Los equipos de telefonía celular emiten radiaciones no ionizantes, es decir, radiaciones que no rompen la estructura de las células del cuerpo pero son capaces de aumentar la temperatura corporal de los individuos, con diversas consecuencias para su salud.
Para prevenir posibles efectos provocados por las radiaciones, los expertos recomiendan una serie de precauciones a saber:
- Mantenerse lo más lejos posible de las fuentes de radiación, efectuar comunicaciones breves y, preferentemente, no consecutivas, utilizar el sistema “manos libres” y sustituir los llamados por mensajes de texto (sms) siempre que sea posible.
- Llevar el teléfono celular en un blindaje metálico liviano alejado de órganos sensibles como el hígado, el bazo, los riñones o los genitales.
- Apagar el celular por la noche y ubicarlo lejos de la cabecera de la cama.
- Evitar usar los videojuegos incluidos en los teléfonos y exigir información sobre la emisión de cada modelo de celular para poder elegir el que emita menos ondas.
- Limitar al máximo la utilización de los celulares por parte de niños y adolescentes. Por estar en etapa de desarrollo, son más vulnerables a los efectos de las radiaciones no ionizantes.
- Consumir frutas y verduras frescas con propiedades antioxidantes que pueden ayudar a prevenir el efecto de las radiaciones.
No usar el equipo en lugares donde la señal es más débil, porque el aparato debe emitir más radiación para funcionar con eficacia.
