Los especialistas que estudian el nivel de contaminación en la ciudad de Buenos Aires, dicen que el ruido y la carteleria alcanzan niveles de contaminación alarmantes en algunas zonas, y advirtieron que puede generar desde estrés hasta accidentes viales.
La contaminación visual y auditiva alcanza niveles alarmantes en algunos sectores de la Ciudad de Buenos Aires y puede generar desde estrés hasta accidentes viales, según advirtieron especialistas que desde hace tiempo trabajan en el tema.
El problema se plantea principalmente por el exceso de carteles publicitarios y el ruido que genera el creciente parque automotor, indicaron los especialistas, en tanto el gobierno porteño reconoció que el espacio público está «saturado».
Más de 30 mil carteles en infracción, que invaden zonas protegidas y afectan la visión de automovilistas, cables que se acumulan frente a ventanas de departamentos, edificios que alteran la estética y decibeles mayores a los tolerados por el cuerpo humano son el resultado de un desprolijo desarrollo urbano en la Ciudad de Buenos Aires.
Los riesgos van desde simple malestar hasta neurosis y accidentes viales, ya que los carteles colocados a la vera de los caminos desconcentran a los conductores, motivo por el cual está prohibida su instalación en autopistas, aunque en la práctica la normativa no se cumple en varias vías, como la Autopista 25 de Mayo.
Contrario a la tendencia de otras grandes ciudades, en Buenos Aires se puede observar un altísimo grado de saturación del espacio visual, producido por el gran desorden y descontrol de publicidad en la vía pública.
En cuanto a los sonidos, existe una ley de Contaminación Acústica, en la que se establecen los límites de ruido de acuerdo a diversas zonas, con niveles de tolerancia variables, que van de 60 a 80 decibeles durante el día y de 50 a 75 durante la noche y cuya violación implica multas de elevado valor monetario.
Sin embargo, la normativa no se cumple y el nivel de ruido, según los especialistas, es cada vez más elevado principalmente por el crecimiento sostenido del parque automotor. Según los estudios, se necesitaría contar con más protección sonora, como árboles o paneles acústicas, al costado de toda vía muy transitada, como el Parque Tres de Febrero, pero Buenos Aires tiene un nivel de espacios verdes de los más bajos de las principales capitales del mundo.
