Por Ing. María Eva Koutsovitis
La Ing. María Eva Koutsovitis, precandidata a Jefa de Gobierno por El Movimiento La Ciudad Somos Quienes La Habitamos expresó: El GCBA construyó con dinero de la ciudadanía porteña (alrededor de $120 millones) una confitería en el Parque de la Memoria. Ahora la va a concesionar “El espacio gastronómico con vista al Río” por tan sólo 250 mil pesos por mes ($622 por m2). Cero inversión y riesgo empresarial, ganancia garantizada, con nuestra Costanera. Un nuevo ejemplo de cómo enriquecer a empresarios amigos a costa nuestra y de nuestros bienes comunes.
En octubre de 2022, el GCBA decidió destinar $102 millones de pesos para instalar un “espacio gastronómico con vista al Río”, tal como lo publicita el propio GCBA, en las afueras del Parque de la Memoria, “para vincularlo con el corredor Costanera Norte y el Distrito Joven”. (Disposición N° 63/DGINYAR/22)
A toda velocidad, tan sólo dos meses más tarde, eligió a la empresa Cunumi S.A. para que lo construya, pese a su oferta fue $15 millones más cara que el presupuesto original. En total, la confitería terminó costándole al estado porteño más de 117 millones de pesos (DISPOSICIÓN N.º 79/DGINYAR/22).
Ahora, cuando faltan semanas para finalizar la obra, el GCBA decidió entregar en concesión, por 60 meses (5 años), este espacio gastronómico por un canon mensual de tan solo $250 mil pesos (es decir, $622 por metro cuadrado) (Licitación Pública / Llamado N° 805/DGCOYP/23).
El abogado Jonatan Baldiviezo, precandidato a legislador por El Movimiento La Ciudad Somos Quienes La Habitamos y fundador del Observatorio del Derecho a la Ciudad manifestó: «El modus operandi es siempre el mismo: el Estado pone la tierra pública (420 m2), el dinero para la construcción del edificio, y las ganancias se las llevan los empresarios amigos del poder. Cero inversiones, cero riesgos empresariales. Todo negocio y ganancia asegurada para unos privilegiados. Este local gastronómico que se va a concesionar se encuentra en Urbanización Parque (UP) de acuerdo al Código Urbanístico, por lo tanto, está prohibida su privatización tanto por la Constitución de la Ciudad como por distintas Ordenanzas y el Código Urbanístico».
Los que perdemos somos las y los porteños, porque nos siguen privatizando la Costanera. Como si fuera una provocación, en la Memoria descriptiva del proyecto se asegura que “los beneficiarios de la obra son los vecinos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Cinismo en estado puro.
Lo que necesitamos es terminar con la privatización del espacio público y que la Costanera sea una espacio verde y público en su totalidad, tal como lo indica la Constitución de la Ciudad, y tal como lo manifestó la Ciudadanía.