Hablemos de VIH y Sida

En el país existen 120.000 casos registrados de contagios y alrededor del doble no sabe que tiene el virus. Dos de cada diez personas no sabe cómo usar el preservativo. En la ciudad de Buenos Aires existen 30000 personas infectadas por el virus

Hablar de VIH-sida no es fácil porque significa hablar de sexualidad, de parejas, de embarazo, de drogas. Pensar que el sida es “cosa de otros” no tiene asidero: sólo en la ciudad de Buenos Aires viven cerca de 30 mil personas infectadas con el VIH.
El Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires brinda información simple y probada científicamente que se concentran en 14 preguntas muy completas. Agradecemos la información y si bien es cierto que el sida es una enfermedad producida por un virus, es también una preocupación social. Por eso es importante reflexionar sobre nuestras propias creencias y animarnos a analizar esas cosas que siempre damos por sentadas y cuestionar lo que habitualmente nos parece indudable. Para los adultos que lean esta nota, sería importante hacer partícipes a los chicos adolescentes de esa información.
1. ¿Qué es el sida desde el punto de vista biológico?

El sida es la etapa más avanzada de la infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Por eso lo correcto es hablar de la Infección VIH-sida sabiendo que es algo que cambia con el tiempo. Este virus va debilitando las defensas del organismo porque ataca a las células encargadas de protegernos de las enfermedades.

2. ¿Es una enfermedad contagiosa?

No. El sida es una enfermedad transmisible pero no contagiosa. La diferencia es que las enfermedades contagiosas pueden pasar de una persona a otra por un simple contacto (como en el caso de las paperas, la tuberculosis, etc.). En cambio, se ha demostrado científicamente que el VIH no se transmite por abrazar, besar, compartir vasos y cubiertos, tomar mate o intercambiar ropa. Tampoco por compartir el baño, la pileta o dormir en una misma cama. Los insectos no lo transmiten; el sudor o las lágrimas de las personas infectadas, tampoco.
Estar informado ayuda a prevenirse y a no discriminar a las personas afectadas por el VIH.

3. ¿Cuáles son las vías de transmisión del VIH?
Es decir, ¿por dónde circula el virus?

El virus circula, y se transmite únicamente a través de:
• la sangre
• el semen
• las secreciones vaginales
• la leche materna

4. ¿Y cómo puede entrar en nuestro cuerpo?

Puede entrar en nuestro cuerpo:
• Al tener relaciones sexuales sin preservativo.
• Al compartir agujas, jeringas o canutos o al recibir una transfusión de sangre no controlada.
• En el caso de las mujeres embarazadas que están infectadas, el virus puede pasar al bebé mientras está en la panza, en el momento del parto o durante el amamantamiento.

5. ¿Qué diferencia hay entre VIH y sida?

Son dos cosas diferentes que muchas personas confunden. Se dice que una persona vive con el VIH cuando está infectada pero no presenta síntomas. Y se utiliza la expresión «persona que vive con sida» para quienes han desarrollado la enfermedad. Podemos estar infectados con el VIH -o sea, ser «VIH positivos» o «seropositivos»- y, todavía, no haber desarrollado el sida.
La sigla SIDA significa Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida. Es decir que uno ha desarrollado el sida cuando presenta un conjunto de signos y síntomas (Síndrome) que indica que sus defensas están disminuidas (Inmuno Deficiencia) porque contrajo el virus (Adquirida).
En esta etapa aparecen las llamadas «enfermedades oportunistas o marcadoras», que se desarrollan aprovechando la caída de las defensas. Las más frecuentes son afecciones pulmonares, de la piel y algunos tipos de cáncer.

6. ¿Qué significa la expresión «portador sano»?

Suele llamarse así a aquellas personas que viven con VIH pero que no han desarrollado los síntomas del sida. Sin embargo la expresión «portador sano» es confusa, ya que puede hacer pensar que las personas que viven con el virus no lo transmiten, y esto es un error. Si bien no están enfermos de sida, sí pueden transmitir el virus.

7. ¿Cuándo hacerse el test del sida?

Mantener relaciones sexuales sin preservativo, compartir una jeringa o recibir una transfusión no debidamente controlada son comportamientos que justifican hacerse el test del sida.
Pensar en tener un hijo o estar embarazada es también una buena oportunidad para que la pareja se haga el test, no sólo por la salud de ambos, sino para cuidar al bebé.

8. ¿Cómo es el test?

El test de sida es un análisis de sangre sencillo, gratuito y confidencial que se hace en los hospitales y centros de testeo. Sólo te lo pueden hacer si estás de acuerdo y siempre te tienen que dar el resultado en privado. Nadie puede recibirlo por vos.
Las pruebas que suelen hacerse (Elisa, Western Blot) sirven para detectar los anticuerpos producidos por el organismo para defenderse del VIH. Si hay anticuerpos, hay virus.

