Existe el peligro de contaminación alimentaria con la venta de bandejas de verduras en la ciudad

26 de junio de 2025

Hace unos años se incrementó la venta de verduras cortadas para hacer sopa o ensaladas rápidas en las verdulerías de la ciudad, con un sistema de envases de escasa higiene y sin cuidados bromatológicos.

En estudios recientes se estableció que son ilegales siete de cada 10 envasados con verduras “listas para usar”. El 17 % tiene contaminación fecal, según un estudio originado en la Dirección de Calidad Alimentaria de Córdoba.En el 17 % de estos productos se encontró la bacteria Escherichia coli, principal causante del Síndrome Urémico Hemolítico (SUH).

Los especialistas reunieron 785 muestras de las verduras “mínimamente procesadas” (las que se consiguen en el Mercado de Abasto) y las compararon con 525 bandejas que encontraron en distintas verdulerías de la ciudad: las más contaminadas eran las “listas para usar”, en el 17% del total.

Otro dato de la investigación fue que las mezclas de hortalizas no tenían datos sobre el lugar de procedencia y algunas verdulerías lavaban las hortalizas en la bacha del baño. En los hipermercados también se encontraron muestras contaminadas.

Cuando un producto está contaminado con la bacteria Escherichia coli quiere decir que ese alimento estuvo en contacto con materia fecal y hay riesgo de contaminación cruzada cuando, por ejemplo, se riegan las verduras con agua contaminada.
Especial atención hay que prestar a las hortalizas de hoja (lechugas, espinaca, rúcula y perejil) ya que son las que concentran más bacterias. Cuando se detecta Escherichia coli, es indicio para otros gérmenes como el virus de la Hepatitis A y E.

Si se consume hortalizas en bandeja (no es aconsejable), hay que mirar el lugar de procedencia, la higiene del envasado y el Número de Habilitación Municipal de quien la envasa.

Si estos datos no están a la vista en la bandeja, hay que hacer la denuncia a las autoridades sanitarias.
Contaminación en vegetales mínimamente procesados

Para llegar a una conclusión más amplia, en lugar de simplemente investigar las verduras que se venden en un supermercado o en una ciudad, el equipo decidió hacer un metaanálisis de todos los datos recopilados hasta ahora, en los lugares más diversos, por todos los científicos que han estudiado el tema.

El resultado es preocupante debido a la amplia variación en los niveles de contaminación, con alimentos que van desde “casi completamente desinfectados” hasta “casi totalmente contaminados”. Por ejemplo:

• La contaminación de vegetales mínimamente procesados por la bacteria Escherichia coli, por ejemplo, el principal indicador de contaminación, osciló entre el 0,7% y el 100% de las muestras.

• La prevalencia de Salmonella spp varió de 0,6% a 26,7% de las muestras, mientras que Listeria monocytogenes apareció entre 0,2% y 33,3% de las muestras.

Otros patógenos transmitidos por los alimentos detectados en proporciones más pequeñas (menos del 30%) incluyen B. cereus, C. perfringens, C. sakazakii y Shigella spp.

El consejo mas basico es que cuando se abre una bolsa de vegetales frescos, si no se gasta todo el contenido, lo que sobre se guarde de nuevo en la heladera, pero no se debe cambiar de envase, se debe manipular lo mínimo y cerrar bien la misma bolsa para evitar que entre más aire, depositarla en la parte más fría y lo ideal sería consumirla en 24 horas.

De todas formas, evitar estas bandejas y frutas cortadas en trozos es lo mas sano para no entrar en una ruleta de incertidumbre, donde la contaminación puede ser muy perjudicial para la salud.

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