Definitivamente la cuarentena se polarizó fuertemente, mientras que destacados periodistas que militaron en contra de las medidas del gobierno para frenar los contagios, se enfermaron, tal el caso de Echecopar, Feinmann y Lanata.
Alberto Fernández prorrogó la deshilachada cuarentena hasta el 20 de septiembre y afirman por lo bajo, que en la ciudad las autoridades porteñas mienten en las estadísticas y que el nivel de camas ocupadas en terapia intensiva es mucho más de los que dicen los funcionarios porque dejan sin contabilizar las camas del sector privado que está casi colapsado.
Según el portal DataClave, “entre el 24 y el 29 de este mes hubo establecimientos que llegaron a tener 105 y hasta 110 % de camas ocupadas, como es el caso de la Clínica Suizo Argentina, perteneciente al Swiss Medical Group y el Sanatorio Anchorena, el Guemes, el Otamendi o la Clínica Zabala, estuvieron con su capacidad colmada a tope durante varias jornadas, mientras que el resto oscilaron entre el 65 y el 95 %”.
La cuarentena está fuertemente politizada y es clara la lucha por ver quien quedara mejor parado al terminar la pandemia con vistas a las elecciones intermedias del 2021. A Larreta no le conviene en absoluto que el presidente tuviera una imagen tan positiva avalada por los bajos números de afectados hasta hace un mes. Ahora con aperturas de actividades cuestionadas por el alto nivel de circulación del virus, aumentaron los contagios a niveles alarmantes aunque la mortalidad sigue siendo una de las más bajas del mundo.
