Por Micaela Petraca
El 24 de marzo se recuerda la historia para que nunca más vuelva a ocurrir lo mismo. Es un día dedicado a ellos, a los 30 mil desaparecidos, a la lucha por los derechos humanos, a la oposición y al rechazo del terrorismo de estado. Pero la memoria debe estar siempre, todos los días, todo el tiempo. Ejercitar la memoria cotidiana para no tropezar con la misma piedra en el futuro ni en el presente.
A 40 años del último golpe militar se ha recorrido un camino de lucha que será inclaudicable, entretanto se siga sin saber dónde están los desaparecidos, mientras que alrededor de 400 jóvenes no conozcan su verdadera identidad, si todavía se debe reclamar cárcel a todos los genocidas y exigir la apertura de los archivos.
La histórica convocatoria fue especial este 24 de marzo, debido al contexto social, político y económico que atraviesa y perjudica a la población, sumada la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
La Plaza de Mayo estuvo poblada desde el mediodía hasta la noche, por personas autoconvocadas, organizaciones de derechos humanos, agrupaciones sociales, políticas, sindicales, estudiantiles, peronistas, progresistas y de izquierda. Fue la marcha más concurrida de la historia, no solo para conmemorar los 40 años del golpe cívico-militar sino para repudiar las medidas llevadas a cabo por el gobierno de Macri en sus primeros 100 días.
En la conmemoración, no faltaron las intervenciones artísticas. La Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) eligió hacer memoria con tres fotografías: una de militares argentinos durante la dictadura, otra sobre la represión a la marcha obrera a la CGT el 30 de marzo de 1982 y la tercera, familiares de desaparecidos frente a la Casa Rosada en 1983. También estuvieron presentes los trabajadores de Tiempo Argentino, que hace tres meses no cobran su salario, con una producción especial para el 24 de marzo.
Las Abuelas de Plaza de Mayo, las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, los Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones políticas e H.I.J.O.S Capital, prepararon un documento que expresó el sentir en esta fecha:
“Son 40 años de aquel 24 de marzo de 1976, cuando los genocidas ocuparon la Casa Rosada para decidir sobre la vida y la muerte. Con el terror sistemático como método, buscaron imponer un plan económico, político, social y cultural de hambre y exclusión con la receta escrita por los grupos económicos, el Gobierno de Estados Unidos, la cúpula de la Iglesia y con la participación de la corporación judicial”
“El ‘no te metás’ era la línea editorial de los medios como Clarín, La Nación y tantos otros que fueron partícipes de los delitos de lesa humanidad.
Colmaron las hojas de sus diarios mintiendo sobre el terrorismo de Estado, acusando a los militantes de asesinos, mostrando como enfrentamientos los crímenes, escribiendo los argumentos de la ‘teoría de los dos demonios’, 40 años después, beneficiados por la impunidad, esos medios siguen haciendo lo mismo: les molesta que la juventud se organice, luche, sea solidaria y comprometida”.
Las consignas de la gran convocatoria fue: “40 años de lucha, memoria y militancia”, “Sin Derechos no hay Democracia”, y parte de las declaraciones expresaban claramente sus conceptos:
“Nos prefieren obedientes y conformistas, desinformados y sin educación. Nos pretenden sometidos y asustados. Pero tenemos las banderas de los 30.000 muy altas, les decimos que al miedo lo conocimos hace rato, con la Triple A y los genocidas, y que no van a detenernos. Vamos a seguir defendiendo nuestros derechos, vamos a seguir defendiendo la democracia”.
“En cuanto a la desclasificación de archivos de la inteligencia norteamericana, tenemos derecho a acceder a toda la información que tiene ese país, que fue partícipe de los delitos de lesa humanidad que se cometieron en las dictaduras de la región con el Plan Cóndor”.
Luego del acto de los organismos de derechos humanos, la conformación del Encuentro Memoria Verdad y Justicia, que cumplió 20 años, tuvo su momento frente al micrófono:
“Este 24 de marzo estamos frente a un nuevo gobierno que en los primeros 100 días, ha marcado una clara direccionalidad: Ministerios cubiertos por gerentes de grandes empresas y bancos. Ajuste con despidos, tarifazos y más inflación, más el arreglo con los fondos buitres. Todo para los de arriba, nada para los de abajo”.
“La presencia de Obama en la Argentina, es una verdadera provocación a la memoria colectiva y se encuentra en nuestro país para apuntalar el acuerdo del gobierno de Macri con los fondos buitre y concretar acuerdos de cooperación entre las fuerzas de seguridad locales con el FBI y la DEA. La desclasificación de todos los archivos sobre la dictadura es uno de nuestros reclamos históricos, que no debe ser materia de negociación con los representantes imperiales sino una exigencia incondicional”.
Al frente de esta marcha estuvieron Elia Espen y Mirta Baravalle de Madres de Plaza de Mayo, el escritor y periodista Osvaldo Bayer, el activista por los derechos humanos Adolfo Pérez Esquivel, Alberto Santillán, el padre de Darío, el Centro de Profesionales por los Derechos Humano (Ceprodh), Hijos La Plata y la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos.
Las diferencias políticas en relación a las injusticias que se dieron a lo largo de los 33 años de democracia, impidió una marcha unitaria. Sin embargo, en ambos actos, se leyeron documentos que tenían muchos puntos en común.
Haciendo un balance frente a las medidas del nuevo gobierno, durante el primer acto se dijo: “Sin derechos no hay democracia, denunciamos que en 100 días, el gobierno de Macri ha restaurado la corriente de ideas e intereses de minorías que traban el desarrollo de las fuerzas productivas, explotan al pueblo y disgregan la Nación’.
“Los miles de despidos, la persecución a la militancia, los planes sociales desarmados, las leyes del Congreso en contra del pueblo y la represión, son algunos de los hechos de los primeros 100 días de gobierno que nos convocan a defender la democracia”.
En el segundo acto, protagonizado por las fuerzas de izquierda, se denunció además, el beneficio de la prisión domiciliaria otorgada a José Pedraza, condenado a 15 años de prisión por el homicidio de Mariano Ferreyra, reclamando cárcel común y efectiva para él y para todos los responsables políticos y empresariales del crimen.
También estuvo presente el repudio a las declaraciones del Ministro de Cultura porteña Darío Lopérfido: “No vamos a permitir que nadie, y menos un funcionario, niegue esta ausencia forzada que son los 30.000 o intente reinstalar la teoría de los dos demonios. Nuevamente, exigimos la renuncia indeclinable e inmediata de Darío Lopérfido”.
Los convocantes también hicieron fuertes reclamos para no olvidar y denunciar la desaparición forzada de Miguel Bru, los diez años sin Jorge Julio López, el gatillo fácil que se llevó a Luciano Arruga, los asesinatos de Fuentealba, Cabezas, Kosteki, Santillán y Mariano Ferreyra.
En diálogo con el Adán, María del Carmen Verdú, miembro de, Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional, (CORREPI) dijo: “la burguesía selecciona la forma en que va a implementar la represión de acuerdo a las necesidades de cada etapa. Después del 83 es convierten más visibles otras formas represivas, quizás de carácter más confuso, como el sistema de detenciones arbitrarias, el gatillo fácil o la aplicación de torturas en lugares de detención. Desde 1983 hasta el año pasado, se registraron 4644 asesinatos por gatillo fácil y tortura en lugares de detención”.
Las muertes y desapariciones son crímenes de lesa humanidad. La memoria del pueblo no permite, con estas movilizaciones multitudinarias que los factores de poder, puedan borrar la historia negra de la dictadura y sus crímenes, muchos aún impunes.