DENUNCIA VECINAL:“PLATANOS MASACRADOS EN LA COMUNA 11″

Reproducimos esta excelente nota publicada en el sitio Aquivilladelparque

donde se describe la tala indiscriminada de árboles que se está realizando en la comuna 11:

La indignación y tristeza que produjeron estos actos motivó que desde el grupo «Vecinos Unidos de la Comuna 11» y residentes del barrio Nazca de Villa Santa Rita elevaran una solicitud urgente a la Junta Comunal 11 para que suspenda de manera inmediata la medida que prevé seguir talando árboles que tienen un estado saludable y que vulnera las normativas y medidas judiciales vigentes, además de producir perjuicios ambientales, urbanísticos, sociales y para la salud de quienes habitamos la ciudad.

En el día de ayer, lunes 12 de julio de 2021 los vecinos del barrio Nazca que comprende la zona de pasajes de Villa Santa Rita amanecieron con la triste novedad que la Comuna 11 estaba procediendo a la tala de ejemplares arbóreos saludables en Agente C. García 2236, Crainqueville 2257, Crainqueville sin número (al lado de 2250), La Calandria 2166, La Calandria 2125 y Agente C Dedico sin número (Posible 2118 al lado de 2109)

También constataron que otros árboles ya tienen la faja con los anuncios que indican que correrán el mismo destino.

La indignación y tristeza por la quita de estos árboles, motivó que de manera urgente y perentoria el grupo “Vecinos Unidos de la Comuna 11” y residentes del barrio Nazca, con el acompañamiento de las asociaciones “Basta de Mutilar Nuestros árboles”, la Asociación Vecinal Villa General Mitre y el Periódico “El Adán de Buenos Aires” elevaran en el mismo día de ayer una carta a la Junta Comunal responsable de la cuestionable decisión y que está integrada por el presidente de la Comuna Nicolás Mainieri y los comuneros Fabiana SatrianoSebastián GrisolíaCarolina MaccioneGastón Fernández y Victoria Pugliese.

Reproducimos a continuación el texto donde se SOLICITA A LAS AUTORIDADES DETENER LAS EXTRACCIONES dado que se están violentando normativas y medidas judiciales vigentes, además de generar perjuicios ambientales, urbanísticos, sociales y para la salud de quienes habitamos la ciudad:

Nos dirigimos a ustedes a fin de manifestar nuestro pedido de detención de las extracciones en simultáneo que se están realizando en el barrio Nazca, barrio de los pasajes de Villa Santa Rita. Se trata de árboles añosos en buen estado, que si bien pueden ser considerados grandes para la vereda, fueron plantados mucho antes de que las pautas del Plan Maestro de Arbolado existieran, por lo que éste no debería aplicarse en forma retroactiva.

Adicionalmente, dichas extracciones no siguieron los avisos previos establecidos en la ley 3263 (1), artículo 15 ya que en los primeros extraídos no había cartel y los que están ahora con cartel no cumplen con los requisitos que dicha ley establece.

«Adicionalmente, se encuentra vigente la medida cautelar expediente “HERAS, Claudia c/ Gobierno de la Ciudad (GCBA) s/Amparo-Ambiental”,nº A-4570, Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 13, Secretaría Nº 26, se dictó una medida cautelar 14 de julio de 2017 que suspende la poda y tala de arbolado de la Ciudad que no cumpla con la ley 3263. El texto de la resolución que dispone la medida cautelar dice: “Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 14 de julio de 2017. (…) I. ORDENAR al GOBIERNO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES que arbitre las medidas correspondientes para materializar la inmediata suspensión de cualquier actividad de poda y/o tala del arbolado público existente en la Ciudad que no cumpla con lo dispuesto por los arts. 10, 11 y 12 de la ley 3263, siempre que no mediaran situaciones excepcionales que no admitan demora que –de configurarse- deberán ser individualizadas, debidamente fundadas y puestas en conocimiento del Tribunal. (…) GUILLERMO MARTÍN SCHEIBLER. JUEZ”. Esta medida cautelar fue confirmada por la Cámara de Apelaciones del Fuero Contencioso Administrativo Tributario de la CABA el 9 de noviembre de 2017.

Adicionalmente, el fallo del Juez Guillermo Scheibler de febrero 2021, apelado por el Gobierno de la Ciudad, que aguarda sentencia en segunda instancia y que suspendía la poda y la tala hasta la implementación de las pautas fijadas por el juez, fue claro al establecer que “No puede soslayarse que un árbol no es un integrante más del mobiliario urbano, fácilmente reemplazable, fungible en sus funcionalidades, como una farola, un banco de plaza o una parada de colectivos”. “Se trata de un ser vivo que nos acompaña y ayuda en el muchas veces difícil tránsito de habitar las grandes ciudades. Alcanzar su porte majestuoso le irroga décadas de crecimiento y cuidados, por lo que todo lo que hace a la gestión de este patrimonio no puede ni debe efectuarse a escondidas de la comunidad, a la ligera y sin los recaudos que la ley y el Plan Maestro elaborado por el propio GCBA imponen”.

La Defensoría del Pueblo de la Ciudad, coincide sobre el árbol como ser vivo indicando: “El árbol, entonces, es un ser vivo que fisiológicamente posee mecanismos por los que reconoce los cambios que se producen en el ambiente y que, por lo tanto, debería ser incorporado al ecosistema urbano y pensado con la lógica de los sujetos de derecho”.