9. ¿Qué es el Período Ventana?

Hay una primera etapa de la infección en que la presencia del virus no es detectable por las pruebas de laboratorio: es el llamado «Período Ventana» y en la actualidad es de un mes.
Pero más allá de que no se detecten los anticuerpos, durante el Período Ventana el virus se está multiplicando de manera muy rápida. Por lo tanto, es necesario continuar cuidándose.

10. ¿Para qué sirven los estudios de «carga viral» y «CD4»?

Complementan el examen clínico y ayudan a definir la conducta terapéutica a seguir: cuándo comenzar o modificar un tratamiento.
Una vez detectada la infección, lo más importante es averiguar cuál es el estado de las defensas del paciente. Para esto se utilizan el recuento de linfocitos CD4 (indicadores de la capacidad de defensas del organismo) y la cuantificación de virus circulante en sangre (lo que se denomina carga viral).

11. ¿Es posible tratar la enfermedad?

Sí. Hay tratamientos que, aunque no erradican el virus, hacen más lenta su multiplicación. De este modo, frenan la destrucción de las defensas del organismo y retrasan el comienzo de las enfermedades oportunistas.
Hoy, el consenso mayoritario es comenzar un tratamiento con, por lo menos, tres tipos de drogas (lo que se conoce como «cóctel»).
Es muy importante asegurar la regularidad de las tomas de medicación en los tratamientos combinados actuales, pues la discontinuidad permite que el virus se haga resistente, es decir, que las drogas no surtan más efecto. El tratamiento es gratuito por ley nacional en los hospitales pùblicos

12. ¿Existe una vacuna?

No. En la actualidad se están llevando a cabo investigaciones sobre dos tipos diferentes de vacunas: unas, para aplicar a las personas que ya tienen el VIH (como un tratamiento) y otras, para evitar que las personas se infecten (como las tradicionales que se dan a los chicos).
Las vacunas de tratamiento se diferencias de los cócteles en que buscan mejorar la capacidad del sistema inmunológico para que éste pueda eliminar al virus, mientras que los cócteles atacan el virus en los diferentes de su evolución.

13. ¿Cómo prevenir el VIH?

Dado que conocemos las vías de transmisión podemos enumerar los modos de no infectarnos.
Prevención de la transmisión sexual:
• Usar correctamente el preservativo. Correctamente significa usarlo desde el comienzo de la penetración. Las roturas del preservativo se deben a que no está bien colocado.
• Usar un preservativo nuevo en cada ocasión (hay que verificar la fecha de vencimiento y el sello IRAM en el sobre).
• Si se usan lubricantes deben a base de agua. La vaselina o las cremas arruinan el preservativo.
• El calor también, por eso no conviene dejarlo en lugares expuestos a aumento de temperatura.
• La presencia de otras enfermedades de transmisión (ETS) y de lastimaduras en los genitales aumentan las posibilidades de transmisión del virus, por lo que tratarlas es también una medida de prevención.
En la ciudad de Buenos Aires hay más de 380 lugares que distribuyen preservativos en forma gratuita.

14. ¿Por qué nos cuesta cuidarnos?

El VIH-sida plantea interrogantes y desafíos para los que no siempre hay respuestas.

• El desconocimiento. En general, tenemos miedo a lo desconocido; en cualquier terreno y en el de la salud y el sida también.

• La confianza. Confianza significa compartir y poder hablar de todo, incluido el sida. No sirve usar la confianza para no preguntar, no dialogar, o para olvidarse de los riesgos propios y de los de la pareja.

• Lo femenino y lo masculino. La idea de que el varón, además de ser heterosexual, debe estar «siempre listo» y demostrar su masculinidad, lo lleva a no poder rechazar una relación sexual aun cuando pueda ser riesgosa. En cambio, a la mujer se le suele adjudicar un rol pasivo -de inexperiencia o inocencia- por el cual no debería llevar preservativos ni proponer su uso. Contradictoriamente, recae en ella la responsabilidad de adoptar métodos anticonceptivos.

• Los prejuicios. Hay términos que, gracias al trabajo de sensibilización y concientización de las personas que viven con VIH y sus organizaciones, evolucionaron desde el inicio de la epidemia. Por ejemplo, la expresión «persona que vive con VIH» ha reemplazado a «portador» y la categoría «grupo de riesgo» (que asociaba la infección a las trabajadoras sexuales, a los homosexuales, o a los usuarios de drogas) fue desplazada por la de «vulnerabilidad frente al VIH».
Creer que el sida es un problema de «homosexuales», «drogadictos» o «prostitutas», no sólo es negar los hechos, sino que es seguir fomentando la discriminación. La falsa seguridad de quienes se sienten «normales» es uno de los principales obstáculos para la prevención.

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