Reflexionemos sobre el significado de la Navidad

Llega el tiempo de Navidad. Tal vez muchos de los que se reúnen a festejarlo no recuerdan, o conocen vagamente, qué se está conmemorando. En algunos casos esta ignorancia ocurre debido a la no participación en círculos religiosos. En este caso la fiesta de Navidad es solo un motivo de encuentro. Pero, tal vez, sería interesante preguntarnos otras cosas,  los que sí son creyentes o  participamos de entidades religiosas ¿Sabemos qué se recuerda en la Navidad?

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La respuesta acude rápidamente como tratando de salvar un ícono: el nacimiento de Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios. Pero, curiosamente, la Navidad en muchos ámbitos religiosos dista de hacer memoria de los hechos sociales y políticos que sucedieron alrededor de aquel nacimiento. 

A veces se busca en la Navidad un tiempo en el cual se ponen entre paréntesis todas las discordias (familiares principalmente). Se dice que la Navidad debe ser oportunidad para el perdón y la reconciliación.

También se remarca, en muchos casos, la idea del Dios que se hace ser humano para acercarse a su creación. En este sentido se busca reforzar las actitudes de humildad, de encuentro, de mirar y ayudar a los más sencillos, a los pobres de estos tiempos.

Si bien estos aspectos de la Navidad son ciertos, y profundamente válidos, quiero esta vez detenerme a redescubrir, a través de la lectura bíblica, el contexto social en que sucedió el nacimiento de ese bebé. Y es que a veces el matiz religioso oculta hechos y causas. Y ese matiz religioso puede ser tan grueso que rememorar los hechos sociales que rodearon el nacimiento de Jesús es una verdadera tarea arqueológica.

Tenemos, en esta tarea de recordar, dos memorias escritas de lo sucedido. Bien diferentes entre sí, por cierto. Veamos, brevemente, qué nos dice cada una de ellas en cuanto al contexto social del nacimiento.

4La Navidad en la memoria del Evangelio según Lucas

El Evangelio según Lucas narra la historia de una pareja que debe migrar a otra ciudad por un censo: «Sucedió en aquellos días que se promulgó un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo» (Lc. 2:1) Estos censos organizados por el Imperio Romano tenían dos objetivos bien claros: la recaudación de impuestos y el reclutamiento militar. María y José deben (no pueden elegir) ir la ciudad natal de José, Belén, para ser censados.

Allí se encuentran en una situación sumamente precaria debido principalmente a su pobreza y su situación de extranjeros. Tienen que afrontar la desgracia de que su hijo nazca en medio de animales, en los corrales: «porque no había lugar para ellos en la posada» (Lc. 2:7). El relato nos cuenta que María y José estaban solos ante esta situación. La memoria del Evangelio según Lucas describe que algunos trabajadores cuidadores de ovejas fueron los únicos que se enteraron y acudieron a ver el bebé.

Sin dudas Lucas no escribió una memoria tierna del dulce nacimiento de un bebé. El contexto en que nace Jesús es de pobreza, soledad y en el marco de decisiones imperiales que impactaban duramente sobre las vidas de las personas como es el caso de esta pareja.

4La Navidad en la memoria del Evangelio según Mateo

La memoria del nacimiento de Jesús no es menos dramática en Mateo. Luego de los problemas que le supone a José (y a María, claro) saber que María está embarazada sin tener relaciones sexuales con él, la pareja comienza una vida de persecución política y exilio.

La pareja junto con su hijo deben exiliarse en Egipto: «(José) se levantó, tomó  de noche al niño y a su madre  y escapó a Egipto» (Mt. 2:14). Con esto buscan escapar del gobernante Herodes que lleva adelante un genocidio atroz: «entonces Herodes […] se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo…» (Mt 2:16)  La posibilidad de que entre el pueblo naciera alguien que gobernara en su lugar lleva a Herodes a ordenar este genocidio.

Cuando la pareja y su hijo quieren regresar a su tierra, José «al enterarse que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su  padre Herodes, tuvo miedo de volver allí…» (Mt 2:22). La pareja con su hijo terminan trasladándose a otro pueblo, a Nazareth.

La memoria de Mateo parece escrita en Argentina, hace algunos años atrás…genocidios, niños muertos, exiliados, gobiernos dictatoriales.

 4Hoy, la Navidad sin memoria. O con memoria quebrada

Si estos son los relatos de los Evangelios… ¿Por qué hoy se descontextualiza la Navidad? ¿Por qué el contexto de festejo de hoy no menciona siquiera estos acontecimientos que los evangelistas tuvieron tanto cuidado en recordarlos? ¿Por qué armamos bonitos pesebres con reyes, pastores y ángeles totalmente descarnados de la situación social y política que narran los evangelios?

Los relatos del nacimiento de Jesús nos llevan a tener presente la inhumanidad y locura del poder, la pobreza y la soledad de los migrantes y los exiliados. 

Pero también hay que afirmar que estas memorias revelan la profunda similitud con seres humanos que hoy resisten de diversas formas a los perversos poderes de estos tiempos.

Recordada así, la Navidad es una invitación a ver en aquella pareja a tantos que hoy buscan cuidar la fragilidad de la vida. La fragilidad que se expresa en un bebé, en la naturaleza asediada, en los migrantes, en los pueblos aborígenes despojados de sus tierras, etc…etc…etc…

Recordada así la Navidad es una invitación a seguir resistiendo. Desde la debilidad, desde la ausencia del poder. Desde la convicción que lo que estamos cuidando y por lo que estamos resistiendo es tan grande como ese bebé de Belén.

Recordada así la Navidad nos invita a reescribir las memorias de nuestro barrio, de nuestro pueblo. Las vidas que resistieron a la injusticia y la opresión. La primera Navidad no fue cuando nació Jesús, sino cuando se recuperó la memoria por escrito, para seguir viviendo.

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