“La violencia de género en algunos sectores de la sociedad tiene altos niveles de aceptación”

(Segunda Parte)

En la sede que la Defensoría del Pueblo de Buenos Aires posee en Av Belgrano 676, se desarrolló la entrevista que la Asociación de Medios Vecinales de la Ciudad le realizó a su titular, Alejandro Amor, quién se explayó ampliamente en varios temas de mucha preocupación para los porteños, como es la Ley de Alquileres, violencia de género y voto electrónico entre otras inquietudes planteadas por los medios asistentes. Ofrecemos la segunda entrega de la entrevista:

AMV: Siendo usted el presidente de los defensores de todo el país y teniendo en cuenta que es uno de los problemas más graves que atraviesa la Argentina, ¿cuáles son las acciones concretas que las defensorías hacen tanto en la Ciudad como en las provincias, sobre la violencia de género?

Buenísima pregunta, lamentablemente lo que te voy a decir seguramente no va a gustar, porque tenemos un problema cultural en la Argentina. La violencia de género en algunos sectores de la sociedad tiene niveles de aceptación, altísimos. No te quiero dar ejemplos cercanos porque los metimos bajo la ley de protección de datos personales pero te sorprenderías que hasta en la propia ciudad de Buenos Aires pasa eso.  Lo vivimos permanentemente.

Nosotros trabajamos con la Casa del Encuentro y en toda la Argentina, pero en el Norte no vas a encontrar defensoras del pueblo mujeres, es un dato básico como elemento cultural, pareciera que las mujeres no pueden ser defensoras del pueblo, de Córdoba para arriba no hay. Esto no es una expresión de violencia de género, si, una demostración cultural porque tenemos alrededor de 25 defensores del pueblo de Córdoba para arriba. Y cuando nosotros hacemos plenarios mensuales en las provincias te impresiona cuando hablas incluso con periodistas, que te miran raro cuando planteamos estos temas “Bueno, pero eso es una visión muy porteña” nos dicen muchas veces.

Te quedas mirando desubicado. No es una visión porteña hay violencia de género o no hay. Un ejemplo paralelo para entender estas prácticas culturales: en Salta está discutiendo la educación católica en las escuelas públicas, uno podrá estar a favor o en contra, pero me parece que el Estado debe garantizar educación para todos en igualdad.

Fue impactante oir a la ministra de educación diciendo “Los que no profesan el culto católico en el momento que se hace la oración pueden salir afuera del aula” yo le dije “No mira, la verdad es que en las escuelas públicas no es así, vos tenés escuelas parroquiales para eso”. Gracias a Dios en la zona sur de la Capital Federal, en la zona de Lugano tenemos las escuelas parroquiales porque el Estado no tiene escuelas. Si no estaría, por ejemplo, Nuestra Señora del Rosario, en la zona sur no tendríamos vacantes.

 ¿Cómo es el papel de estado en este tema tan delicado?

El Estado tiene que tener una actividad de contención del conjunto de la sociedad. Nosotros estamos hoy con una campaña muy fuerte contra el apoyo callejero, la violencia de género se manifiesta en montones de expresiones, no solo que no ocupan cargos las mujeres, es muy amplia la cobertura que hay que hacer. Tenemos una campaña muy fuerte contra el acoso callejero y las puteadas que tenemos en las redes sociales son impresionantes.

 ¿En qué consiste esa campaña?

Bueno, tenemos toda una política integral sobre la violencia de género y la campaña contra el acoso callejero es una de las partes, trabajamos en redes con eso y tenemos material que nos gustaría que nos ayuden a difundir.

Publicamos un periódico en donde publicamos derechos de la sociedad, por ejemplo, tus derechos sobre las tarjetas de crédito, derechos frente a las tarifas y para acceder a la tarifa social, derecho de transporte. Sobre violencia de género acompañamos a la Casa del Encuentro con quien hemos presentado los proyectos de leyes en la Ciudad de Buenos Aires.

Recientemente se ha aprobado en comisión  el primer proyecto de ley Brisa, que es justamente el primer proyecto de ley para contener y ayudar a los chicos que quedan huérfanos de madre producto de un femicidio y encima con el padre preso, eso se aprobó en la Ciudad de Buenos Aires y aunque te parezca mentira se discutió el monto.

Nosotros propusimos un salario mínimo, vital y móvil, que pareció excesivo entonces se acordó la jubilación mínima. Sabes de cuantos casos estamos hablando?, 59 chicos, pueden escribir el dato y darlo oficialmente: se discutió el monto del salario mínimo a la jubilación mínima, es decir mil y algo de pesos. Aceptamos por una cuestión de sentido común, yo tampoco me iba a poner en pelotudo a decirle “no”, será una pelea más adelante. Quiero aclarar que todos los bloques, en esto hay unanimidad, Andrea Conde es la titular de la comisión ha sido muy dura en esto, también Carmen Polledo. En eso no hay diferencia política, solo me sorprendió lo del monto, me pareció increíble.

También avanzamos en el otorgamiento de una casa para la Casa del Encuentro, que hoy no tiene, la ley salió aprobada por unanimidad y se les va a otorgar una casa a la gente que realmente lleva el único registro de femicidios de toda la República Argentina de carácter completo.

Recordemos que la Casa del Encuentro, y nosotros acompañamos eso, tiene una crítica hacia el registro que lleva la Corte de Suprema a cargo de Highton de Nolasco, porque ahí no se computan como víctimas de femicidio por ejemplo, a los trans, se las deja afuera de este relevamiento, tampoco a los que se suicidan, a los victimarios. Recién ahora se empezó a computar a los chicos que eran víctimas o hijos de víctimas. En el último informe estuvimos acompañando y seguimos diciendo que es incompleto y que el Estado y la Corte tiene la obligación de hacerlo completo. Si el de la Casa del Encuentro es completo, la Corte tiene obligación de que sea el más importante.

Fabiana Núñez que es la titular del Consejo Nacional de Mujeres, era la titular de la Casa del Encuentro pero no hay ninguna campaña masiva para concientizar…

La Defensorìa ha hecho una campaña junto a la Casa del Encuentro y es doloroso, me gustaría que alguna vez nos acompañen, en algunos lugares entregas diarios con material sobre el tema y te dicen “Por qué no se dejan de joder con esta pelotudez?”  Reconozco que la mayoría lo acepta, pero te digo que es duro.

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