Antonio Massa, retrató la cultura a lo largo de 60 años. Expone en el Teatro San Martín

«Antonio Massa. Un obrero de la fotografía» reúne 80 imágenes, la mayoría en blanco y negro, de artistas de folklore, tango, rock, el pop, melódico y de músicos del exterior, en la fotogalería del Teatro San Martín, mientras que en las paredes que balconean hacia el hall central aparecen, luminosas, las imágenes de bandas y solistas de rock: Juan Carlos Baglietto, Luca Prodan, los Auténticos Decadentes en ropa interior y Fabiana Cantilo, realizadas también por el hermano de Antonio, José Luis. Y, como representante de la tercera generación, se exhiben fotos de músicos de trap como Trueno y Cazzu captadas por Catalina Serrano Massa, nieta del fotógrafo y curadora de la muestra, que propone un recorrido histórico por la escena musical argentina.

La muestra podrá visitarse hasta el 26 de marzo de 2023, de martes a domingos de 14 a 20, en el Teatro San Martín, de Avenida Corrientes 1530.

La cara visible de la exposición es la foto que inmortaliza el momento en que Roberto Goyeneche besa la mejilla de Pugliese, una imagen que circuló sin límites y llegó a ser estampa de remeras, y amuleto de la suerte para los músicos. Ese encuentro, como tantos otros que protagonizó Massa, de 87 años, con músicos y artistas, tiene una historia que Catalina Serrano Massa cuenta a Télam en una recorrida por la exhibición.

«El secreto era buscar la foto distinta y para eso mi abuelo los llevaba a caminar. En este caso puntual, llevó a Pugliesse y a Goyeneche desde la confitería El Molino a la Facultad de Derecho. Al llegar, los sentó en las escalinatas y le dijo a Goyeneche: ‘dale, dale un beso al flaco, dale un beso al maestro’, y en ese instante le sacó la foto. Pero después de sacar la foto un policía los echó del lugar. Les dijo que no podían sacar fotos en espacios públicos. Entonces mi abuelo le dijo ‘pero cómo, ¿y los turistas?’. Y el policía le respondió: ‘Bueno, los turistas son turistas, usted no puede». Era 1984, albores de la democracia.

Las fotografías, reunidas también en un imponente libro de 500 páginas, con cerca de 1000 imágenes, aparecieron a partir de la década del 60 en distintas revistas y también fueron tapa de discos de los sellos Sony, Pollygram y RCA. Muchas de ellas fueron tomadas por Massa para Aerolíneas Argentinas, cuando los artistas viajaban desde el Aeroparque porteño, o cuando los músicos extranjeros llegaban al territorio argentino.

Ella Fitzgerald, Louis Armstrong, Astor Piazzolla y Amelita Baltar saludando con los brazos en alto, enarbolando el pasaporte; una joven y sonriente Mercedes Sosa llegando con una caja con la leyenda de Panasonic, bolsos y abrigo a Buenos Aires, son solo algunas de las imágenes que el fotógrafo captó para la aerolínea de bandera.

«Mi abuelo nunca se encargó de mostrar estas fotos, es la primera vez que lo hace. Decía que no tenía tiempo para eso, y nunca dejó de trabajar, por eso titulamos a la muestra ‘el obrero de la fotografía’, dice la joven nieta, orgullosa, a metros de una imagen que encabeza la exhibición, donde aparece, en una foto, el propio Massa, cámara en mano y con un portafolios que le cuelga de un hombro, tomando imágenes a una modelo que posa junto a un vehículo.

Antonio o «Tuni», como le decían en su familia, era el menor de ocho hermanos, hijo de un padre tabacalero y una madre ama de casa. Apasionado del deporte, llegó a la fotografía de la mano de su hermano Eduardo, con las primeras cámaras industriales, cuadradas, con rollos de 120 milímetros.

Empezó preparando los químicos para el revelado, y a los 16 años su hermano le dijo que tenía que colaborar económicamente con la casa, aunque sea para sus gastos. Pero el trabajo específico de tomar imágenes se inició cuando un día en que su cuñado, que también trabajaba en el estudio, no pudo ir a tomar imágenes de la producción de una película en la que actuaban Dringue Farías y Olinda Bozán.

