¿Cuál es el rol del Asistente Celador para Discapacidad Motriz en la Escuela?

Por Walter Oroño*

 

El cargo de Asistente Celador está bajo la supervisión del área de Educación Especial y regido por el principio de inclusión educativa, y entiende a las diferencias como posibilidades de intervención que pueden reducirse o eliminarse.

El rol de los Asistentes Celadores es “educativo- asistencial” y su función está vinculada a la motricidad fina y gruesa, a la higiene y a la alimentación de los niños y jóvenes de todos los Niveles y Modalidades del Sistema Educativo del GCBA (Inicial, Primaria común y especial, Secundaria, y Terciarios).

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La tarea del celador debe ser requerida por las conducciones escolares  que vayan a recibir al alumno que se asistirá, al área de educación especial.

La tarea específica es facilitar la accesibilidad (ingreso y egreso) al establecimiento educativo, así como la salvaguarda de distintas barreras arquitectónicas que pudieran presentarse en la escuela o en el mobiliario urbano.

Dentro de las escuelas los Asistentes garantizan el acceso a gimnasios; salas y talleres de plástica y música, sea para trasladarse; para llevar sus útiles y/o para utilizarlos.

En los momentos de juegos y recreos, garantizan la participación del alumno asistido.

Con el compromiso de minimizar obstáculos se destaca la asistencia que brindan en la higiene diaria en la cual muchos de los alumnos asistidos tienen escasa autonomía, así como en la vestimenta y durante la alimentación, cuando esto es requerido por las necesidades de la persona.

Resaltamos los siguientes roles, vinculados con la integración y el autovalimiento de las personas.

  1. Facilitar la integración al contexto escolar, de los alumnos y alumnas con discapacidad motora, cualquiera sea el nivel y/o modalidad educativa que les corresponda.
  1. Promover el autovalimiento y la independencia en las interacciones que alumnos y alumnos establezcan respecto del entorno y/o respecto de sus propios requerimientos.

Se asume que, el autovalimiento y la independencia se aprende y requiere la intervención intencional y activa de quiénes tienen a su cargo la asistencia de las funciones específicas mencionadas: motricidad fina y gruesa, higiene, alimentación y un abierto trabajo de inclusión educativa.

Un poco de historia

En el año 1976 se crearon los cargos de Asistentes Celadores para el nivel inicial y desde 1989 existe la figura de Asistente Celador para alumnos con discapacidad motora.

En 1994 se incorpora en el Estatuto Docente, en el artículo 128, el cargo de Asistente Celador  para alumnos con discapacidad motora.

En 1998 se creó la planta transitoria para la atención de alumnos  discapacitados motores que se integren en escuelas comunes, dependiendo de la Dirección de Educación Especial, creándose 84 cargos.

Desde el año  2001 los Asistentes Celadores para Discapacitados Motores acceden a los cargos  por listado, por orden de mérito, confeccionado por la Junta de Clasificación Docente del Área de Educación Especial.

En 2006, se sanciona la Ley 1927, ingresando en el Estatuto del Docente, el cargo de Asistente Celador para Discapacitados Motores, para todas las Áreas de  la  Educación.

En la actualidad, más de 500 personas desempeñan el cargo de ACDM.


[1] Walter Oroño, es Licenciado en Psicología (UBA) y posee Certificación Pedagógica para nivel Primario y Medio, otorgada por el IES “Juan B. Justo”. Se desempeña como Maestro Psicólogo en la EII N°4 D.E.°4 de la CABA.