El reciente y violento ataque con misiles de Estados Unidos a Siria no pasó desapercibido para la comunidad siria que vive en Argentina.
Un millar de personas marcharon, bajo un diluvio que se descargó sobre Buenos Aires, hacia la embajada del paìs agresor, para repudiar el ataque contra una base militar siria y respaldar al pueblo y al gobierno sirio en su lucha por la autodeterminación de su territorio.
Convocados por varias entidades ligadas a la colectividad árabe los y las manifestantes portaban banderas sirias y pancartas condenando los ataques arteros ordenados recientemente por el presidente estadounidense Trump.
Entre los motivos por los que EE.UU está bombardeando Siria, militantes de la Asociación Cultural Siria plantearon que se busca redefinir todo el mapa de Medio Oriente en función de intereses ajenos a su pueblo.
“Buscan fragmentar y reorganizar los estados sobre la base de minorías étnics y/o sectas religiosas. Lo mismo que hicieron con Yugoslavia (hoy dividida en tres). Todos Estados que antaño han sido sumamente fuertes. Debilitarlos significa controlar la región”.
También, según este vocero de la comunidad siria, quieren apropiarse del gas. Una de las reservas más importantes del mundo está en Siria que podría abastecer a la Unión Europea, un gran negocio.
El bombardeo del jueves es un aviso a Rusia. Rusia es la competencia de EE:UU en cuanto al negocio del gas. ¿La diferencia? Siria quiere establecer dichos negocios con Rusia, porque conviene más a su economía, y no con EE.UU.
La periodista Tamara Lalli, a nombre de la Asociación Cultural Siria y su colega Galeb Moussa, fueron los encargados de informar el motivo de la marcha.
Moussa dirigió un pedido de solidaridad con Siria en estos graves momentos y calificó de genocidas a quienes mueven los hilos de la guerra en EE.UU: “no van a poder con nuestro pueblo, a pesar de su poderío bélico”. Culminó su discurso, vivando a Siria, a Argentina y a las Islas Malvinas.