El Pibe de La Paternal

Semblanza de Osvaldo Fresedo: «El Pibe de La Paternal».

Nació en Buenos Aires un 05 de mayo de 1897. Para más datos en la calle Lavalle al 1600. Cuando tenía 10 años su familia se trasladó al barrio de La Paternal, entonces algo apartado del centro. El nuevo barrio estaba habitado por gente humilde, de casas bajas y ambiente popular, lo que gravito en la formación de su personalidad. Allí se inició en el estudio del bandoneón. En 1913 comenzó a tocar en público como integrante de un terceto juvenil, del que también formaba parte su hermano Emilio en violín, completando el conjunto la guitarra de Martín Barreto.
Además de amenizar fiestas del barrio actuaron en el café «Paulin» de la avenida San Martín, próximo a Gaona y Parral. Tras presentarse en otros cafés del barrio, empezó a ser identificado como «El pibe de la Paternal».
Luego de ganarse esta fama, actuó en el cabaret Montmartre, invitado por su amigo, el célebre «tigre del bandoneón» Eduardo Arolas. Luego lo hizo en el Royal Pigall requerido por Roberto Firpo. Tanto Arolas como Firpo eran ya, en la segunda década del siglo xx, dos figuras fundamentales del tango como instrumentistas, directores y
compositores.
En 1916 Fresedo formo el antológico dúo de bandoneones con Vicente Luduca grabando en 1917 para el sello Víctor. Posteriormente formó un trío con el pianista Juan Carlos Cobian y el violinista Tito Rocataglia.
El encuentro de Fresedo y Cobian (que alcanzaría un unánime reconocimiento por su labor de compositor de grandes tangos) fue decisivo para la evolución orquestal del tango en la década del 20.
También en 1917 había grabado para el sello Telephone como ejecutante en la orquesta dirigida por Firpo y Francisco Canaro, formada especialmente para amenizar los bailes de carnaval en la ciudad de Rosario. Al año siguiente, Fresedo formo su primer conjunto en que intervinieron entre otros, el pianista José Maria Rizzutti (autor del tango «Cenizas») y del violinista Julio De Caro, que años después revolucionaria el genero con su famoso sexteto, consolidando con su estilo la etapa denominada Guardia Nueva. Fue tan importante el éxito de Fresedo en sus actuaciones en el «Casino Pigall» que la suya se impuso como una «orquesta de moda», siendo calurosamente celebrada por sus seguidores y asistentes.
En 1921 es contratado por R.C.A Víctor y viaja a los Estados Unidos con el pianista Enrique Delfino y el violinista Rocatagliata para integrar junto a otros músicos, la «Orquesta Tipica Select», que grabó 50 obras. A su regreso, Fresedo rearmo el Sexteto confiando el piano a Cobian. Entre 1922 y 1925 continuó grabando en Víctor pasando luego al sello Odeón donde fue protagonista de un hecho histórico al acompañar a Carlos Gardel en dos tangos, «Perdón Viejita» (de Fresedo) y «Fea», que tuvieron un éxito masivo.
En 1925 su éxito tan trascendente que mantiene en actuación 5 orquestas al mismo tiempo. La principal de ellas en el cabaret Tabaris, en la calle Corrientes. Esto lo obliga a rotar permanentemente de un local a otro para hacerse ver en cada lugar donde actuaba una orquesta suya. Como dato curioso, vale recordar que una de estas orquestas que se presentaba en el cine-teatro Fénix, del barrio de Flores, era dirigida por Carlos Di Sarli, quien se
convertiría en un director tan importante con Fresedo y verdadero continuado de su estilo.
Durante la trayectoria de su conjunto sobresalieron grandes vocalistas como Roberto Ray, Ricardo Ruiz, Oscar Serpa. Osvaldo Cordo, Armando Garrido y Héctor Pacheco, apoyándose además en prestigiosos arregladores.
Como compositor fue prolífico y exitoso, su tango mas célebre es «Vida Mia» siempre vigente, pero también son muy reconocidos «Pimienta», «Arrabalero», «El Once», «El espiante,»Aromas» , entre otros. Además, compuso la música para la película “Adiós muchachos”, en 1955 y anteriormente en 1938, “El Cabo Rivero”, con dirección de Miguel Coronatto Paz.
En 1980 dejó de grabar, culminando una carrera iniciada en 1920. Osvaldo Fresedo falleció en 1984 y su trayectoria fue de las más extensas que se puedan hallar en el tango, mas de 1250 grabaciones son elocuentes para demostrarlo. Su presencia en el disco cubrió un periodo de 63 años.
Esta es, a grandes rasgos, una semblanza de un representante cabal del barrio de La Paternal, que tanto exalto con su bandoneón y su talento de compositor y director al tango. Por esta tarea, que empezó a desarrollarse con sus primeros éxitos en este barrio, fue conocido siempre como «El Pibe de La Paternal».

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