En la nota también referencian motivos ambientales, urbanísticos y sociales: “Como ser vivo y como defensa primordial en las ciudades para mitigar algunos de los efectos del cambio climático, la preservación del follaje es urgente e impostergable. Sus beneficios son claves para la salud física y mental (filtran partículas contaminantes, disminuyen la temperatura ambiente, ofrecen sosiego, generan oxígeno, protegen de la radiación de los rayos solares y, por lo tanto, del cáncer de piel, entre otros) así como para el ambiente (retención de dióxido de carbono, fijación de terreno, filtración de aguas de lluvia, prevención de inundaciones, entre otros). Por lo tanto, la preservación de árboles añosos es prioritaria, debiendo poner por delante los beneficios de un arbolado frondoso para la salud pública, el ambiente, el bienestar físico y mental, así como su carácter de patrimonio cultural y social, ante cualquier molestia que dichos ejemplares pudieran ocasionar la cual se puede remediar con distintos recursos que la Junta debería estudiar, antes de la extracción de un ejemplar. Dichos recursos, de hecho, se utilizan actualmente en otros países, como la reducción de calzada, por ejemplo. Aunque parezca inviable, la reducción de calzada es una posibilidad que se ofrece sin dudas cuando se trata de otorgar a los comerciantes gastronómicos más espacios para mesas, ante la pandemia, por ejemplo, o cuando se ofrece un estacionamiento paralelo a una bicisenda como en al calle Gral. César Díaz (3). Si es un recurso disponible para estas situaciones, más debería serlo cuando se trata de preservar un ser vivo y los beneficios sanitarios y ambientales del mismo y la identidad de un barrio histórico. La prioridad debe ser preservar e incrementar el volumen de follaje. Cada árbol añoso que se quita es irrecuperable para el barrio y para la calidad de vida de sus habitantes.

Dan como ejemplo para suspender esta cuestionable medida, lo que sucedió en una comuna vecina: “Cabe destacarse que en la Comuna 7, en un barrio de similares características (idéntico) la Junta Comunal por pedido de los vecinos dejó sin efecto la extracción de dos plátanos en buen estado que solo iban a quitar por ser árboles grandes para dicha vereda. De este modo, entendemos que la Junta Comunal puede proceder de igual manera en la Comuna 11”.

Tratándose de cuestiones tan preciables para la vida y la sustentabilidad, el pedido referencia que debe haber una cuidada y meticulosa planificación: “las extracciones, cuando sean extremadamente necesarias, no pueden realizarse en forma simultánea. Se debe establecer un plan que establezca primero las necesidades de plantación y se asegure que los nuevos ejemplares prosperen intentando generar el máximo de follaje posible para acercarse a lo que los árboles añosos ofrecen (porque nunca podrán reemplazarlo) antes de proceder a su quita. Mantener e incrementar el volumen de follaje es esencial no solo para sostener el índice de sombra, sino para ofrecer a los habitantes los beneficios del verde que toda ciudad saludable requiere según la Organización Mundial de la Salud.”

Por último, entre los argumentos también exponen la situación ambientalmente vulnerable en la que se encuentra particularmente el barrio Villa Santa Rita donde se están llevando a cabo estas talas: “Preservar e incrementar el follaje es esencial en toda la ciudad pero es todavía más importante en un barrio como Santa Rita que no tiene NINGUN espacio verde, por lo cual sus habitantes gozan de CERO metro cuadrado verde por habitante, siendo que la Organización Mundial de la Salud recomienda 10 a 15 m2 de espacio verde por habitante los cuáles además deben ser de cercanía. Cualquier «gestión» o «intervención» del arbolado que desconozca esta prioridad es un atropello contra el bien común.(…) . Se trata de un barrio que, además arroja apenas 0,18 de coeficiente arbóreo por habitante, nivel muy próximo a cero que significa «cobertura arbórea deficiente» según el propio informe de cobertura vegetal de 2019 del Gobierno de la Ciudad (4) en función a datos del censo arbóreo de 2011 y del poblacional de 2010.»

Y aclaran: “Estos valores, transcurrido tanto tiempo desde su estimación y siendo que se han realizado varias podas y extracciones para cumplir con el pliego de licitación vigente (5) arroja actualmente valores de cobertura arbórea mucho menores a los oficialmente informados en 2019 con datos de 2011 y 2010, indicadores en continuo descenso por las prácticas descriptas que no se planifican ni evalúan según su impacto ambiental. Estos parámetros son muy lejanos a los que recomiendan los organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (4 árboles por habitante).”

Por último, los solicitantes además de la SUSPENSIÓN INMEDIATA DE LAS TALAS, le piden a las autoridades locales una reunión para conversar sobre “las mismas y establecer un plan y una estrategia en la que los vecinos no sean perjudicados, incluso aquellos que desconocen la necesidad y urgencia de mantener el follaje y que piden o respaldan acciones sobre el arbolado que generan perjuicios ambientales, sanitarios y pérdida de identidad barrial. Pedimos esto como organización vecinal, como Consejeros del CCC11 y como vecinos que quieren una Comuna sana que valore y preserve el patrimonio comunitario.”

Desde nuestro medio no hay mucho más que agregar, simplemente decir que mientras los responsables de la Comuna 11 tomaban y ejecutaban esta decisión, en las noticias salía publicado que el cambio climático está impactando de lleno a nuestro planeta con consecuencias extremadamente preocupantes, como las que se vivieron en Canadá en los estos días: temperaturas que superaron los 47ºC y provocaron la muerte de más de 1.000 millones de ejemplares marinos y dejaron un tendal de personas fallecidas.

Un triste espejo en el que seguramente no queramos mirarnos.

Por último, es dable recordar aquello que dijo Barak Obama (presidente de Estados Unidos) en oportunidad de la Cumbre del Clima (París, 2015): “Somos la última generación que puede combatir el cambio climático”.

*Publicado en aquivilladelparque

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