es el bienestar de los animales», aseguraron. Antes de otorgar los premisos se trasladarán los animales a otros espacios. Si alguna especie, por alguna razón no puede ser derivada, su recinto, no se concesionará, dijeron.

El plan prevé además la construcción de nuevos espacios, también otorgados a privados. La superficie total de estos no podrá superar el tres por ciento de la superficie total del predio que comprende 18 hectáreas en la Comuna 14.. En agosto pasado el Gobierno de la Ciudad cerró las puertas del Zoológico de Palermo para transformarlo en el Ecoparque, un nuevo centro de conservación de especies.

Aún quedan animales en el EcoparqueAún quedan animales en el Ecoparque Fuente: LA NACION – Crédito: Fernando Massobrio

El ex zoo posee unos 81 edificios, algunos de valor patrimonial y otros que no lo poseen y que ya comenzaron a ser demolidos. Se trata de 42 construcciones instaladas durante la década de los 90, mayormente. El. resto, los patrimoniales, abarcan un total de 39 obras, 21 de ellas a concesionar. En 1997 el conjunto edilicio paisajístico que representa el zoo fue declarado Monumento Histórico Nacional mediante Decreto N° 437. Una de las características más importantes es que las jaulas fueron construidas entre fines del siglo XIX y principios del XX de acuerdo al origen de las especies que las habitarían.

Un proyecto polémico

Las futuras licitaciones desataron la polémica entre especialistas y vecinos. «Es una locura, hacer una concesión. Otra vez estamos haciendo negocios privados mezclados con el patrimonio de un lugar histórico. No es lo mismo conceder un ferrocarril, que estos monumentos», opinó Pedro Kesserman, presidente de la Asociación de Vecinos de Plaza Italia.

La oposición se opone al proyectoLa oposición se opone al proyecto Fuente: LA NACION – Crédito: Fernando Massobrio

Por su parte la historiadora del paisaje Sonia Berjman dijo que «por ser Monumento Histórico hay elementos que no se pueden transformar, mucho menos sin tener un proyecto final concreto aprobado. Un jardín es una obra de arte y el paisajista es el artista que lo diseñó. No puedo ponerle al cuadro de la Gioconda un par aros hippies, no debo cambiar el diseño de un jardín».

Las organizaciones de defensa de los animales también cuestionaron el plan. «La idea de que el zoológico sea un negocio viene rondando desde hace tiempo, y este plan lo confirma», dijo Eduardo Murphy del Centro Argentino para el Derecho Animal, quien a su vez alertó respecto al stress provoca en los animales las obras en el predio, especialmente en los llamados Osos de Anteojos. «Licitamos la salida de esa especie, estamos esperando oferentes para que los alojen», dijo la UPE, al tiempo que adelantó que aún resta trasladar a los centros de conservación unos 1200 animales.

Por su parte, desde la Comisión de Seguimiento de la Transformación del Zoológico, formada por un grupo de diputados porteños encargados de controlar las obras, aseguraron que el plan los tomó por sorpresa. «No nos avisaron nada. Otra vez quieren entregarle todo a los privados. Es una barbaridad», dijo el diputado socialista, Adrián Camps, miembro de esa Comisión.

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