Los empleados de la empresa metalúrgica Rapistand, cuyas oficinas administrativas y de ventas está ubicada en la calle Camarones 2548, en el barrio porteño de Vilal Gral Mitre y que cuenta con tres plantas de producción en La Matanza, reclaman por salarios adeudados y resisten 9 despidos.
La empresa metalúrgica sacaron beneficios como viáticos y premios y fueron achicando el salario de los empleados hasta llegar a no pagar las quincenas a tiempo en principio, para luego ir pagando de a poco los atrasos que alcanzaron tres meses de sueldo.
Los trabajadores consultados declaran que la empresa dice que no hay trabajo, dejan de traer materia prima y pagan horas extra en negro para que la gente se quede a terminar el trabajo, lo cual es contradictorio.
Según el delegado de los trabajadores Pablo López, los despidos se precipitaron porque los trabajadores se mantenían en asamblea permanente desde el viernes pasado, luego de que la firma incumpliera con una promesa de pago que, supuestamente, iba a ejecutar el miércoles previo. “Tuvimos paciencia, no cumplieron y ahora dicen que son despidos con causa porque consideran que los compañeros están en falta por estar en asamblea”, criticó López.
El Ministerio de Trabajo viene interviniendo en el conflicto para buscar una salida a la situación. Mientras tanto, los trabajadores permanecen en la planta, reclamando por 9 despedidos y por la fuente de trabajo.
Cabe recordar que Rapistand, que se dedica a la fabricación de estanterías para grandes clientes, como hipermercados, ya había tenido conflicto con sus trabajadores a fines de 2013, cuando había despedido a 67.