Por Matias Giannaula
El nuevo gobierno de Mauricio Macri quiere desligarse del Fútbol Para Todos lo más rápido posible. Es por esto que a pesar de que el fallecido ex presidente de AFA, Julio Grondona y la ex presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, firmaron en 2009 un contrato con vigencia hasta 2019, ya hubo reuniones tratando la rescisión anticipada del vínculo entre el fútbol profesional y el Estado. Lo único que aparentemente se sostendría, según la palabra de Fernando Marín, quien está actualmente al frente de Fútbol Para Todos, es que al menos la Primera División podría seguir viéndose de forma gratuita hasta 2019, que es también lo que pretende Macri, para no quedar políticamente en off-side a pocos meses de haber sido electo en su cargo.
Los primeros indicios del principio del fin de FPT enseguida fueron apareciendo. En este semestre ya no se transmiten los encuentros de la B Nacional, que han vuelto (sólo algunos de ellos por fecha) a la señal de TyC Sports, como así tampoco la Copa Argentina, que será también de Torneos. Mientras que por otro lado, el nuevo gran cambio presentado en este certamen fue que la TV Pública ya no pasa los partidos de los clubes grandes, que ahora se reparten entre Canal 13 y Telefe, haciendo que los partidos de mayor audiencia no sean emitidos por el canal del Estado. Esto fue repudiado y calificado como un “mamarracho” por el periodista Víctor Hugo Morales en su cuenta de Twitter a principio de año, donde expresó que “el Estado paga el 90% de 2 mil millones y Canal 13 y Telefe, poniendo menos del 10% se quedan con los partidos de más convocatoria y las ganancias de las pautas publicitarias”.
El negocio de la TV
Una vez que se finiquite el contrato entre AFA y el Gobierno, quedará ver qué empresa se encargará de tomar las riendas del fútbol. Hasta ahora hay cuatro sectores que mostraron su interés en adquirir los derechos. Por un lado están las cadenas norteamericanas Turner y Fox, y por el otro aparecen una unión entre Artear (Grupo Clarín) y Torneos (maneja Direct TV), siendo el cuarto candidato la emisora árabe Al-Jazeera, acercada por el empresario uruguayo Francisco ‘Paco’ Casal, quien es socio de Enzo Francescoli, actual secretario técnico de River, por lo que el presidente del Millonario, Rodolfo D’Onofrio va de la mano con esta idea.
El reciente paso de Barack Obama por Argentina y el objetivo de Macri de afianzar las relaciones del país con Estados Unidos hicieron que Turner tome la delantera en la carrera por la adquisición de los derechos de nuestro fútbol. Es que esta compañía ha estado ligada fuertemente a Obama durante su mandato presidencial, por lo cual en la Casa Rosada ven esta posibilidad con muy buenos ojos y cuentan con el aval del presidente de Boca, Daniel Angelici, quien se encuentra en campaña para conseguir más apoyo entre los otros dirigentes de AFA. El inconveniente para Macri en esto es que probablemente complicaría su relación con el Grupo Clarín, otro de los que ansían tener la pelota bajo la suela.
También dificultaría el negocio si se cumple el contrato de FPT y se trasmiten gratis hasta el 2019 los partidos de primera división. En este caso, el estado seguiría pagando el futbol y le daría el negocio de la publicidad a la empresa que adquiera los derechos. Un negocio más que redondo.
La creación de la Súper Liga
Ante la inminente reprivatización, los dirigentes de los clubes grandes están llevando a cabo un plan para aprovechar al máximo la situación actual: la idea es la creación de una Súper Liga de fútbol. Un modelo similar a las principales ligas europeas, en el que la Primera División se maneja por fuera del organismo de cada asociación, en este caso la AFA. Sucede, por ejemplo, en España con la Liga de Fútbol Profesional y en Inglaterra con la Premier League, donde estos dos torneos son independientes de las federaciones de los países, que manejan las categorías de ascenso y las selecciones nacionales.
Con Angelici a la cabeza de este proyecto (y con total soporte de los otros clubes grandes y de algunos más también), en el que existe la posibilidad de adherir a la B Nacional, los equipos cobrarían directamente el pago de la televisión, sin pasar por AFA y se apuntaría principalmente a vender al exterior los derechos de los partidos de los clubes, algo que beneficiaría mayoritariamente a las entidades más importantes.
