Las calles tienen historias: Jose Antonio Paez, el centauro de los llanos

Por Enrique Lapeña

Para todos los que normalmente la recorremos es simplemente Paez. Una calle cortita del barrio de Flores. Nace en Donato Álvarez en el límite con  Caballito y recorre, siempre en dirección oeste, exactamente 20 cuadras por Flores exceptuando las últimas dos, que ya se encuentran en el vecino barrio de Floresta.

 Desde hace un par de años se le cambio la circulación vehicular al tramo final que va desde Terrada hasta Cuenca con la intención de desagotar con mayor facilidad todo el tráfico que genera el comercio de la Avenida Avellaneda. Si bien en sus últimas cuadras, tiene bastante movimiento a causa de esa fuerte actividad comercial de los negocios y talleres cercanos a la Av Avellaneda, en la mayoría de su trayecto  es una calle empedrada, silenciosa y pintoresca, de hermosas casas y edificios bajos.

Pero ¿quién fue el personaje que, en mi caso particular, le da nombre a la calle de mi infancia?

El personaje, poco conocido, es José Antonio Páez Herrera, nacido en 1790  en Curpa, Venezuela, cuando aún era Colonia Española. De orígenes humildes y rurales comenzó como peón de campo donde adquirió habilidades como jinete y en el manejo de la lanza.

En el inicio de la guerra de la Independencia fue parte de las filas realistas pero luego se pasó a las filas republicanas junto a Simón Bolívar. En los comienzos de su larga trayectoria guerrera fue apresado por los Realistas pero logró escapar. Protagonizó varias batallas importantes y para 1815 ya estaba al mando del escuadrón de caballería, donde su carismática personalidad y su fama de temerario se hicieron rápidamente conocidas.

En 1819 obtuvo una de las victorias más resonantes de su carrera, en la batalla conocida como Queseras del Medio, utilizando su famosa táctica ‘’vuelvan caras’’ deformación que venía de la expresión ‘’Vuelvan de cara al enemigo’’. La táctica consistía en simular una retirada y en un momento determinado al oír una trompeta o el grito de ‘’Vuelvan caras’’ girar en el lugar y realizar un contra ataque el cual confundía al enemigo.

Por esta victoria se le otorgo la Cruz de los Libertadores. Luego con las victorias de Naguanagua y la liberación del castillo de Puerto Cabello se logró desterrar a las fuerzas Realistas de la región, un gran avance en la Guerra de la Independencia, pero comenzaba otro capítulo, muy ambicioso.

José Antonio Páez fue jefe del movimiento conocido como ‘’La Cosiata’’ cuyo principal objetivo era separar a Venezuela de la que hasta ese momento era La Gran Colombia que era una república compuesta por los países que hoy conocemos como Colombia, Panamá, Venezuela y Ecuador. Sin enfrentarse directamente a Bolívar, quien era el  presidente de La Gran Colombia, Paez dejo que creciera el sentimiento separatista hasta que en 1829 desconoció la autoridad de Bogotá y logra que se lo declaro presidente de Venezuela a través de la asamblea electoral. Esta sería la primera de sus tres presidencias.

Una vez en el poder, promovió reformas, administrativas, migratorias y económicas y le toco hacer frente a un levantamiento que tenía la intención que vuelva a ser parte de la Gran Colombia.  Después de su segunda presidencia se exilió y se dedicó a viajar pero regreso a Venezuela en el año 1858 por pedido del presidente en curso ya que el país estaba convulsionado por el levantamiento de los Federalistas, los cuales buscaban una serie de reformas entre ellas la electoral e implementar un sistema federal. Perseguían los principios de Igualdad y libertad.

En el marco de una verdadera guerra civil, el 20 de Febrero de 1859 estallò la  Guerra Federal, también conocida como Guerra Larga o Guerra de los cinco años, repitiendo esquemas similares de otros países, se enfrentaron Los Federales contra Los Conservadores. Fue el conflicto bélico más largo y costoso en la historia de Venezuela después de su Independencia. Luego de más de 4 años finaliza la disputa con la victoria de los Federales y la firma del Tratado de Coche que estableció la expedición de garantías, abolición de la pena de muerte, y la Constitución de 1864 con la cual se instauraba la federación, entre otras cosas.

Al finalizar este conflicto Páez regresa a los Estados Unidos a transitar el tramo final de su vida. Aunque existen diversas opiniones a favor y en contra en relación a sus acciones durante sus presidencias en 1867 se le expide un diploma  que lo nombra Prócer Ilustre de la Independencia Venezolana. Hoy es muy reconocido en Venezuela como la persona que encamino la nación.  El 6 de Mayo de 1873 fallece en Nueva York a la edad de 83 años. En 1888 sus restos son repatriados y hoy descansan en el Panteón Nacional de Venezuela junto a los de quien alguna vez fue su compañero de batalla, Simón Bolivar.   

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