Por Leandro Carregado
¡Hola! En esta ocasión vamos a hablar de un clásico fundacional del cine, pero lo haremos en dos partes, debido a la importancia de su historia y a que me gustaría compartir con ustedes datos muy poco conocidos a los que pude acceder gracias a libros que me llegaron recientemente del extranjero: Nosferatu: eine Symphonie des Grauens, o Nosferatu, como se la conoció aquí en Argentina.
Esta película filmada en 1921 y estrenada el 4 de marzo de 1922 es especial no solo por su calidad en sí, sino por su increíble historia y por todos los elementos que contribuyeron en su creación. La Alemania de la posguerra (Primera Guerra Mundial) era un caldero de actividad en el cual el arte, el cine, la literatura y hasta el esoterismo coexistían en las calles de Berlín.
Así fue que, el 31 de enero de 1921, un artista, diseñador de producción y ocultista llamado Albin Grau (1184-1971) fundó junto al distribuidor Enrico Dieckmann una compañía productora bautizada como Prana (en sánscrito «la fuerza vital»; y que, además, era el nombre de una revista teosófica a la que Grau estaba suscripto) cuyo logo era un símbolo del Ying y el Yang con el nombre de la compañía.
El plan de la productora Prana era realizar una serie de films basados en la temática de lo oculto, con el fin de que los espectadores conocieran el proceso de iluminación espiritual. Prana había pensado títulos como Saptaparna, Nicolo Paganini, Oro, El demonio del pantano, y Sueños Infernales, entre otros.
El próximo paso era encontrar una historia para su primer film, la cual apareció a través del reputado director F. W. Murnau (cuyo verdadero apellido era Plumpe), quien quería filmar una película a partir del libro Drácula, del escritor irlandés Bram Stoker.
Esta historia era el símbolo de la visión que Grau tenía de sus experiencias durante la guerra: un vampiro que a su paso traía la plaga y la muerte de miles, como un emisario del infierno. Se alimentaba de la sangre de sus víctimas mientras las ratas invadían todo a su paso, sembrando muerte y enfermedad.
Esto es solo el principio de todos los sucesos que rodearon a este magnífico film… en la próxima entrega, les contaré detalles inéditos sobre la filmación y el destino trágico que acechaba tanto al film como a su productora. ¡Y hasta aquí llegamos, nos vemos en el próximo número!