 «No había una disciplina de educación, fui aprendiendo con el andar de la vida», dice el artista a Télam acerca de su formación como fotógrafo, en la que llegó a tomarle imágenes a Juan Domingo Perón y a Diego Armando Maradona, con anteojos negros y vincha, promocionando la biografía «Yo soy el Diego de la gente», traducida a 88 idiomas.

«Lo fundamental es que el fotógrafo tenga buen ojo; también influyen la luz, el personaje, el lugar, ya que el hecho de estar en un lugar te da el motivo de una foto y otras veces tenés que encontrarlo», agrega.

«Lo fundamental es que el fotógrafo tenga buen ojo; también influyen la luz, el personaje, el lugar, ya que el hecho de estar en un lugar te da el motivo de una foto y otras veces tenés que encontrarlo»Antonio Massa

Entre las imágenes que fueron tapas de disco, aparecen Valeria Lynch, Horacio Fontova abrazado a su guitarra, Lolita Torres, Cafrune, Los Fronterizos, los Nocheros, Mercedes Sosa, Soledad Pastorutti, el dúo Pimpinela, que ocupan la fotogalería, así como otra tierna imagen que inmortalizó el abrazo entre Mercedes Sosa y Charly García, o la orquesta de Pugliese, en el Obelisco, o las de Julio Sosa, el varón del tango, Rodolfo Mederos, acoplado a su bandoneón, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, en uno de los recitales que brindaron juntos en Buenos Aires.

Sandro, con quien el fotógrafo forjó una amistad, es otra de las figuras que aparece entre las fotos que fueron tapas de disco del sello Sony. «Sandro lo empezó a llamar directamente y, en una oportunidad, quiso mostrarle unas armas nuevas que había comprado y de repente sucedieron las fotos, que son inéditas», cuenta Serrano Massa.

La foto de los Rolling Stones, en 1995, también tiene su historia: fue realizada por José Luis Massa durante la primera visita del grupo a la Argentina. Armaron el estudio en la cancha de River y tuvieron 10 minutos para sacar la foto, cuenta la curadora.

Muchas de estas imágenes, tanto las de las muestras como las que aparecen en el libro «Massa. Estudio fotográfico» sorprenden, impactan, porque revelan la acción impiadosa del paso del tiempo, aunque a la vez devuelven imágenes olvidadas o simplemente desconocidas como las de algunos músicos que aparecen retratados en su niñez, como el caso de Luis Miguel, y actores como Ricardo Darín junto a Susana Giménez; Gerardo Romano posando de cuerpo entero, de espalda y desnudo; Moria Casán, Mirta Legrand, Luis Sandrini, Libertad Lamarque, China Zorrilla, Cacho Fontana, Pinky, el guitarrista Carlos Di Fulvio, de una lista interminable.

 (S(La tercera generación de los Massa(S)Las imágenes tomadas por Catalina Serrano Massa se despliegan sobre las paredes del otro balcón que da al hall del San Martín. Son fotos de un artista callejero que tomó en Nueva York, en 2014, apasionada por el registro documental, y del back de un videoclip.

La nieta de Massa tiene 29 años y se dedica a la fotografía desde los 14. En esta oportunidad quiso mostrar su trabajo fotográfico en relación a músicos de trap. Uno de ellos tiene como protagonista al rapero Klan, y fueron hechas en 2020, en uno de los primeros eventos privados que hubo en pandemia.

El joven músico, con pañuelo ajustado en la cabeza, baja con su mano el labio inferior y muestra desafiante, una larga fila de dientes de metal.

«Aproveché que tenía los dientes con metal y le dije ‘Mostrame los dientes’ y salió esa foto. Fue tremenda la difusión por redes de los raperos, de sus fans que hicieron murales, remeras y hasta empezaron a dibujarla a mano alzada», dice.

«Trueno» es otro de los músicos que aparecen en esta parte de la exhibición, con imágenes de la primera entrega del Disco de Oro. «Conozco a Trueno desde chiquito, estaba trabajando con él y me llamaron para hacer la foto en un ámbito muy íntimo, con la gente de Sony y el equipo», explica.

A esta exhibición se suman Catriel, en un show; la rapera Cazzu, a quien la joven fotógrafa le tomó imágenes en un back de un videoclip. «Me gustan las imágenes que captan la crudeza, no la foto de la pose. En ese momento ella recién se había levantado, está tomando un café y mirando el celular, mientras hablaba con la maquilladora», dice.

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