Apuntes sobre la identidad del barrio de Villa Crespo

Con un gran sentido de pertenencia, mantiene una memoria activa y una defensa de su identidad que sigue viva gracias a sus vecinos. El Maestro Pugliese, el Club Atlanta y los lugares de encuentro que son visitas obligadas para cualquier turista.

Recorrer Villa Crespo es recorrer la identidad cultural de Buenos Aires. En este barrio, vecinos de distintas nacionalidades crearon lazos que se mantienen con el tiempo. Fotos: gentileza Turismo de Buenos Aires

Apartarse de la visita tradicional a Buenos Aires es posible. Los barrios de Villa Crespo y Chacarita tienen ese sentido de pertenencia que nos abren la puerta de lo porteño con una impronta particular.

En esta edición recorreremos Villa Crespo, un barrio que mantiene una defensa de su identidad que resiste el paso del tiempo. Chacarita quedará para la próxima entrega.

Fue la primera villa de Buenos Aires, en la que vecinos de distintas nacionalidades crearon lazos de amistad en un café, una esquina o el club. Hacia finales del 1800, y gracias a una antigua fábrica de calzados, nació el barrio. Inmigrantes y trabajadores de esa fábrica transformaron Villa Crespo en un crisol de razas. Ciudadanos judíos, polacos, rusos, croatas y armenios, que habían escapado de la Primera Guerra Mundial fueron los primeros en llegar.

Café San Bernardo fue testigo de aquellos lazos. Se trata de un histórico club de mucha vida nocturna y es el lugar en el que comienza nuestro recorrido.

Reconocido por la Legislatura de Buenos Aires como Sitio de Interés Cultural y nombrado Bar Notable fue el lugar de encuentro durante el nacimiento del barrio.

Café San Bernardo, ubicado en Corrientes al 5436.

En este emblemático sitio, distintos grupos de amigos comparten tragos, comidas rápidas y las mesas de pool, ping pong y metegol en un amplio salón que conserva su histórica estructura.

En el “Sanber” (como se lo denomina al San Bernardo) el día comienza con un aroma a café. Hacia el mediodía desfilan tentadoras milanesas, aunque previo al almuerzo, muchos deciden no perder la oportunidad para degustar alguna picada.

La tarde de conversaciones hace regresar el café y pasadas las 19, las mesas de juegos están colmadas y así se mantienen hasta la madrugada.

Este café es una sana costumbre de Villa Crespo. Un lugar de encuentro para la gente del barrio y una visita casi obligada para cualquier turista.

Fuente: noticias comuna 15

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