“La Cura de la Locura”, arte, canto y humor porteño con sabor a murga uruguaya

Les presentamos en esta nota a esta hermosa banda de músicos, poetas, cantores, impulsores del arte colectivo que, inspirados en la murga uruguaya, desarrollan una actividad exquisita en contenidos llenos de significados, de refugio emocional y de mucho humor. Les hicimos preguntas simples como, por ejemplo, cuál fue la idea y la inspiración para formar una murga tipo uruguaya, para conocerlos mejor y presentarlos a nuestros lectores:

-Partimos del amor por el género. Quienes conocen este estilo musical logran encontrar en él la posibilidad de una expresión artística y colectiva que a través del canto coral incluye el humor, la política, la denuncia, la crítica, el sentir cotidiano del ciudadano de a pie que encuentra en las canciones una forma de expresión, de identificación y de refugio. 

  ¿Qué diferencias hay con las murgas tradicionales del país?

No somos una murga porteña, sino una murga de estilo uruguayo. Las murgas porteñas están compuestas de un gran número de personas que bailan una coreografía con el acompañamiento de un grupo de percusión.  La murga de estilo uruguayo es un coro de tres voces que sobre un escenario, canta, actúa, baila y trata de evocar diferentes emociones en el público con las letras, melodías y arreglos. Las murgas de estilo uruguayo tienen una batería de tres personas y un coro de entre 10 y 15 personas y las murgas porteñas son mucho más multitudinarias. Una murga de estilo uruguayo aborda un tema y empieza con una canción de presentación; un salpicón de actualidad (una canción con estrofas que comentan las noticias del momento); una serie de cuplés (enfocar un tema en particular desde el humor); y una canción de cierre (un momento más reflexivo e íntimo) y finalmente una retirada con la que nos despedimos del público.

¿Cuánto hace que funcionan, como están organizados?

La Cura de la Locura inicia su recorrido en febrero del 2020, luego de una experiencia de formación con Augusto Nenezian en el Taller de Arte Popular (TAP). A raíz de la cuarentena retomamos la actividad en 2021 y a mediados de 2022 llegó Emilio Castro Rojas como director artístico de la murga y continuamos  creciendo de una manera que nos emociona y nos abruma en partes iguales. Este mes cumple cuatro años nuestro proyecto.

Nos organizamos como una cooperativa y trabajamos de manera autogestiva. Aportamos desde lo económico en partes iguales y para el resto de las tareas se forman comisiones. Hay una comisión de letras, de arreglos musicales, puesta en escena, de comunicación y redes, de administración y finanzas, de género y coordinación de ensayos. Al compromiso de los ensayos musicales, se le suma la labor de las comisiones y el aporte en las tareas específicas que eso conlleva. 

¿La idea es profesionalizarse o sólo desarrollar una actividad cultural por propia satisfacción?

                   Nos da satisfacción lo que hacemos, el grupo humano y el rumbo que está tomando el proyecto. Se consolidó un grupo estable crecimos mucho en poco tiempo con el compromiso de ser lo más profesionales que podamos y de mantener una continuidad artística a largo plazo con un coro estable. Participamos en festivales con otras murgas más grandes y, actualmente, ensayamos nuestro primer espectáculo llamado “Excesos” que se estrenará el viernes 21 de junio de 2024 en el teatro Pompapetriyasos, con el sueño de que continúen muchos espectáculos más.

¿Tienen inclinación política en sus letras?  ¿son propias?

Pararnos a cantar delante de la gente y usar ese espacio para decir, dar una opinión o criticar la realidad desde el humor, es un hecho político en sí. 

Nuestras letras son propias. La murga es lo que se escribe y lo que canta. Intentamos reivindicar derechos, protestar contra quienes quieren destruirlos, principalmente a través del humor. La identificación es con quienes luchan por llegar a fin de mes y sueñan con un mundo más justo para todos y todas. 

Levantando las banderas de la soberanía política, la independencia económica y la justicia social con un contenido fresco, actual y aceptado por el grupo, toda la murga toda debe estar de acuerdo con lo que se está expresando.  

No todo es humor político. Podemos reírnos o criticar hasta nuestras propias actitudes como seres humanos o sociedad. 

¿Cómo evalúan al actual gobierno en el plano cultural y general?

Nuestra visión es crítica y esto responde a la esencia de la creatividad del género murga estilo uruguayo.  Con este gobierno en particular y por múltiples motivos, entendemos que debemos escrutar con mucha profundidad e ironía la realidad cotidiana que afecta directamente a la sociedad, al punto de agredir derechos y garantías establecidos por décadas. 

Denunciamos las imposiciones autoritarias y antidemocráticas con aires de falsa libertad que pretenden establecer desde el poder. Es en ese camino que buscamos llevar al espectador a otra realidad posible a través de la complicidad en la risa.

Desfinanciar a entes claves e icónicos de la promoción de la cultura del país legendariamente admirado por su oferta, su riqueza y su diversidad cultural, nos resulta abiertamente repudiable. El INAMU, ente que financia producciones musicales, ha resultado atacado al igual que el Instituto Nacional del Teatro, el Fondo Nacional de las Artes o el INCAA en cine. 

El arte no es un privilegio sólo para quienes puedan pagarlo. Disfrutar de una buena película, de una obra de teatro, o de una fiesta popular como el carnaval es un derecho. Apreciamos el arte como expresión de lo que somos, que a veces, como ahora, el poder olvida que la cultura es un derecho fundamental. 

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