Inicio de clases: la adaptación al medio escolar
El inicio de clases ya sea en el pasaje de un ciclo al siguiente y aún más en el comienzo de nuevas etapas (Nivel Inicial, Primaria, Nivel Secundario) implica el encuentro con múltiples aspectos que se tornan novedosos y que requieren un proceso de aprendizaje y adaptación activa por parte del niño y del adolescente.
La integración a un nuevo grupo de pares, implica poner en juego la singularidad de cada sujeto, dar a conocer sus hábitos, sus gustos, sus desagrados, las modalidades familiares aprendidas, deseos y necesidades. Este intercambio se da en un marco institucional que posee normas establecidas, horarios, pautas, sanciones, que el alumno deberá ir incorporando para adaptarse sin dificultades al sistema escolar.
Tal como el adulto ante el ingreso a un nuevo ámbito laboral, el niño o el adolescente que comienza un ciclo escolar o realiza un cambio de escuela, deberá descubrir e incorporar distintas normativas, nuevos compañeros, otros docentes, diferentes requerimientos institucionales, el manejo de nuevos elementos y conceptos.
También será otra cosa distinta lo que se espera de él y se le exigirá explícita o implícitamente, no sólo desde la escuela, también desde la familia, nuevos y “mejores resultados” de ese sujeto que avanza en su recorrido escolar. Entrelazado con el aspecto académico, también deberá lograr hacer un lugar a la expresión y desarrollo de su subjetividad, (miedos, deseos, expectativas, etc.) a todo aquello que en el natural crecimiento del ser humano forma parte de lo propio y singular, que no cesa de transformarse y que se nutre de la historia de cada uno y de las vivencias que día a día se van atravesando.
Esta complejidad, en la que se incluye el niño o el adolescente, requiere el acompañamiento familiar, el seguimiento institucional de docentes, profesores y en algunos casos de profesionales externos, quienes deberán estar atentos a las manifestaciones que hará a lo largo de su recorrido escolar. En el tránsito por la escolaridad convergen aspectos intelectuales, grupales, sociales, históricos y emocionales. En el aprendizaje escolar está reflejada toda la dinámica social y familiar. El equilibrio de todos estos aspectos será fundamental para que el sujeto pueda realizar una buena inserción en el medio educativo, evitando la presentación de “síntomas en el aprendizaje”, que obstaculicen el acceso al conocimiento; es decir, problemas de aprendizaje específicos de lectura, escritura, cálculo, etc., así como también conflictos con sus pares o docentes, que perjudiquen sus vínculos sociales.
Por Lic. Julieta Giuliano y Lic. Mariana Baldi