8 de marzo, Día Internacional de la Mujer


Desde 1975 se celebra el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer para conmemorar la lucha histórica por mejorar la vida de las mujeres.

Pero a diferencia de otros años, este 8 de marzo las mujeres del mundo paran en sus trabajos como respuesta a la violencia de género, social, política, moral y verbal que experimentan las mujeres en distintas latitudes. El paro se lleva a cabo en 30 países y es en verdad, difícil predecir en su alcance.

Sin embargo, la potencia de los movimientos de mujeres es cada vez más visible.

La fuerza demostrada por movimientos civiles de mujeres como la Marcha de Washington del 21 de enero de 2017, que reunió a más de 500.000 personas o la huelga general de mujeres en Argentina del 19 de octubre de 2016, el llamado “miércoles negro˝ que llevó a decenas de miles de manifestantes al centro de Buenos Aires en respuesta a los feminicidios como el de Lucía Pérez, un brutal asesinato tras cruentas torturas de esta chica de 16 años que conmociono el país.

Este día se celebra desde hace 42 años en todo el mundo. Un párrafo de la declaración de principios aprobada en Naciones Unidas fundamenta esta iniciativa: “Los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales. La plena participación en condiciones de igualdad de la mujer en la vida política, civil y cultural en los planos nacional, regional e internacional y la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo son objetivos prioritarios de la comunidad internacional”.

 A pesar de la importancia de la declaración, es especialmente controvertida la explicación de por qué se eligió el día 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer. La versión más escuchada en nuestro país (incluso la que aparece continuamente en los medios de comunicación) es que se conmemora un incendio provocado por el dueño de una fábrica el 8 de marzo de 1908 en Nueva York, en el que murieron 129 mujeres trabajadoras que estaban en huelga. Esta explicación carece de fundamento, ya que tal suceso nunca se produjo. Según los historiadores, sí  hubo un incendio el  25 de marzo de 1911 en una fábrica textil de Nueva York, en el que fallecieron 147 mujeres de entre 13 y 30 años, la mayoría inmigrantes que trabajaban en condiciones paupérrimas.

 Este error se adjudica a que los historiadores conservadores norteamericanos y europeos quisieron ocultar el origen comunista de esta celebración. La decisión de convertir esta celebración en una festividad internacional corrió a cargo de Clara Zetkin (1857-1933), líder del movimiento alemán de mujeres socialistas y tenía un antecedente en el que inspirarse, el Women’s Day, que las mujeres socialistas estadounidenses llevaban celebrando desde 1908, cuya finalidad era la reivindicación del derecho al voto femenino.  Pero la fecha del 8 de marzo como símbolo de la lucha por la igualdad se consolidó a partir del levantamiento de las mujeres rusas el 8 de marzo de 1917 reclamando alimentos, día que se considera el comienzo de la Revolución Rusa.

Sin embargo e independientemente de su origen, la celebración del Dia de la Mujer se trata de una de las principales conmemoraciones internacionales  para reclamar igualdad de derechos y de condiciones de vida para las mujeres, en un mundo que tradicionalmente ha marginado a la mitad de su población por la única razón de su sexo y que en estos últimos años verifica, si bien avances en aspectos civiles y laborales, un aumento de violencia extrema que se ve en el aumento de femicidios en cifras alarmantes, como Argentina, con un promedio de 290 muertes por año.

La Organización de las Naciones Unidas, favoreció la adhesión a la celebración de este día durante la Asamblea General de 1877, e invitó a todos los países miembros a reconocer y conmemorar las múltiples contribuciones de las mujeres a sus sociedades y a promover la toma de conciencia de la situación femenina y sus luchas por vivir en un mundo con menos violencia, menos discriminación y mayor igualdad en la distribución de las oportunidades.

A través de la resolución 32/142, se convocó a todos los países a que proclamaran, de acuerdo con sus tradiciones históricas y costumbres nacionales, un día del año como Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.

Femicidio

El término “femicide” fue acuñado en Inglaterra por Mary Orlock al comienzo de la década del 70, y fue utilizado por primera vez en forma pública por Diana Russell en un testimonio ante el Tribunal Internacional de Crímenes contra las Mujeres, celebrado en Bélgica en 1976.

La misma Rusell definió al femicidio como “el asesinato misógino de mujeres cometido por varones”. Referirse al asesinato misógino de mujeres y niñas como femicidio, permite evidenciar que la muerte de las mujeres a manos de sus esposos, amantes, padres, novios, pretendientes, conocidos o desconocidos, no es consecuencia de razones inexplicables, conductas patológicas, o de la simple casualidad.

Llamar femicidio a estas muertes de mujeres, remueve el velo oscurecedor con el que las cubren los términos neutrales como homicidio y asesinato.

También el concepto de femicidio indica el carácter social y generalizado de la violencia basada en la inequidad de género y permite erradicar la idea de que los asesinatos de mujeres perpetrados por sus parejas son «crímenes pasionales».

El estado nacional   promulgó en noviembre de 2012, en la presidencia de Cristina Kirchner, una reforma al Código Penal y se incluyó pena de reclusión perpetua para los crímenes de género.

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