Graffitis en la ciudad

¿Qué diferencia existe entre los lugares públicos y los lugares privados? ¿Se hace invasión de ellos?  Lo publico, según la definición del Diccionario Enciclopédico Larousse, es “lo relativo a la comunidad”; “el bien publico”, “que puede ser usado o frecuentado por todos: porque es publico”. Acerca de lo privado, el citado diccionario expresa que “lo privado no pertenece a la colectividad, sino a un particular”, “que es estrictamente personal y no interesa a los demás”, “que pertenece a un particular y no al estado”.

Como integrantes de la sociedad, tenemos nuestras normas que nos rigen, algunas escritas y otras propias de nuestra cultura familiar, regional. Nosotros como ciudadanos debemos cuidar lo público y a la vez, cada ciudadano debe cuidar también lo privado. En nuestra ciudad es muy común ver diariamente en paredes, muros, bancos de plaza y pisos, pintadas con publicidades comerciales, expresiones culturales (arte, poesía, música, dichos callejeros) manifestaciones políticas y laborales. Esto significa que tanto los lugares públicos como los privados están sometidos a esta modalidad.

Seria ideal que hubiera sitios específicos permitidos como para que no se invadan los lugares antedichos; pero ante circunstancias coyunturales políticas suele usarse algún espacio público. Un claro ejemplo es la Plaza de Mayo, en donde las Abuelas y las Madres de plaza de Mayo pintaron en el piso los emblemáticos pañuelos tan característicos de ellas. En circunstancias en que se restringen las libertades; una forma de expresión hacia esa limitación es salir a las calles y escribir las opiniones donde cada ciudadano pueda verlas y leerlas.  En nuestros países con democracias jóvenes, lo limpio e impecable “remite” a dictadura; y la llegada de la “efervescencia democrática” conlleva la libertad de expresión, la “desprolijidad” y a una gran explosión de pintadas (por ejemplo en las facultades).

En la actualidad en empresas privadas- recuperadas por los trabajadores (por ejemplo fábrica de chocolates Arrufat) sus paredes tienen muchas pintadas sobre los incumplimientos patronales. Para los ciudadanos hay lugares específicos de manifestación, aunque esos lugares (Tribunales, Congreso) no tienen sus edificios para ensuciarlos y menos destruirlo, ya que son patrimonios culturales y es nuestro deber ciudadano y de las autoridades cuidarlos y respetarlos. En algunos países (ejemplo Cuba) las autoridades y los ciudadanos utilizan los graffitis para ir contando su historia.  Debería haber lugares específicos para manifestarnos sin destruir lo privado de uno ni lo publico de todos. Es cuestión de todos y de cada habitante poder explotar las expresiones y a la vez respetar. “El derecho de uno termina donde empieza el de los demás” No olvidemos que la formación familiar, educativa y cívica es fundamental para cumplir con nuestras obligaciones ciudadanas.

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