BLOQUE 40, un lógico absurdo

Crítica teatral
Por: Johanna Chiefo

Un título, nada declarativo, llama mi atención: “Bloque 40”. Entro al acogedor Excéntrico de la 18 y una pancarta alucinante me da la bienvenida. La firma Cristina Banegas, y dice algo como que actuar es vivir con la sensación permanente de estar fuera de lugar y, por eso, sumergido en el fondo. Leo y pienso que todo lo que pase por esa sala tiene que ser así de hondo, estar embarrado de verdad hasta la garganta. Por suerte, no me equivoqué.
Desde el vamos, los actores están en escena, inmersos en tres situaciones convergentes. Dos oficinistas sellan algunos de los miles de papeles que se apilan a su alrededor, dos mujeres en ropa interior son sometidas por otras con pinta de carceleras (luego sabré que son “protocolistas”, un término propio de la obra) y un flaco con cara de loco entierra sus dedos en una vieja máquina de escribir.

Comienza la obra. Desde el minuto 2 empiezo a notar que todo es demasiado extraño, que las reglas de juego son distintas a las que conozco. Hay puertas invisibles, “protocolistas” lustrando personas y valijas que funcionan como dardos tranquilizantes. Cuando alguien quiere revelarse, aparece el leit motiv: «¡En el sistema no hay errores!».

Todo es nuevo. No puedo quitar mi atención ni un segundo. De a poco voy desgranando cada cosita como parte de un todo, lentamente voy entrando en ese mundo paralelo magistralmente creado. Nada está demás (ni de menos). Todo significa, todo cobra sentido en dirección a los dos grandes temas de la pieza: la burocracia y la irremediable soledad. Cada acontecimiento culmina con una perfecta fotografía. Hay imágenes que aún rondan por mi sien.

A las frescas y acertadas actuaciones se le suma un valor fundamental: estoy frente a una creación colectiva, con todo lo que eso implica (entre otras cosas, un año entero de ensayo). Hablé con el director, Fabián Bril, y me dijo: “a partir de EL PROCESO de Kafka creamos tres escenas muy distintas en estética y lenguaje, que luego fuimos uniendo, un poco a la fuerza, y un poco porque tenían algo en común: la burocracia, ese orden casi asesino que a veces nos aniquila”.

Las reflexiones que me llevo son infinitas y no muy livianas: cosificación, alienación, represión, soledad y, sobre todo, la naturaleza perversa de un sistema socialmente legitimado del que no podemos escapar, del que somos fundadores y objetos, víctimas y victimarios a la vez. Personajes con miradas vacías y cuerpos encerrados en sí mismos me dicen que algo puede estallar en cualquier momento, igual que en la vida real. Y, sin dudas, estalla. Pero cuando la tensión parece llegar a su límite, sucede algo que me roba una auténtica carcajada.

Creo que, como espectadores, cuando nos invaden situaciones absurdas solemos experimentar tal sensación de extrañamiento que tendemos a no entender nada y contemplamos todo como algo ajeno. En BLOQUE 40 pasa todo lo contrario. Ellos venden y uno compra. Es ahí que lo compruebo: cuando funciona la convención, estamos hablando de buen teatro.

Elenco: Claudia Abdul * Laura Alvarez * Beatriz Apás * Vanina Bercovich* María Martha Gigena * Lara Herrador * Andrea Mansilla * Celeste Medina * Fernando Reznik * Vanesa Rodríguez * Ricardo Spátola * Brenda Urlacher
Música original: Miguel Ibáñez * Diseño de vestuario: Florencia Blejer * Escenografía: Fernando Lancellotti * Diseño de luces: Fernanda Ballcels y Luciana Suppicich * Asistencia de dirección: Vanina Bercovich y Melissa Falter * Dirección: Fabián Bril
Funciones. SÁBADOS DE JUNIO – 20 hs
El excéntrico de la 18 – Lerma 420, Cap. Fed.
Solo con reservas al 4772-6092 / 4775-1438
Reposición: septiembre de 2013

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