Por Jonatán David Aguilar
El pasado martes 25 de abril, el jefe de gobierno porteño Jorge Macri compartió por sus redes sociales, como si fuera un acierto de la gestión, imágenes del «Operativo Especial Orden y Limpieza», en donde se veía cómo «limpiaban» la ciudad de personas en situación de calle. La polémica no tardó en estallar entre propios y extraños, quienes salieron a criticar al primo, varón de la limpieza, por esta publicación tan inhumana, donde se trata a las personas como basura, como descartes.
En el gobierno aluden a un problema de comunicación. Sin embargo, lo cierto es que Jorge «el primo» ya había realizado declaraciones repudiables y de gran inhumanidad contra las personas sin techo. Como aquella vez en la campaña electoral cuando dijo que «los cajeros automáticos se han transformado en monoambientes» al hablar de «recuperar espacios» para los porteños, desconociendo las hermosas redes de solidaridad y comunión que se forman con los vecinos y la gente sin techo en muchos de los barrios.
Todo esto nos lleva a contrastar esta inhumanidad con aquello que denuncia tanto el Papa Francisco y que al parecer es la lógica del gobierno en la ciudad de Cambiemos, que es la cultura del descarte.
En septiembre del año pasado, Francisco llamó a rezar todo el mes por ellos, los sin techo y denunciaba: “¿Cómo dejamos que la ‘cultura del descarte’, en la que millones de hombres y mujeres no valen nada frente a los beneficios económicos, ¿cómo dejamos que esta cultura domine nuestras vidas, nuestras ciudades, nuestro modo de vivir?
Se nos va a endurecer el cuello de tanto mirar al otro lado para no ver esta situación. Por favor, dejemos de hacer invisibles a los que están al margen de la sociedad…” Nuestro santo Padre siempre se acuerda de los «Homeless», por ejemplo, en su cumpleaños 80 desayunó con algunos de ellos.
En respuesta a la cultura del descarte, el Santo Padre impulsa la cultura de la acogida, «de recibir, de dar techo, de dar hogar, de dar amor, de dar calidez humana». Nunca desalojar a una persona en situación de calle puede ser una «limpieza». Jorge Macri, quien se reconoce como cristiano y católico, debería escuchar y actuar en consideración de nuestro Papa Argentino.
Espacios Públicos, una dependencia del gobierno de la ciudad, vive persiguiendo a la gente en situación de calle, les roba sus pertenencias, les tiran sus cosas, con esta lógica estética de ciudad limpia, en vez de solucionar los problemas habitacionales, esconden su realidad.
Ellos creen que ponen la basura debajo de las alfombras, nosotros reiteramos que las personas no son descarte ni variables de limpieza.
“Jesús vino al mundo como un sin techo. Cuando María iba a dar a luz, José se cuestionaba, ¿por qué estamos sin un techo y sin un hogar?” Así como lo narra Francisco, es la realidad, para los cristianos, de nuestro señor y salvador.
Jorge, como un cristiano con dolor y bronca que escribe esta nota, te pido encarecidamente que aceptes con humanidad tu error, recapacites sobre tu gobierno y no te conviertas en un anticristo, descartando en lo más frágil y olvidado de la humanidad a aquel que vino por todos nosotros
