La Sociedad Argentina de Hematología reclamó al Estado y a los laboratorios un mayor compromiso ante los faltantes de remedios que comenzaron a registrarse desde mediados de 2016, situación que se estaría agravando y que afecta a muchas prestaciones que se dan en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires.
En un comunicado oficial, denunciaron “la falta en la mayor parte de las droguerías y del Banco de Drogas, de varias drogas oncológicas corrientes, muchas de ellas de bajo costo” que “constituyen componentes esenciales de gran parte de los esquemas de quimioterapia para las patologías oncohematológicas”.
“A medidados de 2016 se produjo durante varias semanas la falta de CICLOFOSFAMIDA, producto del hecho que los dos laboratorios que cubrían el 80% de la demanda habían decidido discontinuar su producción. Superado este hecho, se produjeron nuevas falas: por ejemplo VINCRISTINA para administración IV, CLORAMBUCILO para administración por VO, L-ASPARAGINASA, etc”, enumeran en el comunicado.
La Sociedad Argentina de Hematología destaca que dichas drogas “constituyen componentes esenciales de gran parte de los esquemas de quimioterapia para las patologías ancohematológicas, especialmente para procesos linfoproliferativos y leucemias agudas, muchas ellas de edad pediátricas, patologías potencialmente curables y en las cuales el no poder mantener una adecuada intensidad de dosis conspira con dicha potencial curabilidad”.
Y alerta: “En algunas situaciones, las mismas constituyen medicaciones imprescindibles ante la urgencia en pacientes con masas tumorales voluminosas con compromiso de órganos vitales, y en muchos casos, se trata de drogas que no tienen sustitutos de eficacia y toxicidad similares”.
“Entendemos que muchas de estas faltas pueden depender de decisiones comerciales”, señala el texto, pero a la vez explicaron que “al margen que dichas empresas tienen una responsabilidad con para la sociedad, las entidades regulatorias del Estado deberían velar por la provisión de todas las drogas de uso habitual”.
A comienzos del año, la Sociedad Argentina de Infectología denunció faltante de drogas de primera línea contra la tuberculosis y advirtió por las consecuencias en salud ante la irrupción de dichos tratamientos.
El episodio no es aislado: se suma a las denuncias por la interrupción de entregas de remedios para pacientes con VIH, situación advertida a lo largo del año por diversas organizaciones y que se dio en paralelo con la renuncia del entonces titular del Programa Nacional de SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) del Ministerio de Salud, Carlos Falistocco.