Esto generaría que se aumente significativamente la brecha económica entre los chicos y los más poderosos, algo que se ha emparejado en los últimos años en los que en el fútbol argentino cualquiera le gana a cualquiera, nadie es invencible, situación que para varios, se tiene que terminar. Del otro lado, el ascenso, liderado por Claudio ‘Chiqui’ Tapia, presidente de Barracas Central, se opone a esta idea rotundamente.
Macri y las Sociedades Anónimas Deportivas
Sumado a todos los cambios que se vienen en nuestro fútbol, y dejando en claro que no quiere que el Estado siga interviniendo en él, el presidente Mauricio Macri quiere impulsar el proyecto de las sociedades anónimas deportivas en los clubes argentinos. La idea es que de esa manera, como instituciones gerenciadas, los clubes paguen sus deudas a AFA, tengan las cuentas más claras y haya mayor transparencia en el fútbol profesional.
En Argentina ya ha habido clubes que vivieron el gerenciamiento y las experiencias no fueron nada buenas. Argentinos Juniors fue manejado por Torneos durante la temporada 1993/1994, y esto lo llevó a jugar de local en Mendoza durante ese año, como una estrategia para acercar el fútbol de Primera a esa provincia. La idea resultó un completo fracaso económico (además, en el Clausura 1994 el Bicho no ganó nunca como local) y se terminó al año siguiente. En el año 2000 Quilmes, que se encontraba en la B Nacional, también vivió una situación similar bajo el mando de Exxel Group, con el que firmó el gerenciamiento hasta 2009, pero a los 14 meses se rescindió el contrato por la mala gestión.
El más conocido caso es el de Racing, pero el fracaso económico, deportivo e institucional que tuvo fue alarmante, al punto que el club estuvo al borde de la desaparición. Ese gerenciamiento estuvo bajo el mando de Blanquiceleste SA (presidida por Fernando Marín, sí, el mismo que hoy coordina Fútbol Para Todos) entre 2000 y 2008 y tras jugar la promoción frente a Belgrano de Córdoba y salvarse del descenso, finalizó el vínculo que lo ligaba hasta 2009 con la empresa, dejando al club quebrado.
AFA y el sucesor de Grondona
A pesar de la discusión de todos estos temas, en el horizonte todavía no se vislumbra claridad sobre estos posibles escenarios, ya que dependerá indefectiblemente de una variable que aún se ve nebulosa: quién se sentará en el sillón de la AFA. Por el momento, semana a semana se realizan reuniones y charlas sin definiciones concretas, solo hay choques de posturas que terminan en más interrogantes, lo único que parece cantado es que mientras no se sepa quién liderará el fútbol, se mantendrá la incertidumbre, sobre todo, en cuanto a la televisión.
Por lo que parece, la empresa que se adueñe de las transmisiones de televisión en este nuevo periodo seguirá siendo una incógnita, al menos hasta el 30 de junio, cuando las elecciones en Viamonte determinen quién será el nuevo mandamás.
Por ahora en AFA ni siquiera hay certezas sobre los candidatos. Luis Segura ya confirmó que no se presentará, por lo que el oficialismo tiene varios nombres para ser representado. Atrás ya quedaron las tibias chances de Armando Pérez, de Belgrano y de Nicolás Russo, de Lanús.
Hoy por hoy, lo más probable es que el nombre salga de entre Hugo Moyano (presidente de Independiente) y ‘Chiqui’ Tapia. Tapia es el actual vicepresidente de Segura y, en caso de presentarse, tendría el apoyo incondicional de todo el ascenso, pero no así de los clubes grandes ni de los otros de Primera División. Esto sí podría lograrlo Moyano, que además es el suegro de Tapia y tiene buena relación con su yerno.
Si el líder del Rojo y de Camioneros oficializara su candidatura, y Tapia le diera su apoyo, contaría con la mayoría necesaria para ganar las elecciones.
En la otra vereda, Marcelo Tinelli ratificó que será nuevamente candidato, pero sus extensas vacaciones y el haber estado bastante tiempo alejado de la situación en momentos muy calientes, sumado a su apoyo a Daniel Scioli en las elecciones del año pasado, que finalmente ganó Macri, lo hicieron retroceder varios casilleros y hoy correría desde atrás, esperando el apoyo de los otros clubes grandes y un guiño del nuevo presidente de la Nación. Cuando se realice la votación, ya se sabrá a ciencia cierta la postura de cada candidato sobre el futuro de la televisión, por lo cual no sólo se elegirá presidente, sino también qué empresa adquirirá los derechos sobre nuestro fútbol.
Mientras tanto, las incógnitas continúan flotando en el aire.