Avenida Gaona y sus 33 mil durazneros

Las calles tienen historias

 Antes fue el antiguo Camino de Gauna o Calle de Gauna, después Gaona que es el nombre tradicional, oficializado por la Municipalidad que surgió de la propiedad que don Pablo Ruiz de Gaona poseía en el hoy barrio de Caballito, uno de cuyos límites era la actual Av. Díaz Vélez, denominada anteriormente Gaona, nombre que aún conserva en su prolongación hacia el Oeste.

Toda esta zona era conocida con el nombre de “Estanco de Gaona”. La chacra tenía un perímetro de dieciséis cuadras, con plantaciones muy valiosas donde sobresalía un monte con una plantación de 33000 árboles de duraznos y una capilla.

La razón del nombre de la Av. Gaona ha originado grandes discusiones, pues Beccar Varela y Udaondo se la han atribuido también a Eduardo Gaona, militar nacido en Salta a fines del siglo XVIII. Con el grado de alférez figuró en uno de los cuerpos cívicos de Salta, cuando recibió la orden del gobernador interino, Dr. Feliciano Chiclana, de reunir a los baquianos de la provincia y conducirlos al Ejército Expedicionario del Norte que debía internarse en el Alto Perú. Cumplida la orden, combatió luego en la batalla de Suipacha, donde sufrió heridas y murió el 7 de noviembre de 1810.  Finalmente, el historiador Manuel Carlos Melo pudo demostrar que en 1802, el nombre Gaona ya existía ocho años antes de la muerte del militar salteño.

Asimismo, el “Camino de Gauna” ya figuraba en algunos viejos planos de la ciudad  y en el Plano Topográfico de la Ciudad, incluyendo parte de los partidos de Belgrano, San José de Flores y Barracas al Sur. Finalmente, en la nomenclatura de la Ordenanza del 27 de noviembre de 1893, se la designa como Avenida Gaona.

El  contexto social

El tramo de Av. Gaona a la altura de Flores era muy frecuentado por viejas pulperías y almacenes, en las cuales se desarrollaba la vida social de entonces. En la calle Boyacá existía el famoso almacén “El antiguo clavo” y en Donato Alvarez se utilizaba el camino como cancha para carreras cuadreras y de sortijas, especialmente durante las fiestas patrias.

Ya para 1895, esta zona estaba semiurbanizada con casi todas las manzanas ocupadas por quintas, alfalfares y hornos de ladrillos. En 1898, la Municipalidad compro la chacra de don Plácido Piñeiro que con el “Estanco de Gaona” se destinó principalmente a la formación del Parque Centenario, centro geográfico de la Capital Federal. El parque fue creado por una Ordenanza del 17 de mayo de 1909.

El entubamiento del arroyo Maldonado fue el factor principal del progreso para esta zona del barrio de Caballito. El tramo inicial de la Av Gaona arrancaba desde donde se encontraba el arroyo que a su alrededor era  un descampado desolador. Los terrenos estaban ocupados por hornos de ladrillos, con pésimos caminos intransitables por los grandes pantanos que se formaban en la época de lluvias, sin más calles que las de Gaona y la de Caballito (hoy Martín de Gainza). Según los registros,  las casas existentes no pasaban de once familias propietarias y el resto eran quinteros o cortadores de ladrillos.

 A la altura de Espinosa, en terrenos donados por la señora de Beláustegui, levantaron los padres mercedarios una modesta capilla en 1894, dedicada a Nuestra Sra. de Buenos Aires, recordando así los orígenes de la primera fundación de esta capital. El 3 de diciembre de 1932, se inauguró la monumental iglesia, obra del Padre Ernesto Vespignani. Después de la época del centenario, el avance edilicio fue más evidente, debido a la circulación de tranvías eléctricos y a la construcción de puentes para facilitar el cruce de las calles, cuando desbordaba el Maldonado o se inundaban por las lluvias.

En Gaona y Martín de Gainza estaba emplazada la Estación Central de Tranvías del Anglo-Argentino de donde partían diferentes líneas hacia el centro de la ciudad con un recorrido que llegaba por el Oeste hasta la calle Mercedes. A principios de siglo XX existían grandes despoblados y quintas y con  los años fueron desapareciendo lentamente. En  Gaona y Parral (Av. Honorio Pueyrredón), el 18 de diciembre de 1928, dada la “peligrosidad” del cruce de esas avenidas se instalaron “dos columnas con focos rojos”, precursores de los semáforos actuales.

 Hoy en ese cruce están las Avenidas Gaona, San Marín, Díaz Vélez, Angel Gallardo y Honorio Pueyrredón, y la calle Martín de Gainza, que originan once esquinas alrededor del monumento al Cid Campeador en el límite entre Caballito Norte y Villa Crespo. El intendente Municipal Dr. Mariano de Vedia y Mitre fue quien dispuso la habilitación de la Av. Gaona. Nace en Av. Dr. Honorio Pueyrredón 1098 y termina en Carrasco 699.

El personaje que le da nombre a esta avenida 

Pablo Ruiz de Gaona fue funcionario y comerciante. Nació en la villa de Marieta, provincia de Alava (España), hacia 1713. La verdadera grafía de su apellido es Gauna, proveniente de las provincias vascongadas. En Buenos Aires fue vecino destacado desde mediados del siglo XVIII: miembro del cabildo, actuó como regidor, fue alcalde en 1774, y alférez real en 1780 y  en la milicia cívica, donde alcanzó el grado de capitán.

 Tenía una amplia casa que rodeó de profusa arboleda, con una capilla que el Obispo Lué el Curato de San José de Flores, el 31 de mayo de 1806 dispuso que “hasta tanto se construya la Iglesia Parroquial…servirá de Parroquia Provisional el Oratorio Público de don Pablo Gaona”, asi la chacra quedó en territorio del nuevo curato. Recluido en ella, Gaona permanecía sumamente enfermo,  falleciendo el 3 de agosto de 1813.

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