Los directivos de tres colegios tomados denunciaron penalmente a los propios estudiantes de sus instituciones, se trata del Normal 2 Mariano Acosta en el barrio de Once, la escuela Julio Cortázar de Flores y la de Bellas Artes Manuel Belgrano en La Boca.
Los directivos argumentan que recibieron un instructivo de Soledad Acuña, ministra de Educación porteña, quien negò ante la Asesoría Tutelar de Menores haberlo difundido. En un hecho también muy grave institucionalmente, es que la Policía de la Ciudad está incursionando en Colegios tomados sin autorización judicial.
Son 19 los colegios tomados en la ciudad.
En la escuela Julio Cortázar, la rectora y vicerrectora labraron un acta el 7 de setiembre, diciendo que la toma implicaba usurpación y que las autoridades debían hacer la denuncia policial.
También el 8 de setiembre el vicerrector a cargo del Rectorado, de la Escuela Normal 2 Mariano Acosta hizo la denuncia de la toma directamente ante el Ministerio Público Fiscal. Y la toma de la escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano fue denunciada y tramita ante la Fiscalía Penal 31 bajo causa judicial MPF 158.766.
Estas acciones son posibles porque el anterior ministro de educación de la ciudad Esteban Bullrich dejo un instructivo, aplicado ahora, que indica a las autoridades de los colegios que denuncien judicialmente las tomas.
El reclamo estudiantil tiene protección constitucional y está amparado por la carta de los derechos del niño, que en el artículo 12 señala que los chicos pueden y deben participar en los planes de estudio.
La asesora de educación Silvia Cryan, del bloque Bien Común cuyo titular es Gustavo Vera, explicó que el programa piloto en 17 escuelas que quiere implementar el gobierno de la ciudad con la reforma educativa, esconde «la explotación infantil» y reconoció que en la Legislatura no se discutió este programa piloto llamado Escuela Futuro y que el propio Ministerio de Educación no tiene claridad
Respecto al rol de los sindicatos reconoció que sólo dos están activamente acompañando a los estudiantes y defendiendo al trabajador que perdería horas cátedras si los chicos pasan a trabajar en empresas el 50 por ciento del tiempo en el año. «UTE y Ademys se oponen, mientras AMET por escuelas técnicas apoyan la iniciativa.