Macri quiere transferir el Puerto de Buenos Aires a Larreta para negocio inmobiliario híper multimillonario

Por Graciela González

La palabra negocio inmobiliario es la mas exacata para explicar esta medida desesperada de Macri, que al verse fuera de la presidencia en pocos meses, trata de apurar y asegurar las futuras regalías para sus amigos y seguramente para el mismo.

Las autoridades nacionales quieren la incorporación del Gobierno de la CABA a la administración del Puerto de Buenos Aires  (hoy bajo control federal) y sin muchas vueltas,  la transferencia de terrenos de la zona denominada Puerto Sur, unas 110 hectáreas, para su explotación inmobiliaria.

La fecha de licitación del Puerto se fijó en los pliegos para el 2 de diciembre y autoriza usar  los terrenos apetecidos para el negocio inmobiliario. La empresa PSA de Singapur, que viene de la mano de Nicolás Caputo es la propuesta para prestar los servicios portuarios. Las tierras que se liberen, las manejara  el mismo Caputo que es el desarrollador de proyectos inmobiliarios  de Puerto Madero y  socio de Larreta en la enajenación de tierras públicas para negocios  en la ciudad.

Historia reciente

En el año 1989, la ley de reforma del Estado habilitó el proceso de concesión del Puerto de Buenos Aires y la provincialización del resto de los puertos del país. En 1992, por decreto se estableció la desregulación, descentralización y privatización de las operaciones que hasta entonces estaban a cargo de la Administración General de Puertos (AGP).

La operación del puerto se dividió en tres concesionarias, cuyos contratos vencen en mayo de 2020. El gobierno, a través del Ministerio de Transporte y la Administración General de Puertos, les anticipó que este año se concretaría la licitación con un nuevo diseño de explotación. Como resultado del mismo, varios terrenos dejarán de pertenecer al área portuaria, según establece el nuevo pliego. Además, de las tres concesiones actuales se pasaría a sólo una, que integraría la totalidad del servicio de carga y descarga de buques.

Situación actual

A pocos meses de terminar su mandato, el gobierno nacional intenta transferir el Puerto de Buenos Aires a la órbita de la Ciudad, administrada por su socio político Horacio Rodríguez Larreta.  El traspaso implica la venta con fines inmobiliarios de grandes terrenos de Dominio Público Nacional sin intervención del Congreso de la Nación y el único proyecto de Licitación tiene un solo operador portuario dirigido por el socio y amigo presidencial Nicolás Caputo.

Un gigantesco escándalo.

El Puerto de Buenos Aires es el principal canal de salida de las exportaciones al mundo. Tiene, además, un gran tráfico de pasajeros. Actualmente, depende de la Administración General de Puertos Sociedad del Estado, de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, dentro de la órbita del Ministerio de Transporte de la Nación Argentina, y es administrado por tres sectores distintos.

Teniendo conocimiento de los negocios inmobiliarios del presidente Macri  y  de Larreta, que según una nota publicada en el diario La Nación, en 12 años de gobierno en la ciudad, han vendido 400 hectáreas de espacios públicos para estos negocios privados,  el Gobierno Nacional, a pocos días de su salida, debería abstenerse de vender cualquier terreno que  pertenezca a la jurisdicción del Puerto, toda vez que ello constituiría un grave delito.

Macri además, modifico el pliego de licitación para entregar por un lapso de cincuenta años la administración del puerto a la empresa PSA, de Singapur, donde Caputo es cónsul y  a través del Ministerio de Transporte, aprobó el contenido de los pliegos de la licitación pública nacional e internacional.

El proyecto, como se hace habitualmente, para que los ingenuos acepten sin chistar estos negociados, se presentó como un Plan de Modernización del Puerto,  que contempla ampliar la terminal, duplicar la capacidad de carga, aumentar la conectividad y transparentar los costos, en el marco de un desarrollo de la actividad que impactaría en el crecimiento de las economías regionales y en la generación de trabajo.

Para lograr el negocio perfecto, el proyecto contempla mover el puerto al norte, para lo que habría que sacarle tierra al paseo del bajo, lo que podría dejar liberada una zona de 10 mil dólares por metro cuadrado para esos ansiados negocios inmobiliarios que quieren Larreta, Macri y sus insaciables amigos.